Aproximación al golpe del 4F de Hugo Chávez Frías
Hugo Chávez se encuentra en la mira del imperio, Obama lo apunta con vileza e intenta acorralarlo, Hugo Chávez viene cantando victorias, con los pueblos del mundo en la marcha hacia la liberación.
Raul Bracho
Teniente Coronel Hugo Chávez Frías. El 4 de Febrero de 1.992, hace 18 años, fue la fecha en que debutó Hugo Rafael Chávez en la historia de Venezuela.
El tronar de las turbinas de los aviones militares en vuelo raso nos hicieron saber que este hombre existía, su levantamiento fracasó y a las 4 de la tarde, aproximadamente, pudimos saber quien era, Venezuela le vio la cara por primera vez al Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, prisionero y conminando a sus compañeros de sublevación a rendirse, aceptó que su aventura no había logrado la victoria, por ahora.
Carlos Andrés Pérez, presidente de Venezuela en aquel año, debía regresar ese día de Davos, Suiza, precisamente del Foro Económico Mundial. Desde el día 3F . El alzamiento—denominado Operación Zamora—se inició en la tarde del día 3 y estalló en la noche. Los responsables eran miembros de una agrupación clandestina existente en el seno de las Fuerzas Armadas, conocida como Movimiento Bolivariano MBR-200, fundada en 1983 por los entonces capitanes del Ejército Hugo Chávez Frías, Felipe Acosta Carlés y Jesús Urdaneta Hernández, quienes se desempeñaban como instructores de la Academia Militar. Entre sus miembros figuraban oficiales de graduaciones medias tales como comandantes, mayores, capitanes, tenientes y tenientes-coroneles, por lo que este grupo subversivo dentro de las Fuerzas Armadas se conoció como los COMACATE. Buena parte de sus integrantes pertenecían a la promoción Simón Bolívar, egresada de la Escuela Militar en 1975.
Las razones argumentadas por los oficiales golpistas, eran la gestión política y económica del Presidente Pérez; el descontento de los sectores medios y bajos de las Fuerzas Armadas por los hechos de corrupción verificados en los altos mandos militares; la subordinación de las Fuerzas Armadas a un liderazgo político que consideraban incapaz y corrupto; la utilización de las Fuerzas Armadas, en particular el Ejército y la Guardia Nacional, en la represión de los disturbios del 27 de febrero de 1989; el cuestionamiento a la posición sostenida por el presidente Pérez en las negociaciones relativas a la delimitación limítrofe con Colombia; el deterioro de las condiciones socioeconómicas de la oficialidad media y baja de las tropas; y el empleo de las Fuerzas Armadas en labores como repartición de útiles escolares, becas alimentarias, campañas de vacunación y de arborización. De acuerdo con los alzados su acción estaba justificada por la interpretación del artículo 132 de la Constitución Nacional de 1961, según el cual se consagraba a las Fuerzas Armadas la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución y a las leyes, el cual estaba siendo vulnerado por el Gobierno de Pérez. No obstante, a pesar de lo anterior en entrevistas concedidas a la prensa, lo golpistas señalaron que lo mismos estaban conspirando desde hacía 10 años antes, aproximadamente durante el gobierno de Luis Herrera Campíns.
Los principales dirigentes de la acción golpista fueron los tenientes coroneles Hugo Chávez Frías, Francisco Arias Cárdenas, Joel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernández y Jesús Ortiz Contreras. La toma de la región capital estuvo bajo la responsabilidad del teniente coronel Chávez Frías, quien dirigió las acciones desde el Museo Histórico Militar de La Planicie, y del teniente coronel Joel Acosta Chirinos, quien comandó las operaciones en la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda, en La Carlota. Los combates en el Distrito Federal se iniciaron hacia las 11 p.m. del día 3 y los enfrentamientos más intensos tuvieron lugar en la residencia presidencial La Casona, en el Palacio de Miraflores y en la base aérea Francisco de Miranda. Otras acciones tuvieron lugar en el Fuerte Tiuna, donde se iniciaron las acciones golpistas, en las comandancias generales del Ejército y la Armada, en el Comando Regional núm. 5 y el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, la sede de la Disip en el Helicoide, en la sede de la Comandancia de la Policía Metropolitana en Cotiza y en Venezolana de Televisión (canal 8). A pesar de la magnitud del movimiento en la región capital, el presidente Pérez pudo sortear con éxito la situación, ya que a su llegada de Suiza estaban esperándolo el Ministro de la Defensa, general Fernando Ochoa Antich, y el Ministro de Interiores, Virgilio Ávila Vivas, quienes se habían trasladado al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, para desarticular un presunto operativo destinado a detener al presidente Pérez. Una vez en la residencia presidencial, Pérez recibió a las 11 p.m. una llamada telefónica de Ochoa Antich en la que era informado de un alzamiento en el Fuerte Mara en el Zulia, por lo que decidió trasladarse al Palacio de Miraflores, evadiendo por escasos minutos la captura de los golpistas. Posteriormente, a las 12 p.m. Miraflores fue atacado por tanques y por una unidad de paracaidistas, produciéndose intensos combates que derivaron en múltiples heridos y muertos de ambas partes. Nuevamente, el presidente Pérez logro huir de sus captores dirigiéndose al canal 4 de televisión (Venevisión), desde donde se comunicó con el país a la 1 a.m., informando acerca de la situación y condenando al movimiento insurreccional.
Finalmente, la rendición de los insurgentes comenzó una vez que las tropas leales retomaron el Palacio de Miraflores a las 4 a.m. y se prolongó hasta cerca del mediodía del día 4, cuando se entregó el líder de la operación, el comandante Hugo Chávez Frías. El presidente Pérez retornó al Palacio una vez que fue recuperado por las fuerzas del gobierno. Sin embargo, la situación en el resto del país no estaba controlada, ya que a diferencia de la región capital donde el movimiento insurreccional fracasó, en el estado Zulia había triunfado la operación denominada Reconstrucción 92. En tal sentido, su máximo jefe Francisco Arias Cárdenas, quien se desempeñaba como comandante del grupo de artillería misilística José Tadeo Monagas, había tomado a las 12 p.m. la casa del gobernador del estado Oswaldo Álvarez Paz, y desde la misma se proclamó gobernador militar del estado, dando a conocer a través de una emisora radial los motivos del golpe y los principios del MBR-200. Entre los principales puntos estratégicos tomados por las fuerzas de Arias Cárdenas, figuraban el puente sobre el Lago de Maracaibo, el cuartel Libertador, los destacamentos 33 y 35 de la Guardia Nacional, el Cuartel de Patrulleros de la Policía del Estado, la sede de la Disip, instalaciones petroleras de la costa oriental del lago, el canal 11 de televisión, etc. No obstante, en vista del fracaso de las operaciones en Caracas, Arias depuso las armas.
Toda Venezuela se memorizó la cara de aquel alto y delgado Coronel que brevemente, con la cara constreñida por la derrota y por los sueños agolpados en sus ojos, ante las cámaras atinó a pronunciar una sentencia memorial, “lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos propusimos no han sido posibles de alcanzar”.
Nueve años después, un 2 de Febrero este Coronel atrevido y valiente, recibía del Presidente Rafael Caldera la banda presidencial que lo asignaba como presidente electo por el pueblo para ser nuestro presidente, más de 11 consultas electorales lo han ratificado en su voluntad de regir nuestros destinos.
Hoy Hugo Rafael Chávez Frías, aquel Teniente Coronel de hace 18 años, tiene la garganta añeja de tanto gritar sus discursos ante todos los pueblos y haber conmovido la historia de todo un continente, tiene la estatura gigante de quienes cambian el mundo.
Hoy a 18 años de aquel 4 F de 1.992, aquella asonada militar es hoy la asonada de todos los pueblos de la América y de África, a 18 años, hoy Hugo Chávez se encuentra en la mira del imperio, Obama, el traidor americano, lo apunta con vileza e intenta acorralarlo, Hugo Chávez viene cantando victorias, con los pueblos del mundo en una marcha indetenibles hacia la liberación del imperialismo. Aún si estén sonando los tambores de guerra imperiales, tras de él se entona el himno de de la libertad de todos nuestros pueblos.
Larga vida a Chávez, libertador, padre, amigo.
Hugo Chávez se encuentra en la mira del imperio, Obama lo apunta con vileza e intenta acorralarlo, Hugo Chávez viene cantando victorias, con los pueblos del mundo en la marcha hacia la liberación.
Raul Bracho
Teniente Coronel Hugo Chávez Frías. El 4 de Febrero de 1.992, hace 18 años, fue la fecha en que debutó Hugo Rafael Chávez en la historia de Venezuela.
El tronar de las turbinas de los aviones militares en vuelo raso nos hicieron saber que este hombre existía, su levantamiento fracasó y a las 4 de la tarde, aproximadamente, pudimos saber quien era, Venezuela le vio la cara por primera vez al Teniente Coronel Hugo Chávez Frías, prisionero y conminando a sus compañeros de sublevación a rendirse, aceptó que su aventura no había logrado la victoria, por ahora.
Carlos Andrés Pérez, presidente de Venezuela en aquel año, debía regresar ese día de Davos, Suiza, precisamente del Foro Económico Mundial. Desde el día 3F . El alzamiento—denominado Operación Zamora—se inició en la tarde del día 3 y estalló en la noche. Los responsables eran miembros de una agrupación clandestina existente en el seno de las Fuerzas Armadas, conocida como Movimiento Bolivariano MBR-200, fundada en 1983 por los entonces capitanes del Ejército Hugo Chávez Frías, Felipe Acosta Carlés y Jesús Urdaneta Hernández, quienes se desempeñaban como instructores de la Academia Militar. Entre sus miembros figuraban oficiales de graduaciones medias tales como comandantes, mayores, capitanes, tenientes y tenientes-coroneles, por lo que este grupo subversivo dentro de las Fuerzas Armadas se conoció como los COMACATE. Buena parte de sus integrantes pertenecían a la promoción Simón Bolívar, egresada de la Escuela Militar en 1975.
Las razones argumentadas por los oficiales golpistas, eran la gestión política y económica del Presidente Pérez; el descontento de los sectores medios y bajos de las Fuerzas Armadas por los hechos de corrupción verificados en los altos mandos militares; la subordinación de las Fuerzas Armadas a un liderazgo político que consideraban incapaz y corrupto; la utilización de las Fuerzas Armadas, en particular el Ejército y la Guardia Nacional, en la represión de los disturbios del 27 de febrero de 1989; el cuestionamiento a la posición sostenida por el presidente Pérez en las negociaciones relativas a la delimitación limítrofe con Colombia; el deterioro de las condiciones socioeconómicas de la oficialidad media y baja de las tropas; y el empleo de las Fuerzas Armadas en labores como repartición de útiles escolares, becas alimentarias, campañas de vacunación y de arborización. De acuerdo con los alzados su acción estaba justificada por la interpretación del artículo 132 de la Constitución Nacional de 1961, según el cual se consagraba a las Fuerzas Armadas la defensa nacional, la estabilidad de las instituciones democráticas y el respeto a la Constitución y a las leyes, el cual estaba siendo vulnerado por el Gobierno de Pérez. No obstante, a pesar de lo anterior en entrevistas concedidas a la prensa, lo golpistas señalaron que lo mismos estaban conspirando desde hacía 10 años antes, aproximadamente durante el gobierno de Luis Herrera Campíns.
Los principales dirigentes de la acción golpista fueron los tenientes coroneles Hugo Chávez Frías, Francisco Arias Cárdenas, Joel Acosta Chirinos, Jesús Urdaneta Hernández y Jesús Ortiz Contreras. La toma de la región capital estuvo bajo la responsabilidad del teniente coronel Chávez Frías, quien dirigió las acciones desde el Museo Histórico Militar de La Planicie, y del teniente coronel Joel Acosta Chirinos, quien comandó las operaciones en la base aérea Generalísimo Francisco de Miranda, en La Carlota. Los combates en el Distrito Federal se iniciaron hacia las 11 p.m. del día 3 y los enfrentamientos más intensos tuvieron lugar en la residencia presidencial La Casona, en el Palacio de Miraflores y en la base aérea Francisco de Miranda. Otras acciones tuvieron lugar en el Fuerte Tiuna, donde se iniciaron las acciones golpistas, en las comandancias generales del Ejército y la Armada, en el Comando Regional núm. 5 y el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, la sede de la Disip en el Helicoide, en la sede de la Comandancia de la Policía Metropolitana en Cotiza y en Venezolana de Televisión (canal 8). A pesar de la magnitud del movimiento en la región capital, el presidente Pérez pudo sortear con éxito la situación, ya que a su llegada de Suiza estaban esperándolo el Ministro de la Defensa, general Fernando Ochoa Antich, y el Ministro de Interiores, Virgilio Ávila Vivas, quienes se habían trasladado al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, para desarticular un presunto operativo destinado a detener al presidente Pérez. Una vez en la residencia presidencial, Pérez recibió a las 11 p.m. una llamada telefónica de Ochoa Antich en la que era informado de un alzamiento en el Fuerte Mara en el Zulia, por lo que decidió trasladarse al Palacio de Miraflores, evadiendo por escasos minutos la captura de los golpistas. Posteriormente, a las 12 p.m. Miraflores fue atacado por tanques y por una unidad de paracaidistas, produciéndose intensos combates que derivaron en múltiples heridos y muertos de ambas partes. Nuevamente, el presidente Pérez logro huir de sus captores dirigiéndose al canal 4 de televisión (Venevisión), desde donde se comunicó con el país a la 1 a.m., informando acerca de la situación y condenando al movimiento insurreccional.
Finalmente, la rendición de los insurgentes comenzó una vez que las tropas leales retomaron el Palacio de Miraflores a las 4 a.m. y se prolongó hasta cerca del mediodía del día 4, cuando se entregó el líder de la operación, el comandante Hugo Chávez Frías. El presidente Pérez retornó al Palacio una vez que fue recuperado por las fuerzas del gobierno. Sin embargo, la situación en el resto del país no estaba controlada, ya que a diferencia de la región capital donde el movimiento insurreccional fracasó, en el estado Zulia había triunfado la operación denominada Reconstrucción 92. En tal sentido, su máximo jefe Francisco Arias Cárdenas, quien se desempeñaba como comandante del grupo de artillería misilística José Tadeo Monagas, había tomado a las 12 p.m. la casa del gobernador del estado Oswaldo Álvarez Paz, y desde la misma se proclamó gobernador militar del estado, dando a conocer a través de una emisora radial los motivos del golpe y los principios del MBR-200. Entre los principales puntos estratégicos tomados por las fuerzas de Arias Cárdenas, figuraban el puente sobre el Lago de Maracaibo, el cuartel Libertador, los destacamentos 33 y 35 de la Guardia Nacional, el Cuartel de Patrulleros de la Policía del Estado, la sede de la Disip, instalaciones petroleras de la costa oriental del lago, el canal 11 de televisión, etc. No obstante, en vista del fracaso de las operaciones en Caracas, Arias depuso las armas.
Toda Venezuela se memorizó la cara de aquel alto y delgado Coronel que brevemente, con la cara constreñida por la derrota y por los sueños agolpados en sus ojos, ante las cámaras atinó a pronunciar una sentencia memorial, “lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos propusimos no han sido posibles de alcanzar”.
Nueve años después, un 2 de Febrero este Coronel atrevido y valiente, recibía del Presidente Rafael Caldera la banda presidencial que lo asignaba como presidente electo por el pueblo para ser nuestro presidente, más de 11 consultas electorales lo han ratificado en su voluntad de regir nuestros destinos.
Hoy Hugo Rafael Chávez Frías, aquel Teniente Coronel de hace 18 años, tiene la garganta añeja de tanto gritar sus discursos ante todos los pueblos y haber conmovido la historia de todo un continente, tiene la estatura gigante de quienes cambian el mundo.
Hoy a 18 años de aquel 4 F de 1.992, aquella asonada militar es hoy la asonada de todos los pueblos de la América y de África, a 18 años, hoy Hugo Chávez se encuentra en la mira del imperio, Obama, el traidor americano, lo apunta con vileza e intenta acorralarlo, Hugo Chávez viene cantando victorias, con los pueblos del mundo en una marcha indetenibles hacia la liberación del imperialismo. Aún si estén sonando los tambores de guerra imperiales, tras de él se entona el himno de de la libertad de todos nuestros pueblos.
Larga vida a Chávez, libertador, padre, amigo.
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