Las elecciones parlamentarias
* A FALTA DE SOLUCIONES, la oposición opta por la aventura. La cita en Madrid con la oscura derecha española, heredera del franquismo y supervivencia del fascismo europeo, es apenas una faceta de su actividad para ganarse el apoyo internacional. La oposición a Chávez ha carecido de liderazgos nacionales. Nunca pudo presentar una figura nacional capaz de, por sí misma, ofrecer una nota de emoción y aglutinar una voluntad popular. En su lugar, la oposición acepta la tutela extranjera. Es una prolongación del PP español o de los halcones de Washington o de la derecha eurocentrista, pero jamás es criolla, vernácula. Cuando Aznar recibe a los de Primero Justicia, COPEI y Un Nuevo Tiempo en su despacho madrileño, no hace otra cosa que rubricar cuanto se sabe en Venezuela de la dependencia de los viejos partidos del dictado colonial extranjero. No es sólo financiamiento lo que busca la oposición en el extranjero, es amparo, sostén, aliento a fin de cobrar imagen ante el desprestigio sufrido por sus maniobras en el interior del país.
* EN EL FONDO, la oposición sabe que ese millón de votos que agregó a su caudal electoral es efímero. El 15 de febrero, la oposición aprovechó el “democratismo liberal” de las capas medias, aún prisioneras de cierto romanticismo republicano reñido con cualquier fórmula reeleccionista, para ganarlos contra la enmienda. Pero no son votos de los viejos partidos. No votarán por los candidatos de AD, COPEI o Primero Justicia en las próximas elecciones parlamentarias. Son votos de Chávez que cayeron en el regazo del no debido al atraso político que aún pone distancia entre grandes sectores de las capas medias y las medidas más radicales de Chávez.
* LA OPOSICIÓN ESTÁ ARMANDO UNA DE EFECTOS ESPECIALES cuando se traga el cuento del “aumento de su volumen electoral”. Ya verán las realidades a la hora de elegir diputados y concejales. Por supuesto, no quiere decir que para el PSUV el camino es de gloria. Los chavistas se las van a ver en apuros para lograr evitar la abstención en las elecciones parlamentarias. Los niveles de desprestigio de diputados y concejales son tan elevados y ha sido tan escasa la promoción de nuevas figuras del activo político revolucionario, que se necesitará una grúa para llevar a los electores a votar. Hay mucho desencanto por la labor parlamentaria y por la dedicación de los concejales. No está de más que el año 2009 sea dedicado a estremecer las estructuras del PSUV, a foguear la base del Partido, a medir la capacidad de los cuadros dirigentes y a remplazar a quienes no han dado la talla.
* UNA ASAMBLEA NACIONAL Y UNOS CONSEJOS LEGISLATIVOS que pasan doce meses en sesiones para discutir acuerdos y aprobar dos o tres leyes no tienen nada qué ver con el socialismo. Habrá que mirar hacia otras referencias, países socialistas donde se dejaron atrás las prácticas del viejo parlamento burgués y se optó por sesiones de corta duración (un mes) para considerar una agenda legislativa y punto, los diputados regresan a las fábricas o a las minas o al ejército o al partido. Así de sencillo.-
* A FALTA DE SOLUCIONES, la oposición opta por la aventura. La cita en Madrid con la oscura derecha española, heredera del franquismo y supervivencia del fascismo europeo, es apenas una faceta de su actividad para ganarse el apoyo internacional. La oposición a Chávez ha carecido de liderazgos nacionales. Nunca pudo presentar una figura nacional capaz de, por sí misma, ofrecer una nota de emoción y aglutinar una voluntad popular. En su lugar, la oposición acepta la tutela extranjera. Es una prolongación del PP español o de los halcones de Washington o de la derecha eurocentrista, pero jamás es criolla, vernácula. Cuando Aznar recibe a los de Primero Justicia, COPEI y Un Nuevo Tiempo en su despacho madrileño, no hace otra cosa que rubricar cuanto se sabe en Venezuela de la dependencia de los viejos partidos del dictado colonial extranjero. No es sólo financiamiento lo que busca la oposición en el extranjero, es amparo, sostén, aliento a fin de cobrar imagen ante el desprestigio sufrido por sus maniobras en el interior del país.
* EN EL FONDO, la oposición sabe que ese millón de votos que agregó a su caudal electoral es efímero. El 15 de febrero, la oposición aprovechó el “democratismo liberal” de las capas medias, aún prisioneras de cierto romanticismo republicano reñido con cualquier fórmula reeleccionista, para ganarlos contra la enmienda. Pero no son votos de los viejos partidos. No votarán por los candidatos de AD, COPEI o Primero Justicia en las próximas elecciones parlamentarias. Son votos de Chávez que cayeron en el regazo del no debido al atraso político que aún pone distancia entre grandes sectores de las capas medias y las medidas más radicales de Chávez.
* LA OPOSICIÓN ESTÁ ARMANDO UNA DE EFECTOS ESPECIALES cuando se traga el cuento del “aumento de su volumen electoral”. Ya verán las realidades a la hora de elegir diputados y concejales. Por supuesto, no quiere decir que para el PSUV el camino es de gloria. Los chavistas se las van a ver en apuros para lograr evitar la abstención en las elecciones parlamentarias. Los niveles de desprestigio de diputados y concejales son tan elevados y ha sido tan escasa la promoción de nuevas figuras del activo político revolucionario, que se necesitará una grúa para llevar a los electores a votar. Hay mucho desencanto por la labor parlamentaria y por la dedicación de los concejales. No está de más que el año 2009 sea dedicado a estremecer las estructuras del PSUV, a foguear la base del Partido, a medir la capacidad de los cuadros dirigentes y a remplazar a quienes no han dado la talla.
* UNA ASAMBLEA NACIONAL Y UNOS CONSEJOS LEGISLATIVOS que pasan doce meses en sesiones para discutir acuerdos y aprobar dos o tres leyes no tienen nada qué ver con el socialismo. Habrá que mirar hacia otras referencias, países socialistas donde se dejaron atrás las prácticas del viejo parlamento burgués y se optó por sesiones de corta duración (un mes) para considerar una agenda legislativa y punto, los diputados regresan a las fábricas o a las minas o al ejército o al partido. Así de sencillo.-
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