Ya Don Rafael calló
Por: Ramón Jaramillo
Dicen que es mejor dejar a los muertos en santa paz, que de juzgarlos se encargará Dios. Es cierto, pero me parece un argumento demasiado simplón: ¿Quiere decir eso que hay que olvidar los crímenes de los dictadores y de los Presidentes pseudemócratas que padeció el Mundo?. ¿Quiere decir eso que "hay que pasar la página" para no amargarse la vida?. De ningún modo. Allí están las víctimas...y quizá sus victimarios pretendiendo que la gente olvide los horrores con sus marchas, sus "líderes" prefabricados y su sempiterno odio al Presidente Chávez.
Y hablando de "liderazgos", hay un gran diferencia entre el del difunto Don Rafael y el alguien como el denominado "Yongis" Goicoechea. Es cierto que el ahora difunto expresidente, en su remota juventud, se distinguió por ser un notable estudiante e "intelectual", llegando a ser abogado y obteniendo doctorados en su especialidad profesional. En "la casa que vence las sombras", donde obtuvo sus títulos, la misma que haría allanar años después siendo Presidente, Don Rafael se hizo miembro de la organización profalangista "Juventudes Católicas Venezolanas" y fundó la "Unión Nacional Estudiantil" (UNE) cuyos miembros perpetrarían el criminal atentado que acabó con la vida del agudo humorista, caricaturista y compositor que fuera Don Leoncio Martínez "Leo". Después, se distinguiría como el hombre que lanzaba la piedra y escondía la mano dejando ejercer la violencia política a sus seguidores. En cambio, el "Yonguis" que debe venir de una "buena familia" pero pobre en buenos ejemplos, nunca se distinguió que se sepa por obtener un grado, ni por su voluntad de superarse...si acaso por su afán de exponerse como los concursantes de los "espectáculos de realidades" lo que llevó a a ser un "líder" elegido por los medios de la derecha, a falta de alguien mejor. Pero, en eso de la violencia, "están a mano".
Cuando, en 1958, es derrocada la última dictadura del siglo pasado, de inmediato se dió a la tarea de defraudar las esperanzas que el pueblo se forjó con la ida de Marcos Pérez Jiménez mediante la firma de un "pacto de gobernabilidad" mediante el cual el "Imperio Equívoco" tendría siempre a mano personajes que garantizasen sus pillerías y su poder imperial. Diez años después, al llegar a la Presidencia, continúa la horripilante política represiva de su antecesor. Y la tendencia a buscar siniestros personajes cubanos, de preferencia, para garantizar que el anticomunismo feroz tuviera siempre vida. Es cierto que "pacificó" al país, pero a costa de más crímenes y de pérdida de libertad al impedir que los medios publicaran cosas que molestaran al Gobierno. ¿Que hay del endeudamiento?. Tecnológicamente, continuó la dependencia del exterior y ni hablar de transferencia tecnológica. Mientras en México y Brasil se implantaba la televisión a colores, Caldera negó este avance tecnológico a pesar de que mantuvo a la estatal Televisora Nacional como la "cenicienta" de la TV venezolana.
El intento de golpe contra la "segunda dictadura" de Don CAP, en 1992, se encargó de lanzarlo nuevamente al ruedo de la política después de una derrota que sufriría por su conocida codicia por el poder. Llega al poder al robarle las elecciones al hoy "fallecido" Andrés Velásquez. Ya instalado, se encargó de liquidar el concepto de la "Gran Venezuela" y de continuar la devaluación monetaria iniciada por el "llanero bonachón" amante de los refranes. A diferencia de la situación actual, que al igual que la de 1994 fue iniciada por hampones disfrazados de banqueros, se encargó de otorgar "auxilios" a bancos que estaban siendo saqueados por ellos mismos. Gracias a su poder, permitió que el moderno concepto de que los clientes financien los gastos de los Bancos se instaurara en el país dejando que la banca privada y estatal cobraran sus odiosas "comisiones" por cualquier concepto. La privatización de SIDOR, SENECA y la administración de la carretera La Guaira-Caracas, en condiciones desventajosas, marcó la tendencia a la venta de la Patria iniciada por Don CAP, en su neoliberal segundo mandato. Y como cierre con "broche de oro" de su gestión, le arrebató la concesión a la Televisora Nacional para entregársela a los mismos sectores privados que hoy adversan a la Revolución Bolivariana. ¿Por qué le critican al Presidente Chávez, entonces, que no se le renovara la concesión a medios radioeléctricos, casualmente los mismos que envenenaron al pueblo, desde el principio de su mandato?.
Lamento tener que escribir sobre este tema, precisamente en un día como el de hoy, pero si "necesario es vencer" como dijera el General José Félix Ribas, también lo es que está "prohibido olvidar", como dice la gente de la derecha recalcitrante. Así es posible que la historia no vuelva a repetirse.
Y a pesar de todo...FELIZ NAVIDAD
Por: Ramón Jaramillo
Dicen que es mejor dejar a los muertos en santa paz, que de juzgarlos se encargará Dios. Es cierto, pero me parece un argumento demasiado simplón: ¿Quiere decir eso que hay que olvidar los crímenes de los dictadores y de los Presidentes pseudemócratas que padeció el Mundo?. ¿Quiere decir eso que "hay que pasar la página" para no amargarse la vida?. De ningún modo. Allí están las víctimas...y quizá sus victimarios pretendiendo que la gente olvide los horrores con sus marchas, sus "líderes" prefabricados y su sempiterno odio al Presidente Chávez.
Y hablando de "liderazgos", hay un gran diferencia entre el del difunto Don Rafael y el alguien como el denominado "Yongis" Goicoechea. Es cierto que el ahora difunto expresidente, en su remota juventud, se distinguió por ser un notable estudiante e "intelectual", llegando a ser abogado y obteniendo doctorados en su especialidad profesional. En "la casa que vence las sombras", donde obtuvo sus títulos, la misma que haría allanar años después siendo Presidente, Don Rafael se hizo miembro de la organización profalangista "Juventudes Católicas Venezolanas" y fundó la "Unión Nacional Estudiantil" (UNE) cuyos miembros perpetrarían el criminal atentado que acabó con la vida del agudo humorista, caricaturista y compositor que fuera Don Leoncio Martínez "Leo". Después, se distinguiría como el hombre que lanzaba la piedra y escondía la mano dejando ejercer la violencia política a sus seguidores. En cambio, el "Yonguis" que debe venir de una "buena familia" pero pobre en buenos ejemplos, nunca se distinguió que se sepa por obtener un grado, ni por su voluntad de superarse...si acaso por su afán de exponerse como los concursantes de los "espectáculos de realidades" lo que llevó a a ser un "líder" elegido por los medios de la derecha, a falta de alguien mejor. Pero, en eso de la violencia, "están a mano".
Cuando, en 1958, es derrocada la última dictadura del siglo pasado, de inmediato se dió a la tarea de defraudar las esperanzas que el pueblo se forjó con la ida de Marcos Pérez Jiménez mediante la firma de un "pacto de gobernabilidad" mediante el cual el "Imperio Equívoco" tendría siempre a mano personajes que garantizasen sus pillerías y su poder imperial. Diez años después, al llegar a la Presidencia, continúa la horripilante política represiva de su antecesor. Y la tendencia a buscar siniestros personajes cubanos, de preferencia, para garantizar que el anticomunismo feroz tuviera siempre vida. Es cierto que "pacificó" al país, pero a costa de más crímenes y de pérdida de libertad al impedir que los medios publicaran cosas que molestaran al Gobierno. ¿Que hay del endeudamiento?. Tecnológicamente, continuó la dependencia del exterior y ni hablar de transferencia tecnológica. Mientras en México y Brasil se implantaba la televisión a colores, Caldera negó este avance tecnológico a pesar de que mantuvo a la estatal Televisora Nacional como la "cenicienta" de la TV venezolana.
El intento de golpe contra la "segunda dictadura" de Don CAP, en 1992, se encargó de lanzarlo nuevamente al ruedo de la política después de una derrota que sufriría por su conocida codicia por el poder. Llega al poder al robarle las elecciones al hoy "fallecido" Andrés Velásquez. Ya instalado, se encargó de liquidar el concepto de la "Gran Venezuela" y de continuar la devaluación monetaria iniciada por el "llanero bonachón" amante de los refranes. A diferencia de la situación actual, que al igual que la de 1994 fue iniciada por hampones disfrazados de banqueros, se encargó de otorgar "auxilios" a bancos que estaban siendo saqueados por ellos mismos. Gracias a su poder, permitió que el moderno concepto de que los clientes financien los gastos de los Bancos se instaurara en el país dejando que la banca privada y estatal cobraran sus odiosas "comisiones" por cualquier concepto. La privatización de SIDOR, SENECA y la administración de la carretera La Guaira-Caracas, en condiciones desventajosas, marcó la tendencia a la venta de la Patria iniciada por Don CAP, en su neoliberal segundo mandato. Y como cierre con "broche de oro" de su gestión, le arrebató la concesión a la Televisora Nacional para entregársela a los mismos sectores privados que hoy adversan a la Revolución Bolivariana. ¿Por qué le critican al Presidente Chávez, entonces, que no se le renovara la concesión a medios radioeléctricos, casualmente los mismos que envenenaron al pueblo, desde el principio de su mandato?.
Lamento tener que escribir sobre este tema, precisamente en un día como el de hoy, pero si "necesario es vencer" como dijera el General José Félix Ribas, también lo es que está "prohibido olvidar", como dice la gente de la derecha recalcitrante. Así es posible que la historia no vuelva a repetirse.
Y a pesar de todo...FELIZ NAVIDAD
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