Jose Vicente Scorza Nace en Caracas el 8 de julio de 1924
Demasiado tiempo has perdido en sueños deleznables, Ahora te quito la venda de los ojos,
Metido en un campamento del frente de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, en el distrito Argimiro Gabaldón Corrían los revoltosos años 60. Pese a la duda, continuó en la lucha hasta el final: vinieron combates, muertes, traiciones, cárcel, exilio, el desasosiego ante el fracaso y el tiempo.
La lucha armada quedó atrás, pero sobrevivieron ideas. Ideas que acompañan su quehacer científico motivado a resolver problemas de salud de los menos privilegiados; las columnas para el Diario Frontera sobre la guerra de Vietnam, la persecución política y las decisiones del gobierno imperante a favor del “imperialismo ejercido por Los Estados Unidos”; y el apoyo a otras revoluciones como la cubana y la sandinista.
Debes acostumbrarte al brillo de la luz
José Vicente Scorza se convirtió en marxista en la época que esa palabra era un sacrilegio. En las paredes del centro de Caracas se colgaban afiches que decían: “Quien no lucha contra el comunismo es comunista”. Las ideas de Lenin brillaban desde Europa como símbolo de hermandad y cambio social; y los jóvenes leían con horror en los periódicos cómo los fascistas crecían en el resto de Europa.
Demasiado tiempo has perdido en sueños deleznables, Ahora te quito la venda de los ojos,
Metido en un campamento del frente de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, en el distrito Argimiro Gabaldón Corrían los revoltosos años 60. Pese a la duda, continuó en la lucha hasta el final: vinieron combates, muertes, traiciones, cárcel, exilio, el desasosiego ante el fracaso y el tiempo.
La lucha armada quedó atrás, pero sobrevivieron ideas. Ideas que acompañan su quehacer científico motivado a resolver problemas de salud de los menos privilegiados; las columnas para el Diario Frontera sobre la guerra de Vietnam, la persecución política y las decisiones del gobierno imperante a favor del “imperialismo ejercido por Los Estados Unidos”; y el apoyo a otras revoluciones como la cubana y la sandinista.
Debes acostumbrarte al brillo de la luz
José Vicente Scorza se convirtió en marxista en la época que esa palabra era un sacrilegio. En las paredes del centro de Caracas se colgaban afiches que decían: “Quien no lucha contra el comunismo es comunista”. Las ideas de Lenin brillaban desde Europa como símbolo de hermandad y cambio social; y los jóvenes leían con horror en los periódicos cómo los fascistas crecían en el resto de Europa.
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