Dos brazos de un mismo cuerpo
Antonia Muñoz
El título de esta reflexión es un símil que desde hace unos pocos meses atrás ha venido usando el Presidente Chávez para hacernos entender a quienes lo seguimos, cómo el partido y gobierno, debe relacionarse con el pueblo para ayudar a concretar el modelo de país planteado en el Proyecto Nacional Simón Bolívar. Y lo que es más importante, cómo accionar para no decepcionar a tanta gente que ha creído en la propuesta de país que nos presentó el Presidente Chávez, y que quienes decimos creer y respetar su liderazgo tenemos la obligación de concretar en la práctica. Dos instrumentos para lograr el país que planteamos, son el partido y el gobierno. Hace unos meses atrás para enfatizar el rol que tiene nuestro partido en el logro de los objetivos de la revolución bolivariana, el Presidente Chávez nos ejemplificó la trilogía como: partido y gobierno: dos brazos de un mismo cuerpo, donde el cuerpo representa al PUEBLO, el cual debe ser guiado y servido por sus dos brazos, PARTIDO y GOBIERNO, en coordinación armoniosa, pero sin que el uno asfixie o anule al otro.
En mi opinión, los lineamientos del Partido Socialista de Venezuela (PSUV), formalizados el 25 de abril con la aprobación de: La Declaración de Principios, los Estatutos y las Bases Programáticas, deberían determinar el accionar de todos quienes militamos en el PSUV, el partido de la revolución bolivariana. De lo contrario, como dice la Biblia, nos convertiremos en los propios fariseos: decimos, pero no hacemos. Seríamos sepulcros blanqueados, limpios por fuera, pero llenos de inmundicias y de pestilencias por dentro. Los lineamientos del partido nos dicen como actuar en lo personal y en lo político, y quienes no estén dispuestos a ponerlo en práctica, deberían apartarse porque le harían daño a la revolución.
Los lineamientos del partido deben ser la brújula que oriente nuestro andar en el arte de gobernar y nuestra estrategia en el arte de convencer y atraer a quienes todavía no creen en nuestros planteamientos. El partido nos da las herramientas espirituales y materiales para lograr que nuestro pueblo organizado y conciente se ponga en movimiento hacia su autogobierno. El partido y el gobierno tienen un papel relevante en facilitar el acceso del pueblo al conocimiento, a la información, para así aumentar su nivel de conciencia política. En fin, el partido y el gobierno en relación armoniosa, pero sin interferir uno la función del otro, deben lograr que el pueblo perciba nuestro gobierno "como aquel que ofrece la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política". EL GOBIERNO DEBE SER EL BRAZO QUE EJECUTE LAS POLÍTICAS, EL PARTIDO DEBE SER EL BRAZO QUE CONCIENTICE AL PUEBLO Y REALICE LA CONTRALORÍA POLÍTICA DEL GOBIERNO. Sin embargo, estamos hablando de dos instancias íntimamente consustanciadas en términos de objetivos comunes
Antonia Muñoz
El título de esta reflexión es un símil que desde hace unos pocos meses atrás ha venido usando el Presidente Chávez para hacernos entender a quienes lo seguimos, cómo el partido y gobierno, debe relacionarse con el pueblo para ayudar a concretar el modelo de país planteado en el Proyecto Nacional Simón Bolívar. Y lo que es más importante, cómo accionar para no decepcionar a tanta gente que ha creído en la propuesta de país que nos presentó el Presidente Chávez, y que quienes decimos creer y respetar su liderazgo tenemos la obligación de concretar en la práctica. Dos instrumentos para lograr el país que planteamos, son el partido y el gobierno. Hace unos meses atrás para enfatizar el rol que tiene nuestro partido en el logro de los objetivos de la revolución bolivariana, el Presidente Chávez nos ejemplificó la trilogía como: partido y gobierno: dos brazos de un mismo cuerpo, donde el cuerpo representa al PUEBLO, el cual debe ser guiado y servido por sus dos brazos, PARTIDO y GOBIERNO, en coordinación armoniosa, pero sin que el uno asfixie o anule al otro.
En mi opinión, los lineamientos del Partido Socialista de Venezuela (PSUV), formalizados el 25 de abril con la aprobación de: La Declaración de Principios, los Estatutos y las Bases Programáticas, deberían determinar el accionar de todos quienes militamos en el PSUV, el partido de la revolución bolivariana. De lo contrario, como dice la Biblia, nos convertiremos en los propios fariseos: decimos, pero no hacemos. Seríamos sepulcros blanqueados, limpios por fuera, pero llenos de inmundicias y de pestilencias por dentro. Los lineamientos del partido nos dicen como actuar en lo personal y en lo político, y quienes no estén dispuestos a ponerlo en práctica, deberían apartarse porque le harían daño a la revolución.
Los lineamientos del partido deben ser la brújula que oriente nuestro andar en el arte de gobernar y nuestra estrategia en el arte de convencer y atraer a quienes todavía no creen en nuestros planteamientos. El partido nos da las herramientas espirituales y materiales para lograr que nuestro pueblo organizado y conciente se ponga en movimiento hacia su autogobierno. El partido y el gobierno tienen un papel relevante en facilitar el acceso del pueblo al conocimiento, a la información, para así aumentar su nivel de conciencia política. En fin, el partido y el gobierno en relación armoniosa, pero sin interferir uno la función del otro, deben lograr que el pueblo perciba nuestro gobierno "como aquel que ofrece la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política". EL GOBIERNO DEBE SER EL BRAZO QUE EJECUTE LAS POLÍTICAS, EL PARTIDO DEBE SER EL BRAZO QUE CONCIENTICE AL PUEBLO Y REALICE LA CONTRALORÍA POLÍTICA DEL GOBIERNO. Sin embargo, estamos hablando de dos instancias íntimamente consustanciadas en términos de objetivos comunes
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