Y seguimos creciendo
Miguel Pérez Abad
… La autoestima del venezolano, hoy, ha subido considerablemente, así lo revelan diversos estudios e investigaciones, incluso de universidades y organismos internacionales de incuestionable solvencia como Latinobarómetro, por sólo citar un ejemplo...
Pese a la crisis económica mundial, en Venezuela el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), llegó a su vigésimo segundo trimestre registrando un incremento ininterrumpido. Ciertamente, no se está creciendo a la velocidad contabilizada en el mismo período del año pasado, pero debemos celebrar que no formamos parte de los países que ya han entrado en recesión, fenómeno que significa la caída del PIB por dos trimestres consecutivos.
La lista es larga y debe llenarnos de orgullo que nuestro país, no forma parte de los que ya padecen este flagelo económico: Alemania, Italia, Hong Kong, Eurozona, Japón, Estados Unidos, Canadá, Suecia Portugal, México, entre otros. En el pasado, no hubiésemos creído, partiendo de la baja autoestima que teníamos como nación, que Venezuela está exenta de un fenómeno negativo como la recesión, mientras otros países desarrollados lo están viviendo. La autoestima del venezolano, hoy, ha subido considerablemente, así lo revelan diversos estudios e investigaciones, incluso de universidades y organismos internacionales de incuestionable solvencia como Latinobarómetro, por sólo citar un ejemplo. Y este hecho, indudablemente es un logro de la Revolución Bolivariana.
Ahora bien, el privilegio del ligero crecimiento del PIB venezolano ante un mundo que decrece, no puede ser visto de manera aislada. La forma en que la nuestra economía ha reducido su vulnerabilidad ante una crisis económica mundial como la que se está viviendo actualmente, tiene su origen en las políticas de desarrollo que se vienen aplicando en el país por el Gobierno Bolivariano. Una de ellas es la creación del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) en el 2005, lo que ha permitido contar con recursos para el desarrollo del país y para la inversión, lo cual a su vez es un motor para sostener la actividad económica.
Como todos sabemos, a través de este fondo se acometen obras de infraestructura (metros, ferrocarriles, carreteras, centros asistenciales y escuelas) que tienen un efecto multiplicador en la industria de la construcción, la manufactura, el sector comercio y muy especialmente, surte un efecto positivo en la generación de empleo. Asimismo, la nueva geopolítica liderada por el Presidente Chávez, que ha devenido en la creación de diversos fondos con China y Rusia, entre otras naciones, son una fuente de recursos para continuar imprimiéndole dinamismo a la actividad económica con la ejecución de megaproyectos.
Las perspectivas seguirán siendo positivas en nuestro país, aunque siempre conscientes que puede haber una disminución en la velocidad. Para el segundo trimestre, el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, señaló que la expectativa es crecer más del porcentaje alcanzado para la fecha (0,3%). Si así llueve, que no escampe.
… La autoestima del venezolano, hoy, ha subido considerablemente, así lo revelan diversos estudios e investigaciones, incluso de universidades y organismos internacionales de incuestionable solvencia como Latinobarómetro, por sólo citar un ejemplo...
Pese a la crisis económica mundial, en Venezuela el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), llegó a su vigésimo segundo trimestre registrando un incremento ininterrumpido. Ciertamente, no se está creciendo a la velocidad contabilizada en el mismo período del año pasado, pero debemos celebrar que no formamos parte de los países que ya han entrado en recesión, fenómeno que significa la caída del PIB por dos trimestres consecutivos.
La lista es larga y debe llenarnos de orgullo que nuestro país, no forma parte de los que ya padecen este flagelo económico: Alemania, Italia, Hong Kong, Eurozona, Japón, Estados Unidos, Canadá, Suecia Portugal, México, entre otros. En el pasado, no hubiésemos creído, partiendo de la baja autoestima que teníamos como nación, que Venezuela está exenta de un fenómeno negativo como la recesión, mientras otros países desarrollados lo están viviendo. La autoestima del venezolano, hoy, ha subido considerablemente, así lo revelan diversos estudios e investigaciones, incluso de universidades y organismos internacionales de incuestionable solvencia como Latinobarómetro, por sólo citar un ejemplo. Y este hecho, indudablemente es un logro de la Revolución Bolivariana.
Ahora bien, el privilegio del ligero crecimiento del PIB venezolano ante un mundo que decrece, no puede ser visto de manera aislada. La forma en que la nuestra economía ha reducido su vulnerabilidad ante una crisis económica mundial como la que se está viviendo actualmente, tiene su origen en las políticas de desarrollo que se vienen aplicando en el país por el Gobierno Bolivariano. Una de ellas es la creación del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) en el 2005, lo que ha permitido contar con recursos para el desarrollo del país y para la inversión, lo cual a su vez es un motor para sostener la actividad económica.
Como todos sabemos, a través de este fondo se acometen obras de infraestructura (metros, ferrocarriles, carreteras, centros asistenciales y escuelas) que tienen un efecto multiplicador en la industria de la construcción, la manufactura, el sector comercio y muy especialmente, surte un efecto positivo en la generación de empleo. Asimismo, la nueva geopolítica liderada por el Presidente Chávez, que ha devenido en la creación de diversos fondos con China y Rusia, entre otras naciones, son una fuente de recursos para continuar imprimiéndole dinamismo a la actividad económica con la ejecución de megaproyectos.
Las perspectivas seguirán siendo positivas en nuestro país, aunque siempre conscientes que puede haber una disminución en la velocidad. Para el segundo trimestre, el presidente del Banco Central de Venezuela (BCV), Nelson Merentes, señaló que la expectativa es crecer más del porcentaje alcanzado para la fecha (0,3%). Si así llueve, que no escampe.
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