!Mi país está feliz!
Una ciudad construida para ser fundada en los valores socialistas, un contingente de jóvenes compatriotas que ya viven en ella y asumen el compromiso transformador de ser sus protagonistas.
Raul Bracho
Venezuela puede verse de muchas maneras, cada quien se pone los lentes del color que quiera, pero la realidad es la suma de todas esas visiones. Quienes se colocan lentes de criticadores, expresan a diario que son poseedores de mejores formulas para hacer esta revolución, el problema es que ellos nunca fueron capaces de mover un centímetro la realidad, conservan, además de sus frustraciones personales, la pretenciosa vocación de decir como es que deberían ser las cosas, llenan de largos y sesudos discursos “analíticos” a todos los medios alternativos. Ellos no cambian a Venezuela ni a su revolución con sus peroratas, como no lo hicieron nunca, revolucionarios apoltronados que no patean la calle ni participan en el proceso revolucionario.
La oposición, aun a pesar de las inmensas inversiones del imperio, no da pie con bola, ellos miran a través de los cristales del resentimiento y la incapacidad, cada vez que intentan unirse, terminan más desunidos, cada ves que pretenden atacarnos, pierden más poder, no tienen proyecto de país, tan sólo el odio visceral hacia el gran Comandante Hugo Chávez Frías, que los acompañará hasta el día de su muerte.
Radicales, intermedios u opositores da igual: Venezuela es lo que resulta de la opinión y la actitud de la mayoría. Si la mayoría pensara que Hugo Chávez Frías lo está haciendo mal, Hugo Chávez no podría estar en el poder, si la mayoría pensara que ya no está con la Revolución, la Revolución ya se hubiera perdido.
Vengo llegando de pasar unos días en “El Diluvio”, desarrollo socialista manejado por el Inder, en donde se está conformando un grupo de ciudades socialistas agrícolas. Días en que compartí con gente humilde que aceptó el reto de asumir ser pioneros de la nueva Venezuela y participar de esta experiencia que apunta a la independencia alimentaria de nuestra patria. Yo no puedo menos que decir, que mi país está feliz. Jamás he visto nada más impresionante y valioso. Una ciudad construida para ser fundada en los valores socialistas, un contingente de jóvenes compatriotas que ya viven en ella y asumen el compromiso transformador de ser sus protagonistas.
Realmente pienso que ver y compartir con estos compatriotas me da la fuerza de seguir comprometido hasta lo último con nuestra Revolución y de ser voz y letra de sus avances, no puedo menos que repetir la tan conocida frase de nuestro Comandante: “El que tenga ojos que vea”
Venezuela es un territorio en donde se transforma la sociedad, en los espacios y tiempos de la realidad, el aumento de la conciencia de clases, del protagonismo popular, es lo que garantiza los avances, hay muchos que no quieren ver los resultados, que no tardarán en comenzar a decir que soy el más panfletario de los panfletarios, y además con razón, yo soy un combatiente que asumo el compromiso de avanzar, no de distraerme. Ya mis cartas están echadas hace rato, soy y seré hasta la muerte un soldado más de la Revolución Bolivariana, un soldado debe avanzar sobre el territorio del enemigo, maldito el que diciéndose revolucionario dispara contra su propio ejército.
El Ché y Fidel lo sentenciaron con meridiana claridad: “El deber de un revolucionario es: ¡hacer la revolución!
Por todos con los que compartí en la ciudad escuela Ana María Campos, en el Diluvio, o en la ciudad comunal Laberinto en el Edo. Zulia, no debo menos que escribir con todo el orgullo del mundo que en mi patria si hay una hermosa Revolución, que hay conciencia y que se avanza a pasos de vencedores
Hacia más triunfos. Vienen las elecciones parlamentarias, allí de nuevo el glorioso pueblo de Venezuela hará expresión de su decisión combativa y revolucionaria.
“La educación prende en las masas y la nueva actitud preconizada tiende a convertirse en hábito; la masa la va haciendo suya y presiona a quienes no se han educado todavía.”
“En este período de construcción del socialismo podemos ver el hombre nuevo que va naciendo. Su imagen no está todavía acabada; no podría estarlo nunca ya que el proceso marcha paralelo al desarrollo de formas económicas nuevas.” (Ernesto Che Guevara)
Mi país está feliz, a pesar de que algunos digan lo contrario, una hermosa Venezuela surge y cada día habla con voz más propia: ¡El pueblo está tomando conciencia!. Viva la espada liberadora de Simón Bolívar!!
Una ciudad construida para ser fundada en los valores socialistas, un contingente de jóvenes compatriotas que ya viven en ella y asumen el compromiso transformador de ser sus protagonistas.
Raul Bracho
Venezuela puede verse de muchas maneras, cada quien se pone los lentes del color que quiera, pero la realidad es la suma de todas esas visiones. Quienes se colocan lentes de criticadores, expresan a diario que son poseedores de mejores formulas para hacer esta revolución, el problema es que ellos nunca fueron capaces de mover un centímetro la realidad, conservan, además de sus frustraciones personales, la pretenciosa vocación de decir como es que deberían ser las cosas, llenan de largos y sesudos discursos “analíticos” a todos los medios alternativos. Ellos no cambian a Venezuela ni a su revolución con sus peroratas, como no lo hicieron nunca, revolucionarios apoltronados que no patean la calle ni participan en el proceso revolucionario.
La oposición, aun a pesar de las inmensas inversiones del imperio, no da pie con bola, ellos miran a través de los cristales del resentimiento y la incapacidad, cada vez que intentan unirse, terminan más desunidos, cada ves que pretenden atacarnos, pierden más poder, no tienen proyecto de país, tan sólo el odio visceral hacia el gran Comandante Hugo Chávez Frías, que los acompañará hasta el día de su muerte.
Radicales, intermedios u opositores da igual: Venezuela es lo que resulta de la opinión y la actitud de la mayoría. Si la mayoría pensara que Hugo Chávez Frías lo está haciendo mal, Hugo Chávez no podría estar en el poder, si la mayoría pensara que ya no está con la Revolución, la Revolución ya se hubiera perdido.
Vengo llegando de pasar unos días en “El Diluvio”, desarrollo socialista manejado por el Inder, en donde se está conformando un grupo de ciudades socialistas agrícolas. Días en que compartí con gente humilde que aceptó el reto de asumir ser pioneros de la nueva Venezuela y participar de esta experiencia que apunta a la independencia alimentaria de nuestra patria. Yo no puedo menos que decir, que mi país está feliz. Jamás he visto nada más impresionante y valioso. Una ciudad construida para ser fundada en los valores socialistas, un contingente de jóvenes compatriotas que ya viven en ella y asumen el compromiso transformador de ser sus protagonistas.
Realmente pienso que ver y compartir con estos compatriotas me da la fuerza de seguir comprometido hasta lo último con nuestra Revolución y de ser voz y letra de sus avances, no puedo menos que repetir la tan conocida frase de nuestro Comandante: “El que tenga ojos que vea”
Venezuela es un territorio en donde se transforma la sociedad, en los espacios y tiempos de la realidad, el aumento de la conciencia de clases, del protagonismo popular, es lo que garantiza los avances, hay muchos que no quieren ver los resultados, que no tardarán en comenzar a decir que soy el más panfletario de los panfletarios, y además con razón, yo soy un combatiente que asumo el compromiso de avanzar, no de distraerme. Ya mis cartas están echadas hace rato, soy y seré hasta la muerte un soldado más de la Revolución Bolivariana, un soldado debe avanzar sobre el territorio del enemigo, maldito el que diciéndose revolucionario dispara contra su propio ejército.
El Ché y Fidel lo sentenciaron con meridiana claridad: “El deber de un revolucionario es: ¡hacer la revolución!
Por todos con los que compartí en la ciudad escuela Ana María Campos, en el Diluvio, o en la ciudad comunal Laberinto en el Edo. Zulia, no debo menos que escribir con todo el orgullo del mundo que en mi patria si hay una hermosa Revolución, que hay conciencia y que se avanza a pasos de vencedores
Hacia más triunfos. Vienen las elecciones parlamentarias, allí de nuevo el glorioso pueblo de Venezuela hará expresión de su decisión combativa y revolucionaria.
“La educación prende en las masas y la nueva actitud preconizada tiende a convertirse en hábito; la masa la va haciendo suya y presiona a quienes no se han educado todavía.”
“En este período de construcción del socialismo podemos ver el hombre nuevo que va naciendo. Su imagen no está todavía acabada; no podría estarlo nunca ya que el proceso marcha paralelo al desarrollo de formas económicas nuevas.” (Ernesto Che Guevara)
Mi país está feliz, a pesar de que algunos digan lo contrario, una hermosa Venezuela surge y cada día habla con voz más propia: ¡El pueblo está tomando conciencia!. Viva la espada liberadora de Simón Bolívar!!
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