Piedra de tranca
Antipatria
Escrito por DIARIO VEA
LA ANTIPATRIA EXISTE. Siempre existió. Desde los tiempos de la lucha por la independencia, cuando muchos se cuadraron con el imperio español; cuando los curas atribuyeron el terremoto de Caracas a un castigo divino porque los venezolanos querían ser libres. Hay muchos episodios en la historia del país y otros de la región que confirman la existencia de sectores sociales y de individualidades que carecen totalmente de sentido de patria. Ésta nada les importa, por las razones que sean; incluso consideran el concepto como un anacronismo. La antipatria es una conducta, es un hecho cultural. Es el cipayismo, término procedente de países asiáticos en los que el colonialismo inglés lo puso en boga cuando optó por utilizar a los nativos para formar las fuerzas de la represión. O el pitiyanquismo, palabra que puso de moda en nuestro país un venezolano de excepción como Mario Briceño Iragorri.
LA FAUNA DE CIPAYOS y de pitiyanquis abunda ahora en territorio venezolano a través de la peor oposición que conoce Venezuela. Una oposición descastada, entreguista, sumisa, capaz de cualquier cosa. Ya una vez, en plena convulsión el país, cuando la conspiración llegó al máximo y los enemigos de Chávez hacían cálculos alegres sobre su derrocamiento, una mujer que lideraba a la oposición junto a su marido, golpista mediático, declaró sin rubor, sin que le quedara nada por dentro, que prefería a un general de un Ejército extranjero en Miraflores que a Chávez. Y es así. La oposición es capaz de incurrir en los actos más despreciables para acabar con el proceso bolivariano. Si es de quemar el Ávila, lo hace. Si es de dinamitar el Guri, lo hace. Si se trata de no ahorrar luz y despilfarrar energía, lo hace. Si se trata de pasar información sensible a los gringos o a los uribistas sobre instalaciones militares venezolanas, centros neurálgicos y posiciones vitales del país, lo hace.
LA ANTIPATRIA RECORRE LA REGIÓN latinoamericana. En Ecuador la oposición hace lo mismo, o algo parecido, contra el presidente Correa. En Brasil un sector está en la línea de sabotear a Lula para impedir que haya una sucesión en su misma línea. Y no se diga en Argentina. Contra los Kirchner se ha desatado una feroz campaña, sólo comparable a la que se adelanta en contra de Chávez. Es lo que obligó al jefe del Bloque del Frente para la Victoria en Diputados, que apoya al gobierno de Cristina Fernández, a decir que la actual “es la peor oposición que ha existido en Argentina”. Tan rotunda afirmación es porque no conoce la venezolana, que se revuelca obscenamente en el pantano excrementario de la traición a la patria.
LO CUAL NO ES UN DECIR. Es una realidad. La oposición renunció al gentilicio, y hay que decirlo así duela. Es una quinta columna. Es un caballo de Troya. Es el cipayismo en su más auténtica expresión. Provoca náuseas su comportamiento cada vez que el país es atacado con mentiras y falsedades de todo orden. O bien guarda silencio o se pliega a las denuncias insensatas que proceden de Colombia, de Estados Unidos, de España. Nunca se vio una oposición más traidora que la actual, la cual perdió cualquier sentido de dignidad, carcomida por el odio y hundida en la frustración que produce la derrota. Una oposición así cava su propia sepultura, ya que es difícil solidarizar con los traidores.-
Antipatria
Escrito por DIARIO VEA
LA ANTIPATRIA EXISTE. Siempre existió. Desde los tiempos de la lucha por la independencia, cuando muchos se cuadraron con el imperio español; cuando los curas atribuyeron el terremoto de Caracas a un castigo divino porque los venezolanos querían ser libres. Hay muchos episodios en la historia del país y otros de la región que confirman la existencia de sectores sociales y de individualidades que carecen totalmente de sentido de patria. Ésta nada les importa, por las razones que sean; incluso consideran el concepto como un anacronismo. La antipatria es una conducta, es un hecho cultural. Es el cipayismo, término procedente de países asiáticos en los que el colonialismo inglés lo puso en boga cuando optó por utilizar a los nativos para formar las fuerzas de la represión. O el pitiyanquismo, palabra que puso de moda en nuestro país un venezolano de excepción como Mario Briceño Iragorri.
LA FAUNA DE CIPAYOS y de pitiyanquis abunda ahora en territorio venezolano a través de la peor oposición que conoce Venezuela. Una oposición descastada, entreguista, sumisa, capaz de cualquier cosa. Ya una vez, en plena convulsión el país, cuando la conspiración llegó al máximo y los enemigos de Chávez hacían cálculos alegres sobre su derrocamiento, una mujer que lideraba a la oposición junto a su marido, golpista mediático, declaró sin rubor, sin que le quedara nada por dentro, que prefería a un general de un Ejército extranjero en Miraflores que a Chávez. Y es así. La oposición es capaz de incurrir en los actos más despreciables para acabar con el proceso bolivariano. Si es de quemar el Ávila, lo hace. Si es de dinamitar el Guri, lo hace. Si se trata de no ahorrar luz y despilfarrar energía, lo hace. Si se trata de pasar información sensible a los gringos o a los uribistas sobre instalaciones militares venezolanas, centros neurálgicos y posiciones vitales del país, lo hace.
LA ANTIPATRIA RECORRE LA REGIÓN latinoamericana. En Ecuador la oposición hace lo mismo, o algo parecido, contra el presidente Correa. En Brasil un sector está en la línea de sabotear a Lula para impedir que haya una sucesión en su misma línea. Y no se diga en Argentina. Contra los Kirchner se ha desatado una feroz campaña, sólo comparable a la que se adelanta en contra de Chávez. Es lo que obligó al jefe del Bloque del Frente para la Victoria en Diputados, que apoya al gobierno de Cristina Fernández, a decir que la actual “es la peor oposición que ha existido en Argentina”. Tan rotunda afirmación es porque no conoce la venezolana, que se revuelca obscenamente en el pantano excrementario de la traición a la patria.
LO CUAL NO ES UN DECIR. Es una realidad. La oposición renunció al gentilicio, y hay que decirlo así duela. Es una quinta columna. Es un caballo de Troya. Es el cipayismo en su más auténtica expresión. Provoca náuseas su comportamiento cada vez que el país es atacado con mentiras y falsedades de todo orden. O bien guarda silencio o se pliega a las denuncias insensatas que proceden de Colombia, de Estados Unidos, de España. Nunca se vio una oposición más traidora que la actual, la cual perdió cualquier sentido de dignidad, carcomida por el odio y hundida en la frustración que produce la derrota. Una oposición así cava su propia sepultura, ya que es difícil solidarizar con los traidores.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario