Cabe destacar que durante la gran movilización que se realizó para conmemorar el 23 de enero, según mis cálculos, superó el millón de personas. Se notó mucho la participación de los jóvenes que con su entusiasmo contagiaban a los bolivarianos que brindaron su respaldo total al presidente Chávez.
Éste es un buen síntoma porque se nota la renovación y la vinculación cada vez más de la sabia joven como combustible para impulsar este proceso revolucionario que cada día tiene que sortear nuevos obstáculos, tanto externos como internos.
Si los jóvenes revolucionarios superan el protagonismo, la exclusión, e macartismo y el divisionismo estéril que sólo le sirve al imperialismo, podrán ser los llamados a liderar y protagonizar las grandes gestas que le esperan a corto plazo al proceso bolivariano.
No está demás recordarle a estos jóvenes, no dejarse obnubilar por los cantos de sirena de los aduladores de oficio que están siempre prestos a elevarle el ego a cuanto joven con madera de líder sale, para luego convertirlos en unos líderes mediáticos que no convocan ni a unos niños en la puerta de una escuela a comer helados gratis.
Jóvenes bolivarianos, el liderazgo no se gana en los medios, se gana en la lucha diaria trabajando codo a codo con la comunidad, organizando y motivando a más jóvenes para que fortalezcan este proceso revolucionario
Éste es un buen síntoma porque se nota la renovación y la vinculación cada vez más de la sabia joven como combustible para impulsar este proceso revolucionario que cada día tiene que sortear nuevos obstáculos, tanto externos como internos.
Si los jóvenes revolucionarios superan el protagonismo, la exclusión, e macartismo y el divisionismo estéril que sólo le sirve al imperialismo, podrán ser los llamados a liderar y protagonizar las grandes gestas que le esperan a corto plazo al proceso bolivariano.
No está demás recordarle a estos jóvenes, no dejarse obnubilar por los cantos de sirena de los aduladores de oficio que están siempre prestos a elevarle el ego a cuanto joven con madera de líder sale, para luego convertirlos en unos líderes mediáticos que no convocan ni a unos niños en la puerta de una escuela a comer helados gratis.
Jóvenes bolivarianos, el liderazgo no se gana en los medios, se gana en la lucha diaria trabajando codo a codo con la comunidad, organizando y motivando a más jóvenes para que fortalezcan este proceso revolucionario
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