martes, 10 de noviembre de 2009

Muros y murallas, la historia no ha terminado todavía.

Muros y murallas, la historia no ha terminado todavía.
Todo muro merece ser escupido y derrumbado, toda muralla la histeria y la ira de la humanidad, la protesta, los grafías llenas de rabia, los gritos de todos, de los mismos que hoy celebran en Berlín.
Raúl Bracho.
Las murallas son parte de la historia de las guerras entre los hombres, son denominadas muro, indican contención, límites, barreras, demarcan territorios y propiedad, sirvieron para la demarcación y la defensa y su función militar y política fue cambiando a lo largo del tiempo.
Los muros o murallas fueron construidos por imperios para fortalecer sus dominios y garantizar sus defensas, en sucesos más recientes como el muro de Berlín, para separar países y dividir sus territorios en mitades o partes con posturas antagónicas y su misión fue la de restringir el acceso de las poblaciones separadas. Dividir, excluir, limitar y restringir la libertad, el derecho a la libertad en nombre de lo que sea, es una violación al derecho a la libertad que siempre será sentenciado a pasar a la historia como monumentos a la indignidad, lugares en los que el olor a la imposición imperial destila el sudor de los cientos o miles de seres que los construyeron.
Todo muro o muralla estará destinado a ser derrumbado, derribado, destruido por el espíritu de libertad que habitará por siempre en el corazón de los hombres.
Hoy se celebran 20 años de la caída del muro de Berlín, buena fiesta! Ganó la libertad y sucumbieron quienes pensaron que ladrillos o rejas serían capaces de contener el espíritu indómito de la libertad. No es con murallas con lo que se detiene el avance de la humanidad, los muros, las rejas y los barrotes serán siempre prisiones gigantes que deberán destruirse, constrúyanse en nombre de la ideología que sea.
Hoy se celebran 20 años de la caída de aquel terrible muro de Berlín y veo y escucho la algarabía que comparto. Hoy se esta construyendo otro muro más terrible, de ocho metros de altura, más de setecientos kilómetros de largo, con alambres de púas electrificados, censores térmicos, cámaras de video, torres para francotiradores y carreteras para los vehículos de patrullaje israelí.
En el corto Walled Horizons producido por Rogers Waters (miembro fundador de Pink Floyd) se describe el impacto del muro que Israel levanta en Cisjordania
“El muro es destructor, aísla a su gente, separa a matrimonios y a padres de sus hijos, genera miedo, dolor y muerte. Viola los derechos humanos del pueblo palestino y los pactos internacionales de los que Israel es Estado parte. Los gobiernos que construyen este tipo de cercos lo único que reflejan es su alto grado de inseguridad”.
Para Palestina ese es el muro de la vergüenza y para Israel es el muro de la seguridad. Pero nada más es cuestión de observar las consecuencias de esa muralla para darnos cuenta de que es un muro que tiene como objetivo continuar la destrucción y el abuso al pueblo Palestino. Ese es el muro de la muerte.
Toda esta gran algarabía, esta fiesta por la celebración de 20 años de la caída del muro de Berlín, no debe olvidar que la lucha del hombre por la libertad, por el final de la dominación de alguna raza sobre otra no ha terminado, no debe permitir que se sigan levantado más muros o murallas, será la mejor ofrenda a la caída de Berlín el que todos enfrentemos y detengamos esta nueva muralla y la que Estados Unidos construye para castigar a su mano de obra llamada los ilegales en la frontera con el hermano pueblo de México.
Todo muro merece ser escupido y derrumbado, toda muralla la histeria y la ira de la humanidad entera, la protesta, los grafías llenas de rabia, las marchas, los gritos de todos, de los mismos que hoy celebran en Berlín, cada muro o muralla deberá caer y abrirnos paso a un mundo sin fronteras.

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