La CIA y los servicios secretos españoles sabían que los militares salvadoreños iban a matar a seis jesuitas de la Universidad Centroamericana (UCA) y dos mujeres en El Salvador hace 20 años.
“El Departamento de Estado norteamericano, la CIA y los servicios de inteligencia españoles, el antiguo Cesid, tenían información de que el padre Ignacio Ellacuría, jesuita, rector de la Universidad Centroamericana (UCA) y defensor de la Teología de la Liberación, estaba en peligro y de que el Ejército salvadoreño iba a atentar contra su persona“, según el diario.
Esto lo prueban “una serie de documentos de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que han sido desclasificados recientemente y que serán aportados en las próximas fechas” a la justicia española, que investiga el asesinato, añade.
Eloy Velasco, juez de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, admitió en enero de este año una querella presentada por dos organizaciones de derechos humanos por la muerte de los jesuitas españoles.
La justicia española investiga por ello a 14 militares salvadoreños y al ex presidente salvadoreño Alfredo Cristiani, denunciado por “encubrir” el crimen.
El 16 de noviembre de 1989, miembros del batallón Atlacatl del ejército salvadoreño asesinaron en San Salvador a los sacerdotes hispano-salvadoreños Ignacio Ellacuría, rector de la Universidad Centroamericana (UCA), y al vicerrector, Ignacio Martín Baró, a otros tres religiosos españoles y uno salvadoreño y a una trabajadora doméstica y su hija.
Los documentos de la CIA que acaban de ser desclasificados los entregarán al juez Karen Doyle, analista del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, y Terry Karl, profesora de la Universidad de Sanford, según el diario.
Ambas declararán ante el juez español como testigos, así como, en los próximos días, “dos altos cargos de la Justicia salvadoreña, cuyos nombres se mantienen de momento en secreto”, pero que según el diario son “de muy alto rango”.
Se espera que con la nueva documentación, el juez pueda “citar a declarar al representante” de los servicios secretos españoles de entonces en El Salvador y a “altos cargos salvadoreños” de la época, según la fuente.
El miembro de los servicios secretos españoles destinado en el país entonces, interrogado por El Mundo, respondió que ni él ni Estados Unidos sabían del crimen.
Por él fueron juzgados nueve militares, entre ellos el director de la Escuela Militar de San Salvador, el coronel Guillermo Alfredo Benavides, condenado a 30 años de cárcel y liberado en 1993 tras promulgarse la ley de amnistía que perdonó todas las atrocidades cometidas durante la guerra civil en El Salvador (1980-1992).
En 2001, información desclasificada de la CIA contribuyó a investigar el asesinato del arzobispo Oscar Romero también en El Salvador en 1980 a manos del ejército.
POSADA CARRILES ESTABA ENCARGADO DE ANIQUILAR A LA IZQUIERDA
En la época del crimen de los jesuitas, Luis Posada Carriles era el asesor personal en materia de represión del presidente José Napoleón Duarte quién gobernaba el país, bajo orientación del Departamento de Estados, desde 1984.
Después del final de la operación de trafico de armas contra droga que dirigió en Ilopango con el escándalo Iran’Contra, la CIA colocó a Posada entre los ex torturadores de la policía secreta de Venezuela que dirigían entonces la Policía Nacional (PN) salvadoreña, al lado de los esbirros Mauricio Sandoval y Víctor "Zacarias" Rivera.
Posada llegó a convertirse en consejero de Duarte que, dice, “lo llamaba a su propia casa” para resolver “casos particulares”. Se dedicó entonces a orientar a los escuadrones de la muerte que sembraban el terror en el país.
Después de abandonar El Salvador con el cambio de presidente, regresa unos años más tarde al lado de sus socios de ARENA y establece una base de operación por cuenta de la Fundación Nacional Cubano Americana, fachada anticubana de la inteligencia yanqui.
Vale la pena subrayar como la UCA y el Instituto de Derechos Humanos de El Salvador presentaron en noviembre de 2003 una solicitud de investigación contra el ex presidente de El Salvador Alfredo Cristiani (hoy partidario incondicional del régimen Micheletti) y militares salvadoreños antela Comisión Interamericana de Derechos Humanos una sucursal de la OEA, que todavía – seis años más tarde, no se ha pronunciado sobre su admisión.
“El Departamento de Estado norteamericano, la CIA y los servicios de inteligencia españoles, el antiguo Cesid, tenían información de que el padre Ignacio Ellacuría, jesuita, rector de la Universidad Centroamericana (UCA) y defensor de la Teología de la Liberación, estaba en peligro y de que el Ejército salvadoreño iba a atentar contra su persona“, según el diario.
Esto lo prueban “una serie de documentos de los servicios de inteligencia de Estados Unidos, que han sido desclasificados recientemente y que serán aportados en las próximas fechas” a la justicia española, que investiga el asesinato, añade.
Eloy Velasco, juez de la Audiencia Nacional, principal instancia penal española, admitió en enero de este año una querella presentada por dos organizaciones de derechos humanos por la muerte de los jesuitas españoles.
La justicia española investiga por ello a 14 militares salvadoreños y al ex presidente salvadoreño Alfredo Cristiani, denunciado por “encubrir” el crimen.
El 16 de noviembre de 1989, miembros del batallón Atlacatl del ejército salvadoreño asesinaron en San Salvador a los sacerdotes hispano-salvadoreños Ignacio Ellacuría, rector de la Universidad Centroamericana (UCA), y al vicerrector, Ignacio Martín Baró, a otros tres religiosos españoles y uno salvadoreño y a una trabajadora doméstica y su hija.
Los documentos de la CIA que acaban de ser desclasificados los entregarán al juez Karen Doyle, analista del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, y Terry Karl, profesora de la Universidad de Sanford, según el diario.
Ambas declararán ante el juez español como testigos, así como, en los próximos días, “dos altos cargos de la Justicia salvadoreña, cuyos nombres se mantienen de momento en secreto”, pero que según el diario son “de muy alto rango”.
Se espera que con la nueva documentación, el juez pueda “citar a declarar al representante” de los servicios secretos españoles de entonces en El Salvador y a “altos cargos salvadoreños” de la época, según la fuente.
El miembro de los servicios secretos españoles destinado en el país entonces, interrogado por El Mundo, respondió que ni él ni Estados Unidos sabían del crimen.
Por él fueron juzgados nueve militares, entre ellos el director de la Escuela Militar de San Salvador, el coronel Guillermo Alfredo Benavides, condenado a 30 años de cárcel y liberado en 1993 tras promulgarse la ley de amnistía que perdonó todas las atrocidades cometidas durante la guerra civil en El Salvador (1980-1992).
En 2001, información desclasificada de la CIA contribuyó a investigar el asesinato del arzobispo Oscar Romero también en El Salvador en 1980 a manos del ejército.
POSADA CARRILES ESTABA ENCARGADO DE ANIQUILAR A LA IZQUIERDA
En la época del crimen de los jesuitas, Luis Posada Carriles era el asesor personal en materia de represión del presidente José Napoleón Duarte quién gobernaba el país, bajo orientación del Departamento de Estados, desde 1984.
Después del final de la operación de trafico de armas contra droga que dirigió en Ilopango con el escándalo Iran’Contra, la CIA colocó a Posada entre los ex torturadores de la policía secreta de Venezuela que dirigían entonces la Policía Nacional (PN) salvadoreña, al lado de los esbirros Mauricio Sandoval y Víctor "Zacarias" Rivera.
Posada llegó a convertirse en consejero de Duarte que, dice, “lo llamaba a su propia casa” para resolver “casos particulares”. Se dedicó entonces a orientar a los escuadrones de la muerte que sembraban el terror en el país.
Después de abandonar El Salvador con el cambio de presidente, regresa unos años más tarde al lado de sus socios de ARENA y establece una base de operación por cuenta de la Fundación Nacional Cubano Americana, fachada anticubana de la inteligencia yanqui.
Vale la pena subrayar como la UCA y el Instituto de Derechos Humanos de El Salvador presentaron en noviembre de 2003 una solicitud de investigación contra el ex presidente de El Salvador Alfredo Cristiani (hoy partidario incondicional del régimen Micheletti) y militares salvadoreños antela Comisión Interamericana de Derechos Humanos una sucursal de la OEA, que todavía – seis años más tarde, no se ha pronunciado sobre su admisión.
A 20 años del asesinato de los curas en El Salvador...
Por: Manuel Antonio Boffil Bello
16 de noviembre se cumplirán veinte años de haber sido asesinados seis (6) jesuitas y dos (2) mujeres laicas durante una operación llamada CENTAURO. Fue en un lejano país llamado El Salvador, quizás tan lejano como el tiempo de los justos ante mucho criminal suelto por allí, que debe andar riendo a carcajadas de la impunidad largamente disfrutada...Entraron, los y las sacaron de la cama y a dormir eternamente en el jardín, gracias a las balas derramadas en sus humanidades. No solo l@s mataron los accionadores de gatillos, quienes recibieron órdenes precisas, tan precisas como las informaciones muy exactas dadas por uno de los matones que se babeaba, desde la Embajada de Venezuela, el disfrute de su diabólica labor cumplida mientras lamía los pies del amo de siempre.
Hoy se dedica a acertarle a las débiles mentes, posibles víctimas de la disociación sicótica, mediante mecanismos de terrores mediáticos sembrados en medio del abono de temores ancestrales aprovechados por Neonazis que pululan alrededor de sus propios excrementos (bien servidos a su propia mesa de banquetes y copas de sangrías).
Amanecerá un nuevo 16 DE NOVIEMBRE, habrán transcurrido VEINTE (20) AÑOS DEL ASESINATO de SEIS CURAS JESUITAS Y DOS MUJERES EN EL SALVADOR. Mañana se levantará el MATACURAS AQUEL con SABOR Y FETIDEZ A SANGRE VIEJA EN SUS FAUCES, SE ENJUAGARÁ CON UN VASO DE GUISKI 18 AÑOS Y YA, EL BUCHE AL DESAGUADERO, y a llamar a su amigo UROSA SAVINO, a intercambiar unas indulgencias por un "he pecado" y a ver si lo entrevista. Ambos saben lo inconveniente de una aparición del cura soez en el ALO CIUDADANO, la llamada será un mero formulismo...colgarán sus respectivos teléfonos y como alguna vez dijo la otra NEOFASCISTA ANGELA ZAGO, AVERGONZANTE SIEMPRE: "AQUI NO HA PASADO NADA".
Por: Manuel Antonio Boffil Bello
16 de noviembre se cumplirán veinte años de haber sido asesinados seis (6) jesuitas y dos (2) mujeres laicas durante una operación llamada CENTAURO. Fue en un lejano país llamado El Salvador, quizás tan lejano como el tiempo de los justos ante mucho criminal suelto por allí, que debe andar riendo a carcajadas de la impunidad largamente disfrutada...Entraron, los y las sacaron de la cama y a dormir eternamente en el jardín, gracias a las balas derramadas en sus humanidades. No solo l@s mataron los accionadores de gatillos, quienes recibieron órdenes precisas, tan precisas como las informaciones muy exactas dadas por uno de los matones que se babeaba, desde la Embajada de Venezuela, el disfrute de su diabólica labor cumplida mientras lamía los pies del amo de siempre.
Hoy se dedica a acertarle a las débiles mentes, posibles víctimas de la disociación sicótica, mediante mecanismos de terrores mediáticos sembrados en medio del abono de temores ancestrales aprovechados por Neonazis que pululan alrededor de sus propios excrementos (bien servidos a su propia mesa de banquetes y copas de sangrías).
Amanecerá un nuevo 16 DE NOVIEMBRE, habrán transcurrido VEINTE (20) AÑOS DEL ASESINATO de SEIS CURAS JESUITAS Y DOS MUJERES EN EL SALVADOR. Mañana se levantará el MATACURAS AQUEL con SABOR Y FETIDEZ A SANGRE VIEJA EN SUS FAUCES, SE ENJUAGARÁ CON UN VASO DE GUISKI 18 AÑOS Y YA, EL BUCHE AL DESAGUADERO, y a llamar a su amigo UROSA SAVINO, a intercambiar unas indulgencias por un "he pecado" y a ver si lo entrevista. Ambos saben lo inconveniente de una aparición del cura soez en el ALO CIUDADANO, la llamada será un mero formulismo...colgarán sus respectivos teléfonos y como alguna vez dijo la otra NEOFASCISTA ANGELA ZAGO, AVERGONZANTE SIEMPRE: "AQUI NO HA PASADO NADA".
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