Honduras: La burla de los golpistas
Nunca habíamos visto una burla al ordenamiento internacional como el que se desarrolla en Honduras. El grupo de militares golpistas, con apoyo del Pentágono, e internamente, de las fuerzas políticas y económicas más derechistas, dan otro paso hacia la legalización del golpe del 28 de junio que derrocó al presidente Manuel Zelaya. De nada valieron los pronunciamientos de la ONU y la OEA, de la Unión Europea, de Unasur, del Alba, Caricom ni la resistencia de los hondureños. Los fraudulentos resultados de hoy serán reconocidos por EEUU, Canadá, Panamá, Colombia, Perú, Costa Rica y seguramente México.
El caso de la OEA es particularmente patético. Recordarán cuando aplaudió el acuerdo de Tegucigalpa. En esa oportunidad, el embajador Roy Chaderton expuso sus reservas y el tiempo le está dando la razón.
El viernes, la Cancillería de Brasil fue precisa en su crítica a la OEA.
Todo hace suponer que Zelaya no será restituido en la Presidencia, que será Micheletti quien le ponga la banda presidencial al títere electo hoy y, seguramente, con la decisión del Tribunal Supremo, Zelaya será enjuiciado.
Naturalmente, la posición ambigua de Washington, que por un lado apoyaba a los golpistas y con la otra mano votaba las resoluciones de la OEA y la ONU, fue decisiva en el desenlace de esa crisis, y contribuye a desenmascarar al presidente Obama.
Nunca habíamos visto una burla al ordenamiento internacional como el que se desarrolla en Honduras. El grupo de militares golpistas, con apoyo del Pentágono, e internamente, de las fuerzas políticas y económicas más derechistas, dan otro paso hacia la legalización del golpe del 28 de junio que derrocó al presidente Manuel Zelaya. De nada valieron los pronunciamientos de la ONU y la OEA, de la Unión Europea, de Unasur, del Alba, Caricom ni la resistencia de los hondureños. Los fraudulentos resultados de hoy serán reconocidos por EEUU, Canadá, Panamá, Colombia, Perú, Costa Rica y seguramente México.
El caso de la OEA es particularmente patético. Recordarán cuando aplaudió el acuerdo de Tegucigalpa. En esa oportunidad, el embajador Roy Chaderton expuso sus reservas y el tiempo le está dando la razón.
El viernes, la Cancillería de Brasil fue precisa en su crítica a la OEA.
Todo hace suponer que Zelaya no será restituido en la Presidencia, que será Micheletti quien le ponga la banda presidencial al títere electo hoy y, seguramente, con la decisión del Tribunal Supremo, Zelaya será enjuiciado.
Naturalmente, la posición ambigua de Washington, que por un lado apoyaba a los golpistas y con la otra mano votaba las resoluciones de la OEA y la ONU, fue decisiva en el desenlace de esa crisis, y contribuye a desenmascarar al presidente Obama.
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