Mosca pues, o la oposición malandra
ARNALDO TAVÍO
Realmente no son todos, pero podemos decir que son mayoría. Se trata de los grupos de malandros, rapaces y vengativos que se mueven dentro de la dirigencia oposicionista. Sobre ellos ya se prendió la luz roja porque comenzaron a planear lo que harán cuando, en un supuesto negado, ganen las elecciones parlamentarias. Los mismos voceros de esa dirigencia adeca-copeyana, mezclada con los Primero Justicia, Podemos, Proyecto Venezuela, empresarios e iglesia, opuesta al proceso revolucionario, señalan, en artículos de opinión, que ya están enumerando las maldades y atrocidades que llevarán a cabo al día siguiente de las elecciones del 26-S. Leopoldo Puchi y Argelia Ríos, dos de esos opositores, abogan por bajar los ánimos y pensar bien cómo se desenvolverá tras la posible victoria.
Entre las prioridades están: sacar al Presidente de la República, derogar leyes, devolver tierras o bienes expropiadas o rescatadas, revisar todas las misiones sociales, privatizar de nuevo a Cantv, la Electricidad de Caracas y otras empresas de ese ramo. Pero también, y es lo más preocupante, “discuten qué castigos se aplicarán a los chavistas, o si debe haber perdón o no”, según indica Puchi en su artículo “El olor de la revancha”. Para ambos articulistas, esa actitud es contraproducente porque modifica la intención del voto de quienes piensen saltar la talanquera hacia la oposición malandra.
Lo que plantean esos dos dirigentes no es descabellado.
ARNALDO TAVÍO
Realmente no son todos, pero podemos decir que son mayoría. Se trata de los grupos de malandros, rapaces y vengativos que se mueven dentro de la dirigencia oposicionista. Sobre ellos ya se prendió la luz roja porque comenzaron a planear lo que harán cuando, en un supuesto negado, ganen las elecciones parlamentarias. Los mismos voceros de esa dirigencia adeca-copeyana, mezclada con los Primero Justicia, Podemos, Proyecto Venezuela, empresarios e iglesia, opuesta al proceso revolucionario, señalan, en artículos de opinión, que ya están enumerando las maldades y atrocidades que llevarán a cabo al día siguiente de las elecciones del 26-S. Leopoldo Puchi y Argelia Ríos, dos de esos opositores, abogan por bajar los ánimos y pensar bien cómo se desenvolverá tras la posible victoria.
Entre las prioridades están: sacar al Presidente de la República, derogar leyes, devolver tierras o bienes expropiadas o rescatadas, revisar todas las misiones sociales, privatizar de nuevo a Cantv, la Electricidad de Caracas y otras empresas de ese ramo. Pero también, y es lo más preocupante, “discuten qué castigos se aplicarán a los chavistas, o si debe haber perdón o no”, según indica Puchi en su artículo “El olor de la revancha”. Para ambos articulistas, esa actitud es contraproducente porque modifica la intención del voto de quienes piensen saltar la talanquera hacia la oposición malandra.
Lo que plantean esos dos dirigentes no es descabellado.
Hace un par de años un amigo que ahora vive en el exterior, me alertó sobre la elaboración de una lista de los chavistas que viven en urbanizaciones de clase media, y que dicho conteo no era precisamente para ofrecernos caramelos, sino para algo peor, muchísimo más macabro. Debemos estar alertas, debemos denunciar cualquier rumor con base, debemos, pues, estar moscas con esa oposición malandra, que no quiere a nadie sino el poder.
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