El presidente Chávez subrayó que, a diferencia de entonces, el Gobierno de Venezuela hoy está del lado del pueblo, y no para proteger los intereses de la burguesía, y llamó a la reflexión a los sectores que promueven la desestabilización económica augurando un "estallido", y les advirtió:
"Calculen. Un "Caracazo" no sería contra Chávez".
El presidente Chávez comenzó su intervención en la sesión especial de la Asamblea Nacional en la parroquia El Valle, en conmemoración del 20 aniversario de la rebelión popular y la masacre del 27 de febrero, señalando la importancia de "reivindicar lo que aquí ocurrió". "A mí me correspondió ser testigo cercano de aquellos de eventos políticos que fueron marcando el fin de una era y el comienzo de otra"
"Grandes acontecimientos ocurrían en el mundo, y con un gran impacto en Venezuela, pero ya Eleazar (Díaz Rangel) nos recordaba cifras que debemos estudiar, divulgar. La pobreza en Venezuela, sobre todo después del "Viernes Negro" - por cierto, una denominación racial, que asocia lo negro con lo malo- un día terrible"
Chávez subrayó que "nada ocurre de la nada, todos los fenómenos tienen sus causas, y los venezolanos de hoy tenemos la obligación de estudiarlas, y no dejarnos llevar por griterías histéricas o por odios intestinales, y gritos irracionales como eso del "no es no". Yo hago un llamado a los venezolanos. Nadie crea que tiene la verdad en la mano. Estudiemos. Nadie se deje llevar como un borrego. Seamos cultos, seamos sabios".
"Rindamos tributo a la memoria de Simón Rodríguez, que murió un día como hoy. Gran revolucionario, pensador socialista, que murió en la más completa miseria, en un pueblo de la costa peruana donde el cura prohibió que alojaran al enfermo anciano, tenía ya 83 años. Simón Narciso Carreño Rodríguez, maestro de los niños de Caracas, entre ellos uno muy rebelde, llamado Simón Bolívar. Leamos a Simón Rodríguez, estudiemos sus escritos".
"Quiero felicitar al Dr. Díaz Rangel, porque él es el ejemplo de un periodista verdadero, objetivo, crítico, no hace concesiones a la verdad".
"Muchachos no se dejen utilizar por la mentira, por el palangre, seamos dignos. ¡Cuánto daño le hace al periodismo el palangrismo! En su gran confusión existencial, ellas y ellos envenenados, terminan despreciando al pueblo, despreciando al país, despreciando la sabiduría, despreciándolo todo y despreciándose a ellos mismos".
El 27 de febrero fue un movimiento racional
El presidente Chávez subrayó que el 27 de febrero de 1989 "tuvo mil razones profundas. Fue un movimiento racional".
"La pobreza en Venezuela se duplicó en cuatro años, y además no había ningún tipo de programa como los que hoy tenemos. Había un Estado entregado a la burguesía, el Estado burgués. El Viernes Negro fue aquel febrero (también) de 1983. Era Luis Herrera Campins, recientemente fallecido y que en paz descanse, presidente de Venezuela. El viernes negro Venezuela comenzó a hundirse la llamada por algunos "Venezuela saudita", aquella Venezuela de los años 70, la "gran Venezuela" adeco-copeiana del Pacto de Punto Fijo".
"Teníamos un gobierno y un Estado que, ante la crisis, protegía a la burguesía. Leyes para proteger la burguesía, porque aquellos presidentes y la mayor parte de aquellos diputados y diputadas, a diferencia radical de lo que hoy ocurre, la en aquel tiempo Corte Suprema, no había Defensoría del Pueblo. Todos los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) estaban subordinados. Eran simplemente títeres de la oligarquía y del imperialismo norteamericano. Utilizaban a nuestra fuerza armada".
"La crisis cayó con todo su peso sobre los hombros del pueblo y de los trabajadores. El desempleo. Le dieron libertad a Fedecámaras, por ejemplo, y a los grandes empresarios, para incrementar los precios de todo, sin restricción de ningún tipo (acuerdos con el Fondo Monetario). Incrementaron de una sola vez no sólo la gasolina, el agua, energía eléctrica, todos los servicios, mientras los ricos seguían disfrutando y beneficiándose del ingreso nacional. Los pobres se hundían en la miseria. La clase media, esa clase media a veces manipulada por los medios de comunicación, a veces insensibilizada, desconociendo las causas, las razones, dando muestras de ignorancia supina acerca de las realidades que vivimos.
El presidente Chávez comenzó su intervención en la sesión especial de la Asamblea Nacional en la parroquia El Valle, en conmemoración del 20 aniversario de la rebelión popular y la masacre del 27 de febrero, señalando la importancia de "reivindicar lo que aquí ocurrió". "A mí me correspondió ser testigo cercano de aquellos de eventos políticos que fueron marcando el fin de una era y el comienzo de otra"
"Grandes acontecimientos ocurrían en el mundo, y con un gran impacto en Venezuela, pero ya Eleazar (Díaz Rangel) nos recordaba cifras que debemos estudiar, divulgar. La pobreza en Venezuela, sobre todo después del "Viernes Negro" - por cierto, una denominación racial, que asocia lo negro con lo malo- un día terrible"
Chávez subrayó que "nada ocurre de la nada, todos los fenómenos tienen sus causas, y los venezolanos de hoy tenemos la obligación de estudiarlas, y no dejarnos llevar por griterías histéricas o por odios intestinales, y gritos irracionales como eso del "no es no". Yo hago un llamado a los venezolanos. Nadie crea que tiene la verdad en la mano. Estudiemos. Nadie se deje llevar como un borrego. Seamos cultos, seamos sabios".
"Rindamos tributo a la memoria de Simón Rodríguez, que murió un día como hoy. Gran revolucionario, pensador socialista, que murió en la más completa miseria, en un pueblo de la costa peruana donde el cura prohibió que alojaran al enfermo anciano, tenía ya 83 años. Simón Narciso Carreño Rodríguez, maestro de los niños de Caracas, entre ellos uno muy rebelde, llamado Simón Bolívar. Leamos a Simón Rodríguez, estudiemos sus escritos".
"Quiero felicitar al Dr. Díaz Rangel, porque él es el ejemplo de un periodista verdadero, objetivo, crítico, no hace concesiones a la verdad".
"Muchachos no se dejen utilizar por la mentira, por el palangre, seamos dignos. ¡Cuánto daño le hace al periodismo el palangrismo! En su gran confusión existencial, ellas y ellos envenenados, terminan despreciando al pueblo, despreciando al país, despreciando la sabiduría, despreciándolo todo y despreciándose a ellos mismos".
El 27 de febrero fue un movimiento racional
El presidente Chávez subrayó que el 27 de febrero de 1989 "tuvo mil razones profundas. Fue un movimiento racional".
"La pobreza en Venezuela se duplicó en cuatro años, y además no había ningún tipo de programa como los que hoy tenemos. Había un Estado entregado a la burguesía, el Estado burgués. El Viernes Negro fue aquel febrero (también) de 1983. Era Luis Herrera Campins, recientemente fallecido y que en paz descanse, presidente de Venezuela. El viernes negro Venezuela comenzó a hundirse la llamada por algunos "Venezuela saudita", aquella Venezuela de los años 70, la "gran Venezuela" adeco-copeiana del Pacto de Punto Fijo".
"Teníamos un gobierno y un Estado que, ante la crisis, protegía a la burguesía. Leyes para proteger la burguesía, porque aquellos presidentes y la mayor parte de aquellos diputados y diputadas, a diferencia radical de lo que hoy ocurre, la en aquel tiempo Corte Suprema, no había Defensoría del Pueblo. Todos los poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) estaban subordinados. Eran simplemente títeres de la oligarquía y del imperialismo norteamericano. Utilizaban a nuestra fuerza armada".
"La crisis cayó con todo su peso sobre los hombros del pueblo y de los trabajadores. El desempleo. Le dieron libertad a Fedecámaras, por ejemplo, y a los grandes empresarios, para incrementar los precios de todo, sin restricción de ningún tipo (acuerdos con el Fondo Monetario). Incrementaron de una sola vez no sólo la gasolina, el agua, energía eléctrica, todos los servicios, mientras los ricos seguían disfrutando y beneficiándose del ingreso nacional. Los pobres se hundían en la miseria. La clase media, esa clase media a veces manipulada por los medios de comunicación, a veces insensibilizada, desconociendo las causas, las razones, dando muestras de ignorancia supina acerca de las realidades que vivimos.
Y siguen diciendo que Venezuela hoy se hunde en la pobreza".
"No, es al revés. Y así seguirá siendo, yo me comprometo. Ése es mi compromiso y mi juramento con los pobres de Venezuela: ¡Bienaventurados los pobres, porque de ellos será la patria socialista! ¡Bienaventurados los pobres, porque de ellos será el Reino de Cristo aquí en la Tierra: el reino de la igualdad, de la justicia, de la libertad, de la felicidad! ¡Bienaventurados nuestros niños porque ellos tendrán patria de la buena! Se nos irá la vida en esta batalla, pero lo lograremos".
"La pobreza en Venezuela se incrementaba, la clase media prácticamente desapareció. Todas estas urbanizaciones del Valle, en una ocasión fueron de los sectores medios. La pobreza cayó sobre los sectores populares y sectores medios de la población de manera brutal. Los sueldos fueron congelados. Las pensiones, jubilaciones, empezaron a desaparecer. Los alimentos se fueron por las nubes. La vivienda. Todo. Y no había gobierno que protegiera a los pobres y a los sectores medios de la población".
Este Gobierno está del lado del pueblo
"Hoy la situación ha cambiado: la pobreza en Venezuela en estos diez años de revolución la hemos reducido a la mitad. Y ahora es cuando vamos a seguir reduciendo la pobreza y la pobreza extrema. Y este gobierno no esta aquí para preservar los intereses de la burguesía. Quiero que quede bien claro. Nosotros defendemos y defenderemos los intereses del pueblo, y especialmente de los más pobres, de los trabajadores, de las mujeres amas de casa, de los niños, de los estudiantes, de la juventud, de los indígenas, de los agricultores, de los pequeños productores".
El presidente Chávez llamó la atención sobre la fortaleza del sistema financiero y de la economía venezolana. Y recalcó que la prueba es que cada vez hay menos desempleo, "aparte de los trabajadores que botó Ledezma, el alcalde metropolitano, que votó siete mil, incluyendo mujeres embarazadas, y de los miles de trabajadores que están botando en el Táchira".
"Más nunca volverán, pero tenemos que trabajar muy duro, porque no hay enemigo pequeño, y ellos son enemigos de la patria, enemigos del pueblo. Ya lo saquearon, lo masacraron. Un día como hoy, hace 20 años, ellos fueron. Son los mismos que no dudaban en ordenarle a la Fuerza Armada ametrallar estos edificios, ametrallar los barrios, masacrar a un pueblo".
El presidente se refirió a la campaña de desestabilización y terrorismo económico que están promoviendo algunos sectores a través de internet y otros medios. Ratificó la solidez de la economía venezolana pero hizo un llamado a la reflexión: "¿Qué harían los ricos de Venezuela si aquí se desata un caos? ¿Quién saldría perdiendo más si el país se desatara de nuevo? Porque ellos estaban diciendo ayer que Venezuela está a punto de otro Caracazo, que esto está palpitando como una bomba. Eso no es así, aunque yo soy el primero en reconocer que tenemos deudas muy grandes todavía con el pueblo, con los pobres, con la salud, la educación, la vivienda, la seguridad en las calles, la lucha contra la corrupción, contra la ineficiencia. Es una tarea para la que invito a todos: al Gobierno, al Estado, al pueblo, a los medios de comunicación, a las organizaciones sociales públicas, privadas, etc.
Ellos dicen que está a punto de estallar. Es lo que ellos, de manera irracional, quieren que ocurra. Pero es que no se dan cuenta de que ellos perderían mucho más. Porque les voy a decir algo: ¿Ustedes creen, oligarcas de Venezuela, que si aquí hubiera otro Caracazo, nosotros, los militares, vamos a salir como entonces a rociar de metralla y de muerte las calles del pueblo y a los pobres? No lo haríamos. ¡Nos uniríamos al pueblo pobre! Yo les hago un llamado para que se den cuenta de la realidad, y no se dejen manipular. El único ente que pudiera llevar a cabo un nuevo Caracazo aquí se llama el mismo que lo hizo hace 20 años: el pueblo bolivariano, el pueblo venezolano. Los pobres de Venezuela, los trabajadores de Venezuela, los verdaderos luchadores de Venezuela. Y un Caracazo no sería contra Chávez. Calculen.
"No, es al revés. Y así seguirá siendo, yo me comprometo. Ése es mi compromiso y mi juramento con los pobres de Venezuela: ¡Bienaventurados los pobres, porque de ellos será la patria socialista! ¡Bienaventurados los pobres, porque de ellos será el Reino de Cristo aquí en la Tierra: el reino de la igualdad, de la justicia, de la libertad, de la felicidad! ¡Bienaventurados nuestros niños porque ellos tendrán patria de la buena! Se nos irá la vida en esta batalla, pero lo lograremos".
"La pobreza en Venezuela se incrementaba, la clase media prácticamente desapareció. Todas estas urbanizaciones del Valle, en una ocasión fueron de los sectores medios. La pobreza cayó sobre los sectores populares y sectores medios de la población de manera brutal. Los sueldos fueron congelados. Las pensiones, jubilaciones, empezaron a desaparecer. Los alimentos se fueron por las nubes. La vivienda. Todo. Y no había gobierno que protegiera a los pobres y a los sectores medios de la población".
Este Gobierno está del lado del pueblo
"Hoy la situación ha cambiado: la pobreza en Venezuela en estos diez años de revolución la hemos reducido a la mitad. Y ahora es cuando vamos a seguir reduciendo la pobreza y la pobreza extrema. Y este gobierno no esta aquí para preservar los intereses de la burguesía. Quiero que quede bien claro. Nosotros defendemos y defenderemos los intereses del pueblo, y especialmente de los más pobres, de los trabajadores, de las mujeres amas de casa, de los niños, de los estudiantes, de la juventud, de los indígenas, de los agricultores, de los pequeños productores".
El presidente Chávez llamó la atención sobre la fortaleza del sistema financiero y de la economía venezolana. Y recalcó que la prueba es que cada vez hay menos desempleo, "aparte de los trabajadores que botó Ledezma, el alcalde metropolitano, que votó siete mil, incluyendo mujeres embarazadas, y de los miles de trabajadores que están botando en el Táchira".
"Más nunca volverán, pero tenemos que trabajar muy duro, porque no hay enemigo pequeño, y ellos son enemigos de la patria, enemigos del pueblo. Ya lo saquearon, lo masacraron. Un día como hoy, hace 20 años, ellos fueron. Son los mismos que no dudaban en ordenarle a la Fuerza Armada ametrallar estos edificios, ametrallar los barrios, masacrar a un pueblo".
El presidente se refirió a la campaña de desestabilización y terrorismo económico que están promoviendo algunos sectores a través de internet y otros medios. Ratificó la solidez de la economía venezolana pero hizo un llamado a la reflexión: "¿Qué harían los ricos de Venezuela si aquí se desata un caos? ¿Quién saldría perdiendo más si el país se desatara de nuevo? Porque ellos estaban diciendo ayer que Venezuela está a punto de otro Caracazo, que esto está palpitando como una bomba. Eso no es así, aunque yo soy el primero en reconocer que tenemos deudas muy grandes todavía con el pueblo, con los pobres, con la salud, la educación, la vivienda, la seguridad en las calles, la lucha contra la corrupción, contra la ineficiencia. Es una tarea para la que invito a todos: al Gobierno, al Estado, al pueblo, a los medios de comunicación, a las organizaciones sociales públicas, privadas, etc.
Ellos dicen que está a punto de estallar. Es lo que ellos, de manera irracional, quieren que ocurra. Pero es que no se dan cuenta de que ellos perderían mucho más. Porque les voy a decir algo: ¿Ustedes creen, oligarcas de Venezuela, que si aquí hubiera otro Caracazo, nosotros, los militares, vamos a salir como entonces a rociar de metralla y de muerte las calles del pueblo y a los pobres? No lo haríamos. ¡Nos uniríamos al pueblo pobre! Yo les hago un llamado para que se den cuenta de la realidad, y no se dejen manipular. El único ente que pudiera llevar a cabo un nuevo Caracazo aquí se llama el mismo que lo hizo hace 20 años: el pueblo bolivariano, el pueblo venezolano. Los pobres de Venezuela, los trabajadores de Venezuela, los verdaderos luchadores de Venezuela. Y un Caracazo no sería contra Chávez. Calculen.
¿El pueblo contra Chávez? Jamás. ¿Chávez contra el pueblo? Jamás. Chávez y el pueblo unidos para siempre, contra lo que sea y contra lo que venga. Eso está escrito en las piedras con fuego imborrable.
El 27 de febrero el pueblo se quedó sin soldados. Los soldados del pueblo no pudimos acompañarlos, no pudimos protegerlos. Fue atropellado el pueblo por esos soldados. Pero ¿quiénes son esos soldados que ametrallaron al pueblo? Eleazar lo recordaba: aquí trajeron batallones de allá de la selva. Llegaban a la Carlota, y cuando no se hizo suficiente llegaban a Maiquetía o a la base de Maracay.
Yo era al mismo tiempo ayudante del general Secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa y comandante del Directorio Revolucionario del MBR-200. Sólo que el Movimiento Bolivariano en los cuarteles en esos años 87, 88, había sido muy golpeado. El movimiento había venido creciendo, sobre todo desde el 82, cuando el juramento al Samán de Guere. Pero en el 86 ocurren eventos que delatan parte del movimiento, y entre ellos a mí. Es cuando me dejan por allá por el Cajón de Arauca. Me dijo un general un día, ministro de Defensa: "Chávez, ¿tú tienes aquí cuánto tiempo?" Le dije "tengo tres años ya". "Prepárate para tres más, de aquí no sales". "Bueno, yo soy un soldado. De aquí no saldré", le dije. Lo que él nunca supo es que yo me estaba preparando, me estaba alimentando en mi propio barro, en mi propia agua, en la sabana de Arauca". Yo me estaba cargando. Porque uno sabía que llegaría el día de la gran insurrección, de la que Douglas Bravo hablaba. Sólo que no llegó como Douglas y nosotros lo debatíamos durante muchos años, Alfredo Maneiro, Clever Ramírez, que vivía por aquí.
Hablábamos de la insurrección general. Llegó la insurrección, pero llegó por partes. Hace 20 años salió el pueblo rebelde, insurrecto, a la vanguardia contra el neoliberalismo, contra el Fondo Monetario Internacional, contra el imperialismo. Quienes dicen, sobre todo intelectuales de la burguesía que han tratado de sembrar esa matriz histórica, que el 27 y el 28 de febrero aquí lo que ocurrió fue un motín de hambrientos, un motín irracional de una turba, y se han encargado de que queden para la historia, sobre todo, las imágenes de los saqueos. Pero no sólo hubo saqueos aquí. No. Yo lo recuerdo. En la Av. Bolívar, donde está el que llaman "Bolívar civil", en las torres del Centro Simón Bolívar, en la Av. Sucre, la Urdaneta, había una masa de gente que no estaba saqueando nada: estaban protestando contra las medidas del Fondo Monetario.
Hubo saqueos, pero no fue un movimiento de saqueadores, no fue un motín de hambrientos. Eso tenía una carga por dentro. Lo dicen las leyes del caos: dentro del caos hay un orden natural, un impulso existencial. El pueblo venezolano, en aquel caos salió con un impulso vital, con una dirección existencial. Era la lucha por la vida, por el futuro. ¡Eso hay que reivindicarlo! Eso no fue una turba irracional. Lo irracional es lo que no tiene razón. Irracional es esta oligarquía, esta burguesía, aunque se pongan finas corbatas y vayan a peluquerías y tengan los apellidos más rimbombantes: "Perico de los palotes de la barra". No tienen razón.
El pueblo no es irracional. El 27 de febrero tuvo mil razones profundas para que ocurriera un movimiento racional, existencial, vital, esencialmente político. Aquellos días nació esta revolución, hace 20 años. Fue el pueblo el que dio el paso al frente, y el pueblo fue masacrado. Miles de mártires.
No habrá pacto con la burguesía. Diálogo con el pueblo siempre. Yo estaré dialogando siempre con el pueblo y oyendo al pueblo.
El 28 de febrero el pueblo se quedó sin soldados, pero la procesión iba por dentro. El 27-28 de febrero hace 20 años reactivó el movimiento revolucionario en los cuarteles. Cuando pasó el desastre, comenzamos por los cuarteles a decir y a repetir la frase aquella de Bolívar: "Maldito sea el soldado que vuelva las armas contra su pueblo". Y empezamos a decir: La maldición de nuestro padre Bolívar nos ha caído encima. ¿Cómo quitarnos esa maldición? No había otra manera. La rebelión del 4 de Febrero se comenzó a escribir el 27 y el 28 de Febrero de 1989.
Era lunes también el 4 de Febrero de 1992. Pero ¿qué pasó? No hubo pueblo que nos acompañara, no podía haberlo. Los movimientos de izquierda estaban prácticamente rendidos al sistema. Así tengo que decirlo, con todo respeto a muchos líderes honestos que tuvo la izquierda venezolana. Pero los que sabían de la insurrección, la mayoría, se negaron a acompañarnos, más bien desinformaron a algunos movimientos populares, más bien trataron de sabotear o de abortar la rebelión.
A mí mandaron a matarme, desde las filas de Bandera Roja, que habían logrado infiltrar alguna corriente del Movimiento Revolucionario. Trataron de matarme y casi lo logran una noche de diciembre de 1991, cuando la rebelión estaba ya que nacía, palpitaba la patria, los cuarteles parían. Y hubo el parto.
El 27 de febrero el pueblo parió, y parió con sangre y con dolor. El 4 de Febrero parieron los cuarteles, también con sangre y con dolor. Y luego vino el encuentro de los dos niños que nacieron. Y aquí estamos hoy abrazados, pueblo y soldados. La síntesis histórica de febrero, rebelde siempre, del 27 y del 4 de febrero. Y nos hemos unido para no separarnos más nunca.
Chávez no se va. Trato hecho: ustedes mandan y yo obedezco. Ahora, yo pido a todos consagración. Vamos a buscar con mayor esmero, mayores grados de eficiencia y de rendimiento en el gobierno, atendiendo las necesidades del pueblo, en la organización popular. Pido que organicen las comunas populares. Nosotros cada día más debemos transferirle poder a las comunas.
El socialismo no es de la boca para afuera. Los valores cristianos son esencialmente socialistas. Todas las creencias religiosas abreban de lo mismo: el amor a los demás, la honestidad.
Recuerden lo que decía José Martí: "¿Tú crees que eres honesto porque no robas a nadie, porque no matas a nadie" No es suficiente que no robes a nadie para ser honesto. Veámoslo como Martí. Si tú sabes que cerca de tí hay alguien sufriendo por algo y no haces algo para tratar de aliviar ese sufrimiento, no eres honesto. Es más, no eres humano. Se los sigo por experiencia propia: el amor por los demás se puede desarrollar. Hay que abonarlo. Eso crece o disminuye y desaparece. El amor por los demás, la conciencia del deber social.
Nosotros en Venezuela desde hace 20 años comenzamos a transitar el camino hacia la sociedad socialista, la sociedad cristiana. Veinte años han pasado, dos ciclos: desde el 89 al 99. Nos juntamos los del 27 de febrero y los del 4 de febrero. Hace 10 años llegamos al Gobierno: el plan revolucionario desde el Gobierno con el pueblo.
Y estos días estamos comenzando el tercer ciclo: del 2009 al 2019. El Socialismo. En profundidad, la sociedad socialista.
¡Que viva el pueblo rebelde de febrero!
¡Que viva Simón Rodríguez!
¡Que viva la Revolución Bolivariana!
¡Qué viva la Fuerza Armada Bolivariana!
¡Que viva la unidad nacional!
¡Que viva la unidad popular!
¡Que viva el Socialismo!
El 27 de febrero el pueblo se quedó sin soldados. Los soldados del pueblo no pudimos acompañarlos, no pudimos protegerlos. Fue atropellado el pueblo por esos soldados. Pero ¿quiénes son esos soldados que ametrallaron al pueblo? Eleazar lo recordaba: aquí trajeron batallones de allá de la selva. Llegaban a la Carlota, y cuando no se hizo suficiente llegaban a Maiquetía o a la base de Maracay.
Yo era al mismo tiempo ayudante del general Secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa y comandante del Directorio Revolucionario del MBR-200. Sólo que el Movimiento Bolivariano en los cuarteles en esos años 87, 88, había sido muy golpeado. El movimiento había venido creciendo, sobre todo desde el 82, cuando el juramento al Samán de Guere. Pero en el 86 ocurren eventos que delatan parte del movimiento, y entre ellos a mí. Es cuando me dejan por allá por el Cajón de Arauca. Me dijo un general un día, ministro de Defensa: "Chávez, ¿tú tienes aquí cuánto tiempo?" Le dije "tengo tres años ya". "Prepárate para tres más, de aquí no sales". "Bueno, yo soy un soldado. De aquí no saldré", le dije. Lo que él nunca supo es que yo me estaba preparando, me estaba alimentando en mi propio barro, en mi propia agua, en la sabana de Arauca". Yo me estaba cargando. Porque uno sabía que llegaría el día de la gran insurrección, de la que Douglas Bravo hablaba. Sólo que no llegó como Douglas y nosotros lo debatíamos durante muchos años, Alfredo Maneiro, Clever Ramírez, que vivía por aquí.
Hablábamos de la insurrección general. Llegó la insurrección, pero llegó por partes. Hace 20 años salió el pueblo rebelde, insurrecto, a la vanguardia contra el neoliberalismo, contra el Fondo Monetario Internacional, contra el imperialismo. Quienes dicen, sobre todo intelectuales de la burguesía que han tratado de sembrar esa matriz histórica, que el 27 y el 28 de febrero aquí lo que ocurrió fue un motín de hambrientos, un motín irracional de una turba, y se han encargado de que queden para la historia, sobre todo, las imágenes de los saqueos. Pero no sólo hubo saqueos aquí. No. Yo lo recuerdo. En la Av. Bolívar, donde está el que llaman "Bolívar civil", en las torres del Centro Simón Bolívar, en la Av. Sucre, la Urdaneta, había una masa de gente que no estaba saqueando nada: estaban protestando contra las medidas del Fondo Monetario.
Hubo saqueos, pero no fue un movimiento de saqueadores, no fue un motín de hambrientos. Eso tenía una carga por dentro. Lo dicen las leyes del caos: dentro del caos hay un orden natural, un impulso existencial. El pueblo venezolano, en aquel caos salió con un impulso vital, con una dirección existencial. Era la lucha por la vida, por el futuro. ¡Eso hay que reivindicarlo! Eso no fue una turba irracional. Lo irracional es lo que no tiene razón. Irracional es esta oligarquía, esta burguesía, aunque se pongan finas corbatas y vayan a peluquerías y tengan los apellidos más rimbombantes: "Perico de los palotes de la barra". No tienen razón.
El pueblo no es irracional. El 27 de febrero tuvo mil razones profundas para que ocurriera un movimiento racional, existencial, vital, esencialmente político. Aquellos días nació esta revolución, hace 20 años. Fue el pueblo el que dio el paso al frente, y el pueblo fue masacrado. Miles de mártires.
No habrá pacto con la burguesía. Diálogo con el pueblo siempre. Yo estaré dialogando siempre con el pueblo y oyendo al pueblo.
El 28 de febrero el pueblo se quedó sin soldados, pero la procesión iba por dentro. El 27-28 de febrero hace 20 años reactivó el movimiento revolucionario en los cuarteles. Cuando pasó el desastre, comenzamos por los cuarteles a decir y a repetir la frase aquella de Bolívar: "Maldito sea el soldado que vuelva las armas contra su pueblo". Y empezamos a decir: La maldición de nuestro padre Bolívar nos ha caído encima. ¿Cómo quitarnos esa maldición? No había otra manera. La rebelión del 4 de Febrero se comenzó a escribir el 27 y el 28 de Febrero de 1989.
Era lunes también el 4 de Febrero de 1992. Pero ¿qué pasó? No hubo pueblo que nos acompañara, no podía haberlo. Los movimientos de izquierda estaban prácticamente rendidos al sistema. Así tengo que decirlo, con todo respeto a muchos líderes honestos que tuvo la izquierda venezolana. Pero los que sabían de la insurrección, la mayoría, se negaron a acompañarnos, más bien desinformaron a algunos movimientos populares, más bien trataron de sabotear o de abortar la rebelión.
A mí mandaron a matarme, desde las filas de Bandera Roja, que habían logrado infiltrar alguna corriente del Movimiento Revolucionario. Trataron de matarme y casi lo logran una noche de diciembre de 1991, cuando la rebelión estaba ya que nacía, palpitaba la patria, los cuarteles parían. Y hubo el parto.
El 27 de febrero el pueblo parió, y parió con sangre y con dolor. El 4 de Febrero parieron los cuarteles, también con sangre y con dolor. Y luego vino el encuentro de los dos niños que nacieron. Y aquí estamos hoy abrazados, pueblo y soldados. La síntesis histórica de febrero, rebelde siempre, del 27 y del 4 de febrero. Y nos hemos unido para no separarnos más nunca.
Chávez no se va. Trato hecho: ustedes mandan y yo obedezco. Ahora, yo pido a todos consagración. Vamos a buscar con mayor esmero, mayores grados de eficiencia y de rendimiento en el gobierno, atendiendo las necesidades del pueblo, en la organización popular. Pido que organicen las comunas populares. Nosotros cada día más debemos transferirle poder a las comunas.
El socialismo no es de la boca para afuera. Los valores cristianos son esencialmente socialistas. Todas las creencias religiosas abreban de lo mismo: el amor a los demás, la honestidad.
Recuerden lo que decía José Martí: "¿Tú crees que eres honesto porque no robas a nadie, porque no matas a nadie" No es suficiente que no robes a nadie para ser honesto. Veámoslo como Martí. Si tú sabes que cerca de tí hay alguien sufriendo por algo y no haces algo para tratar de aliviar ese sufrimiento, no eres honesto. Es más, no eres humano. Se los sigo por experiencia propia: el amor por los demás se puede desarrollar. Hay que abonarlo. Eso crece o disminuye y desaparece. El amor por los demás, la conciencia del deber social.
Nosotros en Venezuela desde hace 20 años comenzamos a transitar el camino hacia la sociedad socialista, la sociedad cristiana. Veinte años han pasado, dos ciclos: desde el 89 al 99. Nos juntamos los del 27 de febrero y los del 4 de febrero. Hace 10 años llegamos al Gobierno: el plan revolucionario desde el Gobierno con el pueblo.
Y estos días estamos comenzando el tercer ciclo: del 2009 al 2019. El Socialismo. En profundidad, la sociedad socialista.
¡Que viva el pueblo rebelde de febrero!
¡Que viva Simón Rodríguez!
¡Que viva la Revolución Bolivariana!
¡Qué viva la Fuerza Armada Bolivariana!
¡Que viva la unidad nacional!
¡Que viva la unidad popular!
¡Que viva el Socialismo!
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