Hacia la campaña admirable
Por: William E. Izarra
En pocos días el Presidente Chávez definirá la estrategia de acción de la Campaña Admirable. Concepto político que establecerá las líneas para confrontar a las fuerzas contrarrevolucionarias en los escenarios coyunturales del 2010 y del 2012. Los factores adversos a la Revolución (nacionales e internacionales) cuentan con obtener el 50% de los Diputados a la Asamblea Nacional para el período 2011-2015, espacio temporal que les permitiría (según sus cálculos) agrupar a un contingente contrarrevolucionario tan contundente que batiría a las fuerzas bolivarianas en el 2012 para liquidarlas y exterminarlas para siempre.
Por: William E. Izarra
En pocos días el Presidente Chávez definirá la estrategia de acción de la Campaña Admirable. Concepto político que establecerá las líneas para confrontar a las fuerzas contrarrevolucionarias en los escenarios coyunturales del 2010 y del 2012. Los factores adversos a la Revolución (nacionales e internacionales) cuentan con obtener el 50% de los Diputados a la Asamblea Nacional para el período 2011-2015, espacio temporal que les permitiría (según sus cálculos) agrupar a un contingente contrarrevolucionario tan contundente que batiría a las fuerzas bolivarianas en el 2012 para liquidarlas y exterminarlas para siempre.
Algo similar a lo que hizo Bolívar en la Batalla de Carabobo contra los españoles.
Eso es su meta. Convertir el escenario del 2012 en lo que equivaldría al aniquilamiento de la Revolución Bolivariana. Pero eso demanda tener fuerza en la Asamblea Nacional (a lograrla en el 2010) lo que sumado a los espacios territoriales bajo su control político (gobernaciones y alcaldías) y el apoyo geopolítico de los entes internacionales adversos al gobierno nacional impulsarían el poder contrarrevolucionario regional para crear una suprafuerza multinacional a fin de contener definitivamente el avance de Chávez, de la Revolución, el antiimperialismo y el socialismo.
Estos supuestos deben servir de referencia a las fuerzas propias (revolucionarias) para medir justamente el alcance de la intencionalidad política de la contrarrevolución mundial. No solo se juega el destino del socialismo en Venezuela sino el resurgimiento del antiimperialismo universal que pueda hacer posible un nuevo modelo político de las sociedades del Siglo XXI y una nueva forma de entender a la vida y al mundo. Más que justificado está entonces en que los afectos al socialismo asuman con convicción, disposición plena, sentido de pertenencia y vocación de lucha imperecedera restearse con Chávez y agregarse a las instrucciones precisas de la Campaña
Admirable. Cual sea la ubicación en que nos encontremos o el rol que cumplimos actualmente, todo elemento que se integre será importante para la Campaña. Ninguno se puede sentir menos que otro o superior a otro. Todos estamos en la misma línea de partida hacia la confrontación para derrotar a la contrarrevolución, al antiimperialismo y de paso al fascismo internacional que subyace en el espíritu de quienes se oponen al socialismo en el mundo.
La fuerzas propias (revolucionarias) reúnen un conjunto de elementos que no son pocos ni débiles y que además cuentan en su conciencia con la energía morfogenéticas (alma y materia, espíritu y potencia, conjunto de sensaciones que se transforma en fuerza) para luchar hasta vencer. Energía potenciadora de actos superiores a nuestra vitalidad física que nos empuja a confrontar adversidades, derrotar inmensos obstáculos y someter las objeciones encontradas que se oponen a nuestras metas. Por muy ilimitadas que sean las dificultades que se presenten la energía morfogenética multiplica la acción del revolucionario para liquidar a la contrarrevolución.
Identifico como fuerzas propias para batir a la contrarrevolución siete grandes divisiones de lucha:
Estos supuestos deben servir de referencia a las fuerzas propias (revolucionarias) para medir justamente el alcance de la intencionalidad política de la contrarrevolución mundial. No solo se juega el destino del socialismo en Venezuela sino el resurgimiento del antiimperialismo universal que pueda hacer posible un nuevo modelo político de las sociedades del Siglo XXI y una nueva forma de entender a la vida y al mundo. Más que justificado está entonces en que los afectos al socialismo asuman con convicción, disposición plena, sentido de pertenencia y vocación de lucha imperecedera restearse con Chávez y agregarse a las instrucciones precisas de la Campaña
Admirable. Cual sea la ubicación en que nos encontremos o el rol que cumplimos actualmente, todo elemento que se integre será importante para la Campaña. Ninguno se puede sentir menos que otro o superior a otro. Todos estamos en la misma línea de partida hacia la confrontación para derrotar a la contrarrevolución, al antiimperialismo y de paso al fascismo internacional que subyace en el espíritu de quienes se oponen al socialismo en el mundo.
La fuerzas propias (revolucionarias) reúnen un conjunto de elementos que no son pocos ni débiles y que además cuentan en su conciencia con la energía morfogenéticas (alma y materia, espíritu y potencia, conjunto de sensaciones que se transforma en fuerza) para luchar hasta vencer. Energía potenciadora de actos superiores a nuestra vitalidad física que nos empuja a confrontar adversidades, derrotar inmensos obstáculos y someter las objeciones encontradas que se oponen a nuestras metas. Por muy ilimitadas que sean las dificultades que se presenten la energía morfogenética multiplica la acción del revolucionario para liquidar a la contrarrevolución.
Identifico como fuerzas propias para batir a la contrarrevolución siete grandes divisiones de lucha:
(i) gobierno nacional; (ii) PSUV; (iii) misiones; (iv) consejos comunales y organizaciones comunitarias; (v) organizaciones populares de reivindicación socialista; (vi) estructuras culturales y educativas para la formación de conciencia revolucionaria; (vii) FANB. Le adiciono a estas divisiones la ética y moral internacional de las corrientes socialistas y antiimperialistas del mundo entero que inducen a elevar la morfogénesis de cada revolucionario.
Este sería, más o menos, el croquis o boceto del escenario que se constituye a partir de enero 2010 y que la Campaña Admirable va a terminar de delinear.
Mientras eso llega en pocos días, me mantengo en mi espacio de lucha investigando al general Douglas Fraser, jefe del Comando Sur de los EE.UU., componente de las fuerzas militares norteamericanas que tiene la responsabilidad de materializar el Plan de Contención Política contra el gobierno de Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana. No obstante, no es suficiente. Por lo que, llamo a voluntarios del CFI o de cualquier corriente revolucionaria y antiimperialista para organizar la Unidad de Observación y Seguimiento al Comando Sur a fin de profundizar en la interpretación de su acción y de las consecuencias que trae para el continente latinoamericano y para las fuerzas socialistas de la región.
Este sería, más o menos, el croquis o boceto del escenario que se constituye a partir de enero 2010 y que la Campaña Admirable va a terminar de delinear.
Mientras eso llega en pocos días, me mantengo en mi espacio de lucha investigando al general Douglas Fraser, jefe del Comando Sur de los EE.UU., componente de las fuerzas militares norteamericanas que tiene la responsabilidad de materializar el Plan de Contención Política contra el gobierno de Hugo Chávez y la Revolución Bolivariana. No obstante, no es suficiente. Por lo que, llamo a voluntarios del CFI o de cualquier corriente revolucionaria y antiimperialista para organizar la Unidad de Observación y Seguimiento al Comando Sur a fin de profundizar en la interpretación de su acción y de las consecuencias que trae para el continente latinoamericano y para las fuerzas socialistas de la región.
Este es un campo de acción poco conocido que quedará a la orden de la Campaña Admirable a partir de enero del 2010.
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