Mauricio Funes, candidato de la ex guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), Mauricio Funes, se declaró la noche de este domingo presidente electo de El Salvador.
La declaración de Funes se produce después que la izquierda salvadoreña lideraba el escrutinio de la elección presidencial de este domingo cuando se llevaban escrutadas el 80,3% de las actas de votos, según el último corte preliminar del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
“Soy el presidente electo de los salvadoreños”, declaró Funes durante una rueda de prensa en un hotel del oeste capitalino, acompañado de su esposa, Wanda Pignato, de origen brasileño y representante del Partido de los Trabajadores de Brasil para Centroamérica
“Este día ha triunfado la ciudadanía que creyó en la esperanza y venció el miedo. Esta es una victoria de todo el pueblo salvadoreño”, agregó.
Cuando se habían escrutado más del 90% de las actas de votación, el candidato del FMLN lideraba el recuento con el 51,2% de los votos frente al 48,7% que obtenía su rival de derecha, Rodrigo Avila, quien no había reconocido su derrota.
“En este momento ARENA (Alianza Republicana Nacionalista) pasa a la oposición y en ese carácter como partido de oposición, debe tener la seguridad que será respetada y escuchada“, aseguró Funes.
“Mi gobierno estará animado por el espiritu de la unidad nacional”, aseguró en medio de los aplausos de sus seguidores que interrumpieron constantemente su discurso en el que saludó a sus adversarios con “respeto”.
El candidato del FMLN también prometió dar “un sentido nuevo a la gestión presidencial, los intereses nacionales, las políticas de Estado y la democracia serán la brújula de mi gobierno”.
“Me propongo dejar atrás los viejos patrones de la intolerancia y de la exclusión que tanto malestar nos han causado, en su lugar ofrecemos el respeto y la convivencia democrática porque esta patria nos pertenece a todos”, dijo en un equilibrado discurso en el que intentó disipar todos los fantasmas que a lo largo de la campaña electoral evocó la derecha.
“Nadie puede tomar la patria como bien propio, nos pertenece a todos”, dijo, antes de subrayar que quiere “ser el presidente de la justicia social y del cambio seguro. Quiero ser el verdadero presidente de la verdadera reconstrucción del país que comienza con la reconstrucción de las personas”. Funes prometió trabajar “incansablemente” por el régimen de libertades, y en particular la propiedad privada y la seguridad jurídica, de la que dijo, “tendrá mi mayor respeto y atención especial”.
“Nuestro propósito”, dijo, “es convertir a El Salvador en la economía más dinámica de Centroamérica”.
La declaración de Funes se produce después que la izquierda salvadoreña lideraba el escrutinio de la elección presidencial de este domingo cuando se llevaban escrutadas el 80,3% de las actas de votos, según el último corte preliminar del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
“Soy el presidente electo de los salvadoreños”, declaró Funes durante una rueda de prensa en un hotel del oeste capitalino, acompañado de su esposa, Wanda Pignato, de origen brasileño y representante del Partido de los Trabajadores de Brasil para Centroamérica
“Este día ha triunfado la ciudadanía que creyó en la esperanza y venció el miedo. Esta es una victoria de todo el pueblo salvadoreño”, agregó.
Cuando se habían escrutado más del 90% de las actas de votación, el candidato del FMLN lideraba el recuento con el 51,2% de los votos frente al 48,7% que obtenía su rival de derecha, Rodrigo Avila, quien no había reconocido su derrota.
“En este momento ARENA (Alianza Republicana Nacionalista) pasa a la oposición y en ese carácter como partido de oposición, debe tener la seguridad que será respetada y escuchada“, aseguró Funes.
“Mi gobierno estará animado por el espiritu de la unidad nacional”, aseguró en medio de los aplausos de sus seguidores que interrumpieron constantemente su discurso en el que saludó a sus adversarios con “respeto”.
El candidato del FMLN también prometió dar “un sentido nuevo a la gestión presidencial, los intereses nacionales, las políticas de Estado y la democracia serán la brújula de mi gobierno”.
“Me propongo dejar atrás los viejos patrones de la intolerancia y de la exclusión que tanto malestar nos han causado, en su lugar ofrecemos el respeto y la convivencia democrática porque esta patria nos pertenece a todos”, dijo en un equilibrado discurso en el que intentó disipar todos los fantasmas que a lo largo de la campaña electoral evocó la derecha.
“Nadie puede tomar la patria como bien propio, nos pertenece a todos”, dijo, antes de subrayar que quiere “ser el presidente de la justicia social y del cambio seguro. Quiero ser el verdadero presidente de la verdadera reconstrucción del país que comienza con la reconstrucción de las personas”. Funes prometió trabajar “incansablemente” por el régimen de libertades, y en particular la propiedad privada y la seguridad jurídica, de la que dijo, “tendrá mi mayor respeto y atención especial”.
“Nuestro propósito”, dijo, “es convertir a El Salvador en la economía más dinámica de Centroamérica”.
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