De las Perlitas de un Sepelio, los inocentes niños cantando el himno.
A continuación algunas perlitas del sepelio de Rafael Caldera, último presidente de la IV República.
En el acto del sepelio fue colocada una gran bandera con SIETE estrellas El Himno Nacional de ese sepelio fue interpretado por un coro de voces del Sistema Nacional de Orquestas (José Antonio Abreu) Al culminar el himno, algunos asistentes gritaron: "¡Viva la democracia!, ¡abajo el totalitarismo!, ¡viva Rafael Caldera!". ”
Así luce el encabezado de una noticia publicada en este portal Aporrea, para finalizar, después de citar varias frases atribuidas al ex presidentes Caldera, con un exhorto a los aporreadotes a opinar.
Creo que lo único relevante, si es que lo puede ser, en un país en donde se irrespeta cotidianamente a la condición humana (el señor de Alo Ciudadano y los monigotes de un pintoresco programa nocturno en Globovisión tienen amplia experticia en el tema, claro, de manera protagónica), es que al ex presidente lo sepultaron con una Bandera Venezolana de siete estrellas.
Es lógico resaltar esto, Caldera perteneció a una generación que edificó, consolidó y luchó hasta el fin de sus días por conservar un estado de cosas que hasta el sol de hoy, sobreviven menguadamente en unos casos, y vigorosamente en otros.
Por ello, aferrarse a un símbolo, como el de las siete estrellas, tiene cierta lógica.
No creo que debamos cambiar el nombre de todos los poemas, obras artísticas (tengo una pieza llamada La Media Luna y las Siete Estrellas) y textos de la época en que la Bandera de Venezuela ostentaba solo siete estrellas, y que además, hacen alusión a ello, sino ubicar significado y significante de manera coherente, osea: lo que pertenece a una época muere con ella, y con ello va también su carga simbólica y filosófica.
Las cosas que representan algo en un momento o período histórico, llevan una poderosa carga semiótica que las acompaña, y en muchos casos, es coherente que dicha asociación se proyecte.
Hemos cantado cientos de veces el himno de la Internacional en los funerales de hermanos camaradas y luchadores, y pienso, por ejemplo, que a la memoria de la recientemente fallecida Solymar, se entonarán canciones representativas de su momento, que aunque corto, es lo suficientemente trascendente en virtud de las fuerzas en pugna que se debaten..una por sobrevivir y la otra, por transformar y transformarse.
Poderosa eclosión que ella, Solymar, diamante en proceso de abrillantamiento, supo honrar y llevar a sus bellas canciones, le corresponde a ella entonces una bandera de Ocho Estrellas.
Es por ello que encuentro relevante el asunto de la bandera de Venezuela con las siete estrellas sobre el féretro del ex presidente, así como todo el discurso con la carga política que el representó.
Es como si los dolientes del ex presidente Rafael Caldera nos dijeran :”Miren, se lleva a su eterno descanso la razón de sus luchas”, que, por equivocadas que las consideremos, utilizó simbólicamente esta Bandera con siete estrellas como fundamento de identidad ideológica, (La misma Bandera que ostentó Chávez cuando recibió de Rafael Caldera la Banda Presidencial ... juro sobre "esta moribunda constitución”), la misma que tantas veces hemos usado hasta dar la vida los revolucionarios, antes de la bandera actual, con ocho estrellas, que Izamos con orgullo a la piel del viento.
Lo que si es totalmente irrelevante, es el hecho de que unos niños (citaré textualmente) “del Sistema Nacional de Orquestas (José Antonio Abreu)” entonaran el Himno en las honras fúnebres, de hecho, ningún crítico lo ha mencionado. Señal además de que el tema es intocable o, como afirmo, irrelevante.
Digo irrelevante porque lo que es cotidiano no es relevante.
Asiduamente, Empresarios, Alcaldes y Gobernadores de Derecha, utilizan estas agrupaciones (cito) “del Sistema Nacional de Orquestas (José Antonio Abreu)” para sus actos oficiales y hasta para actividades proselitistas.
Sin olvidar que durante los días aciagos del golpe petrolero y del golpe de estado, estas agrupaciones arrullaron a los golpistas con sus presentaciones.
Puedo recordar con lucidez a una dama que dirigió un Coro en la Plaza Altamira cuando se presentó el Show de los militares, la misma que tiempo después, fue catalogada de “revolucionaria” por un alto funcionario del Ministerio de Cultura y hoy goza de todos los privilegios que siempre ha tenido.
Y es que estas agrupaciones “del Sistema Nacional de Orquestas ( José Antonio Abreu)” actuarán no solamente en las acciones beligerantes de la derecha, o en los funerales del homicida Carlos Andrés Pérez (si se dieran en Venezuela), sino que, en el caso de darse una derrota electoral al Presidente Chávez, ellas, las siempre bien ponderadas Instituciones “del Sistema Nacional de Orquestas ( José Antonio Abreu)”, tocarían en los actos solemnes que coronarían a las nuevas autoridades.
Por esto, con todo respeto, es que me parece irrelevante la cita en la nota de prensa.
Salud!!!
Diego Silva Silva
A continuación algunas perlitas del sepelio de Rafael Caldera, último presidente de la IV República.
En el acto del sepelio fue colocada una gran bandera con SIETE estrellas El Himno Nacional de ese sepelio fue interpretado por un coro de voces del Sistema Nacional de Orquestas (José Antonio Abreu) Al culminar el himno, algunos asistentes gritaron: "¡Viva la democracia!, ¡abajo el totalitarismo!, ¡viva Rafael Caldera!". ”
Así luce el encabezado de una noticia publicada en este portal Aporrea, para finalizar, después de citar varias frases atribuidas al ex presidentes Caldera, con un exhorto a los aporreadotes a opinar.
Creo que lo único relevante, si es que lo puede ser, en un país en donde se irrespeta cotidianamente a la condición humana (el señor de Alo Ciudadano y los monigotes de un pintoresco programa nocturno en Globovisión tienen amplia experticia en el tema, claro, de manera protagónica), es que al ex presidente lo sepultaron con una Bandera Venezolana de siete estrellas.
Es lógico resaltar esto, Caldera perteneció a una generación que edificó, consolidó y luchó hasta el fin de sus días por conservar un estado de cosas que hasta el sol de hoy, sobreviven menguadamente en unos casos, y vigorosamente en otros.
Por ello, aferrarse a un símbolo, como el de las siete estrellas, tiene cierta lógica.
No creo que debamos cambiar el nombre de todos los poemas, obras artísticas (tengo una pieza llamada La Media Luna y las Siete Estrellas) y textos de la época en que la Bandera de Venezuela ostentaba solo siete estrellas, y que además, hacen alusión a ello, sino ubicar significado y significante de manera coherente, osea: lo que pertenece a una época muere con ella, y con ello va también su carga simbólica y filosófica.
Las cosas que representan algo en un momento o período histórico, llevan una poderosa carga semiótica que las acompaña, y en muchos casos, es coherente que dicha asociación se proyecte.
Hemos cantado cientos de veces el himno de la Internacional en los funerales de hermanos camaradas y luchadores, y pienso, por ejemplo, que a la memoria de la recientemente fallecida Solymar, se entonarán canciones representativas de su momento, que aunque corto, es lo suficientemente trascendente en virtud de las fuerzas en pugna que se debaten..una por sobrevivir y la otra, por transformar y transformarse.
Poderosa eclosión que ella, Solymar, diamante en proceso de abrillantamiento, supo honrar y llevar a sus bellas canciones, le corresponde a ella entonces una bandera de Ocho Estrellas.
Es por ello que encuentro relevante el asunto de la bandera de Venezuela con las siete estrellas sobre el féretro del ex presidente, así como todo el discurso con la carga política que el representó.
Es como si los dolientes del ex presidente Rafael Caldera nos dijeran :”Miren, se lleva a su eterno descanso la razón de sus luchas”, que, por equivocadas que las consideremos, utilizó simbólicamente esta Bandera con siete estrellas como fundamento de identidad ideológica, (La misma Bandera que ostentó Chávez cuando recibió de Rafael Caldera la Banda Presidencial ... juro sobre "esta moribunda constitución”), la misma que tantas veces hemos usado hasta dar la vida los revolucionarios, antes de la bandera actual, con ocho estrellas, que Izamos con orgullo a la piel del viento.
Lo que si es totalmente irrelevante, es el hecho de que unos niños (citaré textualmente) “del Sistema Nacional de Orquestas (José Antonio Abreu)” entonaran el Himno en las honras fúnebres, de hecho, ningún crítico lo ha mencionado. Señal además de que el tema es intocable o, como afirmo, irrelevante.
Digo irrelevante porque lo que es cotidiano no es relevante.
Asiduamente, Empresarios, Alcaldes y Gobernadores de Derecha, utilizan estas agrupaciones (cito) “del Sistema Nacional de Orquestas (José Antonio Abreu)” para sus actos oficiales y hasta para actividades proselitistas.
Sin olvidar que durante los días aciagos del golpe petrolero y del golpe de estado, estas agrupaciones arrullaron a los golpistas con sus presentaciones.
Puedo recordar con lucidez a una dama que dirigió un Coro en la Plaza Altamira cuando se presentó el Show de los militares, la misma que tiempo después, fue catalogada de “revolucionaria” por un alto funcionario del Ministerio de Cultura y hoy goza de todos los privilegios que siempre ha tenido.
Y es que estas agrupaciones “del Sistema Nacional de Orquestas ( José Antonio Abreu)” actuarán no solamente en las acciones beligerantes de la derecha, o en los funerales del homicida Carlos Andrés Pérez (si se dieran en Venezuela), sino que, en el caso de darse una derrota electoral al Presidente Chávez, ellas, las siempre bien ponderadas Instituciones “del Sistema Nacional de Orquestas ( José Antonio Abreu)”, tocarían en los actos solemnes que coronarían a las nuevas autoridades.
Por esto, con todo respeto, es que me parece irrelevante la cita en la nota de prensa.
Salud!!!
Diego Silva Silva
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