Durante el programa “José Vicente Hoy”, el vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Alberto Müller Rojas, consideró que no es posible que se dé el diálogo en Venezuela, pues el país está polarizado. Asimismo, indicó que los cambios en el gabinete ministerial buscan “optimizar la eficacia y disminuir la burocracia”.
“El debate frente al diálogo no es posible, porque estamos polarizados y el tema es quién ejerce el poder, ese es el tema, el poder fáctico. Por tanto, el lenguaje a nivel nacional e internacional, lo que se está debatiendo, es quién domina a quién. Por tanto, el debate es polémica”, dijo Müller Rojas. A su juicio, no hay bases para que se dé el diálogo.
Con relación a los cambios en el gabinete ministerial, destacó que “pretende optimizar la eficacia y disminuir la burocracia. No habrá despidos. Se reorientará en sus funciones el personal contratado”.
“Y en estas circunstancias de crisis económica, va a pegarle de alguna manera a Venezuela, especialmente en lo económico (…) Y uno de los elementos que infla los costos es la presencia de una burocracia muy amplia. Es una medida que veo completamente racional”, señaló.
Por otra parte, consideró que los resultados del 15 de febrero representan una “victoria indiscutible para el movimiento socialista en Venezuela, no sólo para el PSUV”.
Indicó que las diferencias entre la elección del 15 de febrero y el de la reforma en 2007 es que en el primero no hubo una discusión como en el caso de la enmienda, “porque la reforma era muy compleja”.
Sobre el resultado obtenido en el referéndum de la enmienda constitucional por parte de la oposición, señaló que “evidentemente hubo un crecimiento por parte de la oposición, por supuesto que mucho menor que el proceso. Creo que fueron unos 200 mil votos más -en todo caso 5 millones -. Nosotros crecimos en relación con la reforma casi 2 millones de votos”.
En su opinión, este aumento proporcional de la oposición no representa un despertar de ésta en el marco de la democracia, “porque es casi imposible, ya que responde al juego político que se está desarrollando globalmente en un ambiente bélico por resolver los problemas por la vía militar a escala mundial”.
Negó que sectores de oposición hayan “mordido los sectores populares”. Consideró que “el único adversario con capacidad de derrotarlos es la abstención, porque el PSUV tiene una aceptación del 35% y la abstención tiene una muestra del 42% de la población. Los partidos aliados todos no alcanzan el 18%”.
“Mordieron tal vez a sectores indecisos (…) Hay un sector tanto en el chavismo como de la oposición, bastante racional, que actúa en función de sus intereses personales o grupales. Esto hace que nuestros resultados no tengan una tendencia sostenida sino fractal”, expresó.
Müller Rojas admitió que de mantenerse la tendencia actual del electorado frente a la elección de la Asamblea Nacional, esto debilitaría al poder socialista.
“El debate frente al diálogo no es posible, porque estamos polarizados y el tema es quién ejerce el poder, ese es el tema, el poder fáctico. Por tanto, el lenguaje a nivel nacional e internacional, lo que se está debatiendo, es quién domina a quién. Por tanto, el debate es polémica”, dijo Müller Rojas. A su juicio, no hay bases para que se dé el diálogo.
Con relación a los cambios en el gabinete ministerial, destacó que “pretende optimizar la eficacia y disminuir la burocracia. No habrá despidos. Se reorientará en sus funciones el personal contratado”.
“Y en estas circunstancias de crisis económica, va a pegarle de alguna manera a Venezuela, especialmente en lo económico (…) Y uno de los elementos que infla los costos es la presencia de una burocracia muy amplia. Es una medida que veo completamente racional”, señaló.
Por otra parte, consideró que los resultados del 15 de febrero representan una “victoria indiscutible para el movimiento socialista en Venezuela, no sólo para el PSUV”.
Indicó que las diferencias entre la elección del 15 de febrero y el de la reforma en 2007 es que en el primero no hubo una discusión como en el caso de la enmienda, “porque la reforma era muy compleja”.
Sobre el resultado obtenido en el referéndum de la enmienda constitucional por parte de la oposición, señaló que “evidentemente hubo un crecimiento por parte de la oposición, por supuesto que mucho menor que el proceso. Creo que fueron unos 200 mil votos más -en todo caso 5 millones -. Nosotros crecimos en relación con la reforma casi 2 millones de votos”.
En su opinión, este aumento proporcional de la oposición no representa un despertar de ésta en el marco de la democracia, “porque es casi imposible, ya que responde al juego político que se está desarrollando globalmente en un ambiente bélico por resolver los problemas por la vía militar a escala mundial”.
Negó que sectores de oposición hayan “mordido los sectores populares”. Consideró que “el único adversario con capacidad de derrotarlos es la abstención, porque el PSUV tiene una aceptación del 35% y la abstención tiene una muestra del 42% de la población. Los partidos aliados todos no alcanzan el 18%”.
“Mordieron tal vez a sectores indecisos (…) Hay un sector tanto en el chavismo como de la oposición, bastante racional, que actúa en función de sus intereses personales o grupales. Esto hace que nuestros resultados no tengan una tendencia sostenida sino fractal”, expresó.
Müller Rojas admitió que de mantenerse la tendencia actual del electorado frente a la elección de la Asamblea Nacional, esto debilitaría al poder socialista.
“El problema es que ellos no son autónomos. Lo único que les mantiene unidos, en principio, es el deseo de derrocar al régimen y segundo, la coordinación externa que ejercen sobre ellos”, dijo.
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