Una oposición singular
Escrito por DIARIO VEA
Escrito por DIARIO VEA
La historia venezolana ha estado signada siempre por una permanente lucha entre antagónicos intereses sociales, políticos y económicos: Patriotas y godos, liberales y conservadores, trabajadores y burguesía. Cada clase social se ha organizado en partido y ha levantado una bandera con sus demandas y aspiraciones.
Ahora vivimos una época en la cual no sólo se mantiene la pugna entre intereses antagónicos sino que se han agudizado. Sin embargo, ninguna época se repite en la historia con las mismas características. Cada tiempo aporta particularidades que la diferencia de las anteriores.
Hemos conocido contiendas políticas y sociales en las cuales los bandos en pugnas no ocultan los intereses que defienden; por el contrario, los pregonan abiertamente. En nuestra época no ocurre lo mismo. La oposición a Chávez no presenta sus verdaderos carácter y fines. Se oculta detrás de una fraseología democrática. Invoca la defensa de los derechos humanos. Se autollama paladín de la libertad de prensa y acusa al Gobierno bolivariano de dictatorial y autoritario.
La oposición a Chávez no confiesa su verdadero carácter como agente de los intereses de Estados Unidos y de la burguesía asociada al dominio imperialista. La oposición a Chávez usa su poder mediático para engañar a sectores de la población. La oposición a Chávez vive de la mentira, de la adulteración de la realidad, del engaño y la infamia.
La oposición a Chávez no tiene otro programa sino liquidar la Revolución Bolivariana y acabar con Chávez para poder tomar el control de la industria petrolera venezolana y entregarla a la voracidad imperialista.
En las próximas elecciones para integrar la Asamblea Nacional, la oposición a Chávez utilizará todos los recursos a fin de obtener una votación que le permita cumplir con los objetivos pactados con Washington. No hay una obligación más elevada y sagrada para venezolanos y venezolanas que cerrarle el paso y asegurar la victoria de los candidatos socialistas
Ahora vivimos una época en la cual no sólo se mantiene la pugna entre intereses antagónicos sino que se han agudizado. Sin embargo, ninguna época se repite en la historia con las mismas características. Cada tiempo aporta particularidades que la diferencia de las anteriores.
Hemos conocido contiendas políticas y sociales en las cuales los bandos en pugnas no ocultan los intereses que defienden; por el contrario, los pregonan abiertamente. En nuestra época no ocurre lo mismo. La oposición a Chávez no presenta sus verdaderos carácter y fines. Se oculta detrás de una fraseología democrática. Invoca la defensa de los derechos humanos. Se autollama paladín de la libertad de prensa y acusa al Gobierno bolivariano de dictatorial y autoritario.
La oposición a Chávez no confiesa su verdadero carácter como agente de los intereses de Estados Unidos y de la burguesía asociada al dominio imperialista. La oposición a Chávez usa su poder mediático para engañar a sectores de la población. La oposición a Chávez vive de la mentira, de la adulteración de la realidad, del engaño y la infamia.
La oposición a Chávez no tiene otro programa sino liquidar la Revolución Bolivariana y acabar con Chávez para poder tomar el control de la industria petrolera venezolana y entregarla a la voracidad imperialista.
En las próximas elecciones para integrar la Asamblea Nacional, la oposición a Chávez utilizará todos los recursos a fin de obtener una votación que le permita cumplir con los objetivos pactados con Washington. No hay una obligación más elevada y sagrada para venezolanos y venezolanas que cerrarle el paso y asegurar la victoria de los candidatos socialistas
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