¿QUÉ ES UN NÚCLEO DE DESARROLLO ENDÓGENO?
Leopoldo Alberto Cook
En Venezuela tenemos como objeto esencial cambiar el modelo económico, social, político y cultural, que ha producido un cuadro de exclusión y miseria en el país, y aspiramos a colocar como ejes articuladores para el desarrollo a la educación y el trabajo.
Se coloca el acento en la economía social, privilegiando las asociaciones de régimen de propiedad colectiva y promoviendo el desarrollo y articulación de las cadenas productivas a partir de los núcleos de desarrollo endógeno.
Entendemos por Núcleo de Desarrollo Endógeno un centro de producción que devengue bienestar económico y mejores servicios, además del crecimiento de la actividad económica, que permita depender menos de la actividad externa y de los oligopolios, o grupos de poder, internos para catapultar el país, en principio, hacia un liderazgo regional.
Pero hay más. “Nosotros tenemos que construir un modelo de economía humanista, economía social, economía al servicio del ser humano, no al servicio de unas minorías que cada día se enriquecen más a costa de la pobreza de las mayorías y de la destrucción de la clase media; es el camino a la dignificación del país, a la unificación del país”, nos acota el presidente Chávez.
El ministro Elías Jaua afirma que la economía popular debe contribuir con la diversificación, productividad, eficiencia, equidad y calidad de los sistemas productivos nacionales, regionales y locales, construyendo un mecanismo que los haga autosostenibles. “La economía social de iniciativa popular es un extraordinario mecanismo de la democratización de la riqueza”, nos dice.
De acuerdo a lo señalado por Carlos Lanz, como clave del desarrollo endógeno, podemos señalar:
Se trata de dar cuenta de las particularidades regionales y nacionales potenciando sus fuerzas propias;
Se persigue el aprovechamiento eficiente de la infraestructura y la capacidad instalada;
Con la incorporación de la población excluida;
La adopción de un nuevo estilo de vida y de consumo;
El desarrollo de nuevas formas de organización, tanto productiva como social y,
La construcción de redes productivas de diversos tamaños, composición y estructuras tecnológicas, como pueden ser las microempresas, cooperativas y empresas familiares.
En resumen, un Núcleo de Desarrollo Endógeno es un ámbito socioeconómico autosustentable y sostenible; con insumos nacionales, regionales y locales, en el mayor porcentaje posible; que genere empleo local digno; que respete el ambiente; que llegue a ser rentable; en el que sus excedentes se reinviertan y no se extraigan; con un régimen de propiedad colectiva de los medios de producción e incorporación de la población excluida; con aprovechamiento al máximo de la infraestructura y recursos disponibles en la localidad; con solidaridad con el entorno, responsabilidad social (bajo criterios no mercantilistas), motivando la participación protagónica; con una contraloría social justa y eficiente; que promueva la espiritualidad; humanista (con el ser humano como centro, después de Dios); que potencie nuestra idiosincrasia, nuestra cultura; que promueva un nuevo estilo de vida y de consumo; que construya redes productivas de diversos tamaños y estructuras tecnológicas, como pueden ser las microempresas y cooperativas; con apropiación de la tecnología adecuada.
No es fácil definirlo. Menos aún hacerlo realidad. Es un proceso que requiere mucho esfuerzo colectivo. Vale la pena.
Leopoldo Alberto Cook
En Venezuela tenemos como objeto esencial cambiar el modelo económico, social, político y cultural, que ha producido un cuadro de exclusión y miseria en el país, y aspiramos a colocar como ejes articuladores para el desarrollo a la educación y el trabajo.
Se coloca el acento en la economía social, privilegiando las asociaciones de régimen de propiedad colectiva y promoviendo el desarrollo y articulación de las cadenas productivas a partir de los núcleos de desarrollo endógeno.
Entendemos por Núcleo de Desarrollo Endógeno un centro de producción que devengue bienestar económico y mejores servicios, además del crecimiento de la actividad económica, que permita depender menos de la actividad externa y de los oligopolios, o grupos de poder, internos para catapultar el país, en principio, hacia un liderazgo regional.
Pero hay más. “Nosotros tenemos que construir un modelo de economía humanista, economía social, economía al servicio del ser humano, no al servicio de unas minorías que cada día se enriquecen más a costa de la pobreza de las mayorías y de la destrucción de la clase media; es el camino a la dignificación del país, a la unificación del país”, nos acota el presidente Chávez.
El ministro Elías Jaua afirma que la economía popular debe contribuir con la diversificación, productividad, eficiencia, equidad y calidad de los sistemas productivos nacionales, regionales y locales, construyendo un mecanismo que los haga autosostenibles. “La economía social de iniciativa popular es un extraordinario mecanismo de la democratización de la riqueza”, nos dice.
De acuerdo a lo señalado por Carlos Lanz, como clave del desarrollo endógeno, podemos señalar:
Se trata de dar cuenta de las particularidades regionales y nacionales potenciando sus fuerzas propias;
Se persigue el aprovechamiento eficiente de la infraestructura y la capacidad instalada;
Con la incorporación de la población excluida;
La adopción de un nuevo estilo de vida y de consumo;
El desarrollo de nuevas formas de organización, tanto productiva como social y,
La construcción de redes productivas de diversos tamaños, composición y estructuras tecnológicas, como pueden ser las microempresas, cooperativas y empresas familiares.
En resumen, un Núcleo de Desarrollo Endógeno es un ámbito socioeconómico autosustentable y sostenible; con insumos nacionales, regionales y locales, en el mayor porcentaje posible; que genere empleo local digno; que respete el ambiente; que llegue a ser rentable; en el que sus excedentes se reinviertan y no se extraigan; con un régimen de propiedad colectiva de los medios de producción e incorporación de la población excluida; con aprovechamiento al máximo de la infraestructura y recursos disponibles en la localidad; con solidaridad con el entorno, responsabilidad social (bajo criterios no mercantilistas), motivando la participación protagónica; con una contraloría social justa y eficiente; que promueva la espiritualidad; humanista (con el ser humano como centro, después de Dios); que potencie nuestra idiosincrasia, nuestra cultura; que promueva un nuevo estilo de vida y de consumo; que construya redes productivas de diversos tamaños y estructuras tecnológicas, como pueden ser las microempresas y cooperativas; con apropiación de la tecnología adecuada.
No es fácil definirlo. Menos aún hacerlo realidad. Es un proceso que requiere mucho esfuerzo colectivo. Vale la pena.
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