La escoria contra nosotros. ¿Quién contra ellos?
La Revolución Bolivariana, sirvió entre otras muchas cosas, para poner en su sitio a quienes se disfrazaban de gente, siendo en realidad alimañas sin ningún valor moral o ético.
Javier Monagas Maita
En verdad que derribar estructuras, que pese a estar irremediablemente podridas, es una tarea dura. Más aun, si bajo su tutela están inverosímiles y mediocres seres que caminan por imitación, pero que en su interior reptan como las peores víboras malignas.
Si en algo ha destacado el proceso político venezolano, es en desenmascarar toda clase de piltrafas que con el disfraz de revolucionarios, de izquierdistas, de honestos, de responsables y de demócratas, al final resultaron solo unos miserables que se venden al primer merodeador de la comarca. Pero esa realidad no es solo interna en nuestras fronteras, también fuera de ellas y más aun en otros continentes.
Las traiciones y engaños son una figura permanente en la historia universal, pero creo que pocos procesos nacionales han motivado que tantos farsantes hicieran su aparición de una manera tan apabullante durante el final del siglo XX y lo que va del XXI como el proceso que se desarrolla hoy en Venezuela. Desde Teodoro Petkof, Pompeyo Marques, Gabriel Puerta Aponte, Andrés Velázquez y un séptico etc. Nacionalmente, e internacionalmente, con una alimaña como el atorrante José Manuel Insulza, el cobarde Carlos Mauricio Funes, o de otras alimañas que se creían muy intelectuales e imparciales y que al fina su bajeza llegó a tanto, que hasta vendieron miserablemente su nacionalidad y renegaron de su pueblo y de origen, en esta parrilla se anotan Vargas Llosa – padre e hijo - , Jaime Bayly, la camada de gusanos mayameros cubanos, renegadas bestias tan viles, que conspiran contra su patria y pueblo y ya le han puesto precio hasta las arenillas de las playas de la gran Cuba; para entregarlas a los asesinos sionistas gobernantes en el imperio de mal del norte, o los desalmados oligarcas colombianos y sus instrumentos de muertes, que disfrutan matando a su pueblo, a la vez que cobran mucho dinero inorgánico yanqui por envenenar a la juventud colombiana y a la Norteamericana con drogas y prostitución. O como el farsante mayor Oscar Arias y su cofradía: Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos, Micheletti, Lobo, Martinelli y la camada estelar de perros sin voluntad, desarrollada en el Chile de antes y después de Pinochet y que se corona hoy con el actual presidente y su joya internacional de la bajeza José Manuel Insulza; sin olvidar a los rastreros de Aznar, Mariano Rajoy y esa figura indigna de Juan Carlos de Borbón , Unos estupendos ejemplares de mediocridad, servilismo y entreguismo oportunistas, sin vergüenza ni moral humana. Son muchos los citables en estas notas, pero solo quise poner unos pocos ejemplos de cómo desde que apareció en el escenario político nacional e internacional la Revolución Bolivariana se empezaron a destapar sus verdaderas esencias y ambiciones.
Mañana dirá la historia. La revolución Bolivariana, sirvió entre muchas cosas, para poner en su sitio a quienes se disfrazaban de gente, siendo en realidad alimañas sin ningún valor moral o ético.
La Revolución Bolivariana, sirvió entre otras muchas cosas, para poner en su sitio a quienes se disfrazaban de gente, siendo en realidad alimañas sin ningún valor moral o ético.
Javier Monagas Maita
En verdad que derribar estructuras, que pese a estar irremediablemente podridas, es una tarea dura. Más aun, si bajo su tutela están inverosímiles y mediocres seres que caminan por imitación, pero que en su interior reptan como las peores víboras malignas.
Si en algo ha destacado el proceso político venezolano, es en desenmascarar toda clase de piltrafas que con el disfraz de revolucionarios, de izquierdistas, de honestos, de responsables y de demócratas, al final resultaron solo unos miserables que se venden al primer merodeador de la comarca. Pero esa realidad no es solo interna en nuestras fronteras, también fuera de ellas y más aun en otros continentes.
Las traiciones y engaños son una figura permanente en la historia universal, pero creo que pocos procesos nacionales han motivado que tantos farsantes hicieran su aparición de una manera tan apabullante durante el final del siglo XX y lo que va del XXI como el proceso que se desarrolla hoy en Venezuela. Desde Teodoro Petkof, Pompeyo Marques, Gabriel Puerta Aponte, Andrés Velázquez y un séptico etc. Nacionalmente, e internacionalmente, con una alimaña como el atorrante José Manuel Insulza, el cobarde Carlos Mauricio Funes, o de otras alimañas que se creían muy intelectuales e imparciales y que al fina su bajeza llegó a tanto, que hasta vendieron miserablemente su nacionalidad y renegaron de su pueblo y de origen, en esta parrilla se anotan Vargas Llosa – padre e hijo - , Jaime Bayly, la camada de gusanos mayameros cubanos, renegadas bestias tan viles, que conspiran contra su patria y pueblo y ya le han puesto precio hasta las arenillas de las playas de la gran Cuba; para entregarlas a los asesinos sionistas gobernantes en el imperio de mal del norte, o los desalmados oligarcas colombianos y sus instrumentos de muertes, que disfrutan matando a su pueblo, a la vez que cobran mucho dinero inorgánico yanqui por envenenar a la juventud colombiana y a la Norteamericana con drogas y prostitución. O como el farsante mayor Oscar Arias y su cofradía: Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos, Micheletti, Lobo, Martinelli y la camada estelar de perros sin voluntad, desarrollada en el Chile de antes y después de Pinochet y que se corona hoy con el actual presidente y su joya internacional de la bajeza José Manuel Insulza; sin olvidar a los rastreros de Aznar, Mariano Rajoy y esa figura indigna de Juan Carlos de Borbón , Unos estupendos ejemplares de mediocridad, servilismo y entreguismo oportunistas, sin vergüenza ni moral humana. Son muchos los citables en estas notas, pero solo quise poner unos pocos ejemplos de cómo desde que apareció en el escenario político nacional e internacional la Revolución Bolivariana se empezaron a destapar sus verdaderas esencias y ambiciones.
Mañana dirá la historia. La revolución Bolivariana, sirvió entre muchas cosas, para poner en su sitio a quienes se disfrazaban de gente, siendo en realidad alimañas sin ningún valor moral o ético.
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