PSUV: primer partido del país
Por: Luis Jonás Reyes
No hay dudas que el PSUV, tanto en su organización como en su alcance comunitario es el primer partido político del país. Este congreso extraordinario realizado durante el fin de semana en Barquisimeto demostró que sus bases se hallan repletas de hombres y mujeres cuya aspiración es marcar el rumbo de la historia en la oportunidad que hoy nos coloca como representantes de los más necesitados.
Todo centroccidente se dio cita en la capital larense solo con el objeto de plantear las alternativas por un lado que en el nivel electoral se hacen necesarias para garantizar victoria y liderazgo contundente en las parlamentarias y por otro definir cada vez más el norte ideológico que ha de emprender la organización con divulgación y formación de sus cuadros.
Para quienes militamos en el PSUV y quienes nos consideramos soldados al servicio de quehacer revolucionario es un orgullo ver como este despertar de conciencias tiene su origen en el momento histórico que nos tocó vivir y de allí que se haga mucho más grande e intenso el compromiso con la gente.
No obstante, ningún momento ha sido fácil en el acontecer revolucionario y este momento preciso no es la excepción... el fantasma de la traición sigue rondando los pasillos del proceso, mientras las viudas de un puntofijismo ya casi extinto pretende renacer a punta de lo único que les queda: dinero.
Vemos con ojos de desgracia las actuaciones de quienes un día fueron electos por los votos de un pueblo chavista y revolucionario que ahora en sus jugadas de nuevo riquismo y reformismo barato creen poder manipular con sus posturas de ambigüedad e hipocresía.
Este nuevo congreso del partido, esta pequeña cumbre socialista que se dio lugar en Barquisimeto nos llamó más que nunca a la unidad, a no dejar espacios vacíos para que oportunistas y quintas columnas puedan colocarse en posición ventajosa, ahora más que nunca en la víspera de una importantísima elección para la continuidad y profundización del proceso socialista. Seremos todos los encargados de escrutar con ojo clínico además, las opciones parlamentarias y apoyar con estrategia y disciplina militante las decisiones que del seno de la organización se gesten en la definición que hagan delegados, dirigentes y militantes. No en vano somos el primer partido del país y eso debemos asumirlo no con soberbia sino con mucha humildad.
Un nuevo reto se aproxima y este congreso sirvió de abreboca y de punto de inicio de las estrategias y contralorías políticas incluso que debemos asumir todos como parte del proceso en primer lugar para garantizar resultados positivos pero mucho más importante además, para garantizar desprendimiento, entrega y lealtad a todos los electores que darán su voto y que aspiran la profundización del camino por el que estamos transitando: el de la solidaridad y el combate contra la desigualdad.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE... VENCEREMOS.
No hay dudas que el PSUV, tanto en su organización como en su alcance comunitario es el primer partido político del país. Este congreso extraordinario realizado durante el fin de semana en Barquisimeto demostró que sus bases se hallan repletas de hombres y mujeres cuya aspiración es marcar el rumbo de la historia en la oportunidad que hoy nos coloca como representantes de los más necesitados.
Todo centroccidente se dio cita en la capital larense solo con el objeto de plantear las alternativas por un lado que en el nivel electoral se hacen necesarias para garantizar victoria y liderazgo contundente en las parlamentarias y por otro definir cada vez más el norte ideológico que ha de emprender la organización con divulgación y formación de sus cuadros.
Para quienes militamos en el PSUV y quienes nos consideramos soldados al servicio de quehacer revolucionario es un orgullo ver como este despertar de conciencias tiene su origen en el momento histórico que nos tocó vivir y de allí que se haga mucho más grande e intenso el compromiso con la gente.
No obstante, ningún momento ha sido fácil en el acontecer revolucionario y este momento preciso no es la excepción... el fantasma de la traición sigue rondando los pasillos del proceso, mientras las viudas de un puntofijismo ya casi extinto pretende renacer a punta de lo único que les queda: dinero.
Vemos con ojos de desgracia las actuaciones de quienes un día fueron electos por los votos de un pueblo chavista y revolucionario que ahora en sus jugadas de nuevo riquismo y reformismo barato creen poder manipular con sus posturas de ambigüedad e hipocresía.
Este nuevo congreso del partido, esta pequeña cumbre socialista que se dio lugar en Barquisimeto nos llamó más que nunca a la unidad, a no dejar espacios vacíos para que oportunistas y quintas columnas puedan colocarse en posición ventajosa, ahora más que nunca en la víspera de una importantísima elección para la continuidad y profundización del proceso socialista. Seremos todos los encargados de escrutar con ojo clínico además, las opciones parlamentarias y apoyar con estrategia y disciplina militante las decisiones que del seno de la organización se gesten en la definición que hagan delegados, dirigentes y militantes. No en vano somos el primer partido del país y eso debemos asumirlo no con soberbia sino con mucha humildad.
Un nuevo reto se aproxima y este congreso sirvió de abreboca y de punto de inicio de las estrategias y contralorías políticas incluso que debemos asumir todos como parte del proceso en primer lugar para garantizar resultados positivos pero mucho más importante además, para garantizar desprendimiento, entrega y lealtad a todos los electores que darán su voto y que aspiran la profundización del camino por el que estamos transitando: el de la solidaridad y el combate contra la desigualdad.
HASTA LA VICTORIA SIEMPRE... VENCEREMOS.
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