La columna del Diablo
Las invasiones no son revolucionarias
A partir de las preocupaciones de la revolución por problemas como la vivienda y la carencia de tierras para los campesinos, se ha generado la práctica de las invasiones de edificios, casas, urbanizaciones completas y tierras que hayan sido afectadas por el gobierno, en su lucha contra el latifundio.
Cualquiera que sea la situación, la práctica de la invasión no es revolucionaria, no obedece a ningún orden, ni a ninguna orden. Simplemente es la expresión más pura de la anarquía que contribuye a la quiebra de la autoridad, a sembrar la impresión de carencia del gobierno, y de hecho, crear incertidumbre que conduce a la desestabilización.
En Caracas, centenares de edificios fueron invadidos, y por lo general, no lo hicieron grupos de familias con verdadera necesidad de viviendas, sino en muchos casos por delincuentes, bandas completas que hicieron de la invasión un enorme negocio, revendiendo los apartamentos ocupados. Otros, se han dado el lujo de ver duplicada su posesión de viviendas, sin que nadie se haya ocupado con seriedad y urgencia de estos hechos. ¿Cuántas peligrosas bandas delictivas se han localizado en muchos de los edificios invadidos en Caracas? Las páginas rojas de los medios de comunicación lo han reseñado con creces.
Campesinos organizados en varias regiones del país que ha recibido tierras por parte del INTI se vienen quejando de la invasión de que son objeto por grupos de extranjeros que pretenden desalojar a los beneficiarios legales. Miles de campesinos se lo han hecho saber a las autoridades desde Guárico, Aragua, Mérida y otras regiones.
El propio Comandante Chávez condenó las invasiones de viviendas como un grave problema que no puede permitirse por ninguna razón. Ha pedido a gobernadores, alcaldes y demás autoridades, combatir esa práctica antirrevolucionaria.
Las invasiones merecen el tratamiento de delito, y como tal deben ser combatidas, ya sea en las ciudades o en el campo, porque la revolución no es anarquía
Las invasiones no son revolucionarias
A partir de las preocupaciones de la revolución por problemas como la vivienda y la carencia de tierras para los campesinos, se ha generado la práctica de las invasiones de edificios, casas, urbanizaciones completas y tierras que hayan sido afectadas por el gobierno, en su lucha contra el latifundio.
Cualquiera que sea la situación, la práctica de la invasión no es revolucionaria, no obedece a ningún orden, ni a ninguna orden. Simplemente es la expresión más pura de la anarquía que contribuye a la quiebra de la autoridad, a sembrar la impresión de carencia del gobierno, y de hecho, crear incertidumbre que conduce a la desestabilización.
En Caracas, centenares de edificios fueron invadidos, y por lo general, no lo hicieron grupos de familias con verdadera necesidad de viviendas, sino en muchos casos por delincuentes, bandas completas que hicieron de la invasión un enorme negocio, revendiendo los apartamentos ocupados. Otros, se han dado el lujo de ver duplicada su posesión de viviendas, sin que nadie se haya ocupado con seriedad y urgencia de estos hechos. ¿Cuántas peligrosas bandas delictivas se han localizado en muchos de los edificios invadidos en Caracas? Las páginas rojas de los medios de comunicación lo han reseñado con creces.
Campesinos organizados en varias regiones del país que ha recibido tierras por parte del INTI se vienen quejando de la invasión de que son objeto por grupos de extranjeros que pretenden desalojar a los beneficiarios legales. Miles de campesinos se lo han hecho saber a las autoridades desde Guárico, Aragua, Mérida y otras regiones.
El propio Comandante Chávez condenó las invasiones de viviendas como un grave problema que no puede permitirse por ninguna razón. Ha pedido a gobernadores, alcaldes y demás autoridades, combatir esa práctica antirrevolucionaria.
Las invasiones merecen el tratamiento de delito, y como tal deben ser combatidas, ya sea en las ciudades o en el campo, porque la revolución no es anarquía
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