La ética socialista
Por: Yldefonso Finol
El 3 de septiembre de 2006 Chávez nos convocó a emprender el Proyecto Nacional Simón Bolívar para transformar a fondo el país en los próximos 14 años. La primera de las siete líneas estratégicas de ese Plan enunciadas por nuestro Comandante en Jefe, fue la Nueva Ética Socialista.
Por: Yldefonso Finol
El 3 de septiembre de 2006 Chávez nos convocó a emprender el Proyecto Nacional Simón Bolívar para transformar a fondo el país en los próximos 14 años. La primera de las siete líneas estratégicas de ese Plan enunciadas por nuestro Comandante en Jefe, fue la Nueva Ética Socialista.
Respondámonos en primer lugar, ¿qué es la ética?
En general se entiende por ética, la conducta humana basada en valores morales identificados con el bien. Como rama o parte de la filosofía, la ética es el estudio del sistema de fundamentos de la moral, por lo que también se le puede llamar filosofía moral.
En forma coloquial nos referimos a lo ético como lo moralmente correcto. Hablamos de comportamientos éticos cuando un profesional actúa según los códigos de su oficio, ó, señalamos como antiética una práctica lesiva a la dignidad de la persona o que vulnera los mecanismos correctos de alguna actividad.
Entonces, ¿por qué hablar de una ética socialista, y no simplemente de la ética, sin apellido?
Porque así como existe la diversidad cultural entre los pueblos, también existe la posición de clase, según la clase social a la que se pertenece o al nivel de conciencia, y, el sistema de valores morales que orientan la actuación de los individuos en sociedad, no es el mismo para todos, no es un único sistema de valores morales, aunque haya uno dominante. Lo que es ético para un empresario o un teórico neoliberal, no necesariamente tiene que ser ético para un socialista, un comunista o un patriota bolivariano. Muy por el contrario. En primer lugar porque el capitalista y sus servidores tecnócratas e intelectuales mercantilistas, tienen como propósito fundamental sostener y fortalecer el sistema de explotación del hombre por el hombre. Las reglas del juego capitalista son para ellos una religión. Se les escuchará sostener que la propiedad privada es sagrada. Mientras no les mortificará mucho esgrimir cualquier argumento falaz para justificar la miseria de las mayorías. Ellos han cosechado el lenguaje del éxito como cáliz del individualismo, el lenguaje de la calidad como paradigma de la supremacía de la empresa por encima de la gente.
Nosotros, los revolucionarios, socialistas, comunistas y patriotas bolivarianos, tenemos como centro de nuestra acción política, social y económica, la transformación radical de la sociedad para echar al foso de la historia la explotación del hombre por el hombre y darle paso al socialismo como vía para construir una sociedad de iguales. Por eso nuestra ética es diferente a la ética burguesa, siempre tan trajeada de doble moral.
Qué decir de la ética del imperialismo, allí si es verdad que el capitalismo llega a su mayor grado de inmoralidad generalizada. Se puede invadir cualquier país con las mentiras más descaradas como pretexto. Se puede hacer la guerra contra pequeñas naciones para arrebatarles sus recursos naturales. Se puede poner en jaque la existencia misma de la vida destruyendo el ecosistema. Se puede asesinar mandatarios o derrocar gobiernos democráticos para imponer regímenes serviles al imperio. Todo se puede en nombre de la democracia, los derechos humanos, la lucha contra el narcotráfico, contra el terrorismo, por defender los valores la civilización del dólar.
En general se entiende por ética, la conducta humana basada en valores morales identificados con el bien. Como rama o parte de la filosofía, la ética es el estudio del sistema de fundamentos de la moral, por lo que también se le puede llamar filosofía moral.
En forma coloquial nos referimos a lo ético como lo moralmente correcto. Hablamos de comportamientos éticos cuando un profesional actúa según los códigos de su oficio, ó, señalamos como antiética una práctica lesiva a la dignidad de la persona o que vulnera los mecanismos correctos de alguna actividad.
Entonces, ¿por qué hablar de una ética socialista, y no simplemente de la ética, sin apellido?
Porque así como existe la diversidad cultural entre los pueblos, también existe la posición de clase, según la clase social a la que se pertenece o al nivel de conciencia, y, el sistema de valores morales que orientan la actuación de los individuos en sociedad, no es el mismo para todos, no es un único sistema de valores morales, aunque haya uno dominante. Lo que es ético para un empresario o un teórico neoliberal, no necesariamente tiene que ser ético para un socialista, un comunista o un patriota bolivariano. Muy por el contrario. En primer lugar porque el capitalista y sus servidores tecnócratas e intelectuales mercantilistas, tienen como propósito fundamental sostener y fortalecer el sistema de explotación del hombre por el hombre. Las reglas del juego capitalista son para ellos una religión. Se les escuchará sostener que la propiedad privada es sagrada. Mientras no les mortificará mucho esgrimir cualquier argumento falaz para justificar la miseria de las mayorías. Ellos han cosechado el lenguaje del éxito como cáliz del individualismo, el lenguaje de la calidad como paradigma de la supremacía de la empresa por encima de la gente.
Nosotros, los revolucionarios, socialistas, comunistas y patriotas bolivarianos, tenemos como centro de nuestra acción política, social y económica, la transformación radical de la sociedad para echar al foso de la historia la explotación del hombre por el hombre y darle paso al socialismo como vía para construir una sociedad de iguales. Por eso nuestra ética es diferente a la ética burguesa, siempre tan trajeada de doble moral.
Qué decir de la ética del imperialismo, allí si es verdad que el capitalismo llega a su mayor grado de inmoralidad generalizada. Se puede invadir cualquier país con las mentiras más descaradas como pretexto. Se puede hacer la guerra contra pequeñas naciones para arrebatarles sus recursos naturales. Se puede poner en jaque la existencia misma de la vida destruyendo el ecosistema. Se puede asesinar mandatarios o derrocar gobiernos democráticos para imponer regímenes serviles al imperio. Todo se puede en nombre de la democracia, los derechos humanos, la lucha contra el narcotráfico, contra el terrorismo, por defender los valores la civilización del dólar.
Bolivarianismo y Socialismo
Si en algo coinciden monolíticamente la Doctrina del Libertador Simón Bolívar y la Doctrina del Socialismo, es en la ética. Transversalmente el pensamiento bolivariano está bordado por un hilo común: la supremacía del interés colectivo por encima de los egoísmos personales. La Patria, que es el conglomerado humano al que pertenecemos, merece todo y debemos darle todo, la vida si es preciso. Abandonar todo por la Patria es ganar todo lo esperado. La dignidad humana va unida al hecho revelador de su existencia que es la libertad y la igualdad. Libertad e igualdad son un par inseparable. En ellas descansa el modelo de sociedad a alcanzar. El servicio público se hace por patriotismo y es contrario a cualquier manifestación de deshonestidad. Bolívar plantea la pena máxima contra la corrupción administrativa.
Si en algo coinciden monolíticamente la Doctrina del Libertador Simón Bolívar y la Doctrina del Socialismo, es en la ética. Transversalmente el pensamiento bolivariano está bordado por un hilo común: la supremacía del interés colectivo por encima de los egoísmos personales. La Patria, que es el conglomerado humano al que pertenecemos, merece todo y debemos darle todo, la vida si es preciso. Abandonar todo por la Patria es ganar todo lo esperado. La dignidad humana va unida al hecho revelador de su existencia que es la libertad y la igualdad. Libertad e igualdad son un par inseparable. En ellas descansa el modelo de sociedad a alcanzar. El servicio público se hace por patriotismo y es contrario a cualquier manifestación de deshonestidad. Bolívar plantea la pena máxima contra la corrupción administrativa.
¿En qué consiste entonces la Ética Socialista?
¿Cuál más podría ser la ética de los que aspiramos y luchamos por un mundo de iguales? La que nos han enseñado nuestros héroes y mártires. La del Che Guevara, plasmada en forma por demás poética en la máxima: “Déjenme decirles, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esa cualidad”. Sobran los comentarios.
La ética socialista es el conjunto de valores y principios que orientan la acción de los revolucionarios tanto para la toma del poder como para la obra de construir una nueva sociedad.
¿Cuál más podría ser la ética de los que aspiramos y luchamos por un mundo de iguales? La que nos han enseñado nuestros héroes y mártires. La del Che Guevara, plasmada en forma por demás poética en la máxima: “Déjenme decirles, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esa cualidad”. Sobran los comentarios.
La ética socialista es el conjunto de valores y principios que orientan la acción de los revolucionarios tanto para la toma del poder como para la obra de construir una nueva sociedad.
¿Cuáles son esos valores y principios?
La lealtad incondicional a los intereses de las grandes mayorías desposeídas.
La solidaridad militante con la clase trabajadora en cualquier parte del mundo.
El amor por la vida, la naturaleza y todas las criaturas de la existencia.
El respeto de la dignidad humana en todo evento.
El valor por la amistad entre los pueblos y las personas.
La valoración de las manifestaciones culturales populares.
La búsqueda de la paz y el equilibrio mundial.
El rechazo a toda forma de imperialismo y colonialismo.
El rechazo a toda forma de discriminación racial u otras discriminaciones.
El amor por la Patria y la historia de lucha de nuestros pueblos.
El amor y cuidado especial de nuestras niñas y nuestros niños.
La veneración por nuestros héroes y mártires.
Las consideraciones especiales a adultos mayores y personas con discapacidad.
Máxima preocupación por lo social, la educación, el arte, el deporte, la recreación y todo cuanto vaya en beneficio del crecimiento espiritual y bienestar material del pueblo.
Honestidad y transparencia en el manejo de los recursos públicos.
Utilización de la crítica constructiva y la autocrítica como herramientas de superación de errores y consolidación de la ideología y práctica revolucionaria.
Combate a la flojera en el trabajo y estímulo al esfuerzo y desprendimiento.
Amor por el estudio y la búsqueda del conocimiento científico.
Valoración de la ciencia como vehículo para el bienestar colectivo y la liberación del oscurantismo y la ignorancia.
Rechazo a toda forma de alienación y reivindicación de la libertad de creación.
Ildefonso Finol
"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador
La lealtad incondicional a los intereses de las grandes mayorías desposeídas.
La solidaridad militante con la clase trabajadora en cualquier parte del mundo.
El amor por la vida, la naturaleza y todas las criaturas de la existencia.
El respeto de la dignidad humana en todo evento.
El valor por la amistad entre los pueblos y las personas.
La valoración de las manifestaciones culturales populares.
La búsqueda de la paz y el equilibrio mundial.
El rechazo a toda forma de imperialismo y colonialismo.
El rechazo a toda forma de discriminación racial u otras discriminaciones.
El amor por la Patria y la historia de lucha de nuestros pueblos.
El amor y cuidado especial de nuestras niñas y nuestros niños.
La veneración por nuestros héroes y mártires.
Las consideraciones especiales a adultos mayores y personas con discapacidad.
Máxima preocupación por lo social, la educación, el arte, el deporte, la recreación y todo cuanto vaya en beneficio del crecimiento espiritual y bienestar material del pueblo.
Honestidad y transparencia en el manejo de los recursos públicos.
Utilización de la crítica constructiva y la autocrítica como herramientas de superación de errores y consolidación de la ideología y práctica revolucionaria.
Combate a la flojera en el trabajo y estímulo al esfuerzo y desprendimiento.
Amor por el estudio y la búsqueda del conocimiento científico.
Valoración de la ciencia como vehículo para el bienestar colectivo y la liberación del oscurantismo y la ignorancia.
Rechazo a toda forma de alienación y reivindicación de la libertad de creación.
Ildefonso Finol
"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador
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