La construcción del partido (Opinión)
Prensa PSUV
Por Héctor Agüero
La construcción del Partido es una tarea titánica e impostergable que se ha impuesto el Comandante Hugo Chávez, con el único propósito de asegurar la continuidad y marcha del proceso revolucionario iniciado en 1999.
Es tarea que nos atañe a todos los militantes y simpatizantes del PSUV que creemos en las bondades del socialismo y tenemos fe en este proceso que encabeza Hugo Chávez Frías.
Cronológicamente el PSUV sucede al Movimiento Quinta República y al MRB200 y, si remontamos bien atrás, sentimos que nuestro Partido Socialista hereda honrosamente los movimientos libertarios que sacudieron los periodos colonial y republicano de nuestra corta y agitada historia patria.
Algunos con esa prisa que huele a oportunismo y a quienes de manera genial Lenin les endilgó el mote de infantilismo de izquierda, se preguntan por qué Chávez tardo tanto para crear el partido. Con modestia pero con los pies en la tierra respondemos que, excluyendo la creación del mundo en siete días, según la Biblia, todas las tareas que se impone el ser humano toman su tiempo y van construyéndose poco a poco y con mucho esfuerzo.
Basta con echar una mirada al movimiento revolucionario venezolano del siglo XX, minoritario, fragmentado, en permanente desorientación y con escasas, por no decir nulas posibilidades de acceder al poder durante ochenta años, para darse cuenta de los obstáculos que enfrentaba y de sus frágiles vínculos con los sectores populares.
Es Chávez quien sabe interpretar y encauzar este inmenso pueblo primero con una rebelión militar (1992) y seis años más tarde, mediante el voto (1998) golpea de manera contundente a la burguesía dominante y a sus amos imperiales al implantar la Constitución Bolivariana de 1999 y las leyes habilitantes. A esta estrategia jurídica el enemigo responde con el golpe de 2002 seguido del sabotaje petrolero que duró entre diciembre 2002 y febrero 2003.
Pueblo y líder único logran la contraofensiva y la burguesía se repliega momentáneamente. Cada elección en la cual el pueblo ha resultado vencedor es un espacio de terreno ganado al enemigo. La construcción del modelo socialista requiere empeño, tenacidad, y fe en los poderes creadores del pueblo como lo decía Aquiles Nazoa. La enorme capacidad de trabajo de Chávez le ha posibilitado el diagnostico acertado del conjunto de las necesidades del país.
Es así que en esta década transcurrida ha logrado modificar áreas estratégicas como la Fuerza Armada, la Salud, La Educación, entre otras y quizás la más trascendental de todas, la construcción del Poder Popular que tiene como punta de lanza Las Comunas, el modo socialista por excelencia de relación entre las ciudadanas y ciudadanos para alcanzar una vida justa y digna.
Es en esta etapa donde el papel del Partido es crucial ya que es el sustento del líder para aplicar las políticas que requiere el Proyecto Socialista el canal de información, los ojos y oídos de nuestro pueblo para diagnosticar, evaluar y corregir y la tarea de formar e instruir un liderazgo capaz de enfrentarse a coyunturas revestidas de dificultades.
El PSUV, se expresa en la disciplina en los cuadros dirigentes, en el cumplimiento de las tareas impuestas, en atender, prever y llevar a las altas instancias los reclamos de la comunidad, en la detección a tiempo de los grupos desestabilizadores que atentan contra el país.
El PSUV es el pueblo militante que permanece atento las veinticuatro horas del día, que no descansa los fines de semana, que no conoce vacaciones, ya que el enemigo es poderoso, está atento a las debilidades del movimiento revolucionario para asestar golpes.
El PSUV es vocación revolucionaria, es entrega a las causas populares, es compartir los anhelos de grandes sectores tradicionalmente olvidados y cumplirles. Cada fracaso, cada meta no cumplida, es terreno cedido al opositor.
El PSUV es una tarea de todos. En el hogar, en la oficina, en la fábrica, en los liceos, en las universidades, en los centro religiosos, en los transportes, en la calle, en los centros comerciales, abastos, Pdval, Hospitales, Misiones. En cada uno de estos sitios somos socialistas, somos patriotas, somos bolivarianos.
Hoy, ante las elecciones parlamentarias de este año 2010, necesitamos un Partido sólido, disciplinado, lúcido y acertado en la aplicación de las líneas que imparte el comandante Presidente considerando oportuna y acertada las elecciones primarias para elegir nuestros candidatos, dando así ejemplo de verdadera democracia popular, de transparencia y respeto al pueblo elector.
Prensa PSUV
Por Héctor Agüero
La construcción del Partido es una tarea titánica e impostergable que se ha impuesto el Comandante Hugo Chávez, con el único propósito de asegurar la continuidad y marcha del proceso revolucionario iniciado en 1999.
Es tarea que nos atañe a todos los militantes y simpatizantes del PSUV que creemos en las bondades del socialismo y tenemos fe en este proceso que encabeza Hugo Chávez Frías.
Cronológicamente el PSUV sucede al Movimiento Quinta República y al MRB200 y, si remontamos bien atrás, sentimos que nuestro Partido Socialista hereda honrosamente los movimientos libertarios que sacudieron los periodos colonial y republicano de nuestra corta y agitada historia patria.
Algunos con esa prisa que huele a oportunismo y a quienes de manera genial Lenin les endilgó el mote de infantilismo de izquierda, se preguntan por qué Chávez tardo tanto para crear el partido. Con modestia pero con los pies en la tierra respondemos que, excluyendo la creación del mundo en siete días, según la Biblia, todas las tareas que se impone el ser humano toman su tiempo y van construyéndose poco a poco y con mucho esfuerzo.
Basta con echar una mirada al movimiento revolucionario venezolano del siglo XX, minoritario, fragmentado, en permanente desorientación y con escasas, por no decir nulas posibilidades de acceder al poder durante ochenta años, para darse cuenta de los obstáculos que enfrentaba y de sus frágiles vínculos con los sectores populares.
Es Chávez quien sabe interpretar y encauzar este inmenso pueblo primero con una rebelión militar (1992) y seis años más tarde, mediante el voto (1998) golpea de manera contundente a la burguesía dominante y a sus amos imperiales al implantar la Constitución Bolivariana de 1999 y las leyes habilitantes. A esta estrategia jurídica el enemigo responde con el golpe de 2002 seguido del sabotaje petrolero que duró entre diciembre 2002 y febrero 2003.
Pueblo y líder único logran la contraofensiva y la burguesía se repliega momentáneamente. Cada elección en la cual el pueblo ha resultado vencedor es un espacio de terreno ganado al enemigo. La construcción del modelo socialista requiere empeño, tenacidad, y fe en los poderes creadores del pueblo como lo decía Aquiles Nazoa. La enorme capacidad de trabajo de Chávez le ha posibilitado el diagnostico acertado del conjunto de las necesidades del país.
Es así que en esta década transcurrida ha logrado modificar áreas estratégicas como la Fuerza Armada, la Salud, La Educación, entre otras y quizás la más trascendental de todas, la construcción del Poder Popular que tiene como punta de lanza Las Comunas, el modo socialista por excelencia de relación entre las ciudadanas y ciudadanos para alcanzar una vida justa y digna.
Es en esta etapa donde el papel del Partido es crucial ya que es el sustento del líder para aplicar las políticas que requiere el Proyecto Socialista el canal de información, los ojos y oídos de nuestro pueblo para diagnosticar, evaluar y corregir y la tarea de formar e instruir un liderazgo capaz de enfrentarse a coyunturas revestidas de dificultades.
El PSUV, se expresa en la disciplina en los cuadros dirigentes, en el cumplimiento de las tareas impuestas, en atender, prever y llevar a las altas instancias los reclamos de la comunidad, en la detección a tiempo de los grupos desestabilizadores que atentan contra el país.
El PSUV es el pueblo militante que permanece atento las veinticuatro horas del día, que no descansa los fines de semana, que no conoce vacaciones, ya que el enemigo es poderoso, está atento a las debilidades del movimiento revolucionario para asestar golpes.
El PSUV es vocación revolucionaria, es entrega a las causas populares, es compartir los anhelos de grandes sectores tradicionalmente olvidados y cumplirles. Cada fracaso, cada meta no cumplida, es terreno cedido al opositor.
El PSUV es una tarea de todos. En el hogar, en la oficina, en la fábrica, en los liceos, en las universidades, en los centro religiosos, en los transportes, en la calle, en los centros comerciales, abastos, Pdval, Hospitales, Misiones. En cada uno de estos sitios somos socialistas, somos patriotas, somos bolivarianos.
Hoy, ante las elecciones parlamentarias de este año 2010, necesitamos un Partido sólido, disciplinado, lúcido y acertado en la aplicación de las líneas que imparte el comandante Presidente considerando oportuna y acertada las elecciones primarias para elegir nuestros candidatos, dando así ejemplo de verdadera democracia popular, de transparencia y respeto al pueblo elector.
Adelante, hacia la consolidación del Gran Partido de la Revolución Socialista, del PSUV!
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