¿Semana del mártir revolucionario venezolano?
Por: Omar A. Ramírez V.
El Ministerio Público investiga, aparentemente con voluntad y decisión, el hecho conocido como “Masacre de Cantaura”. ¡Realmente, qué bueno!
Como muchos compatriotas sabemos, ese hecho criminal ocurrió en el mes de octubre del año 1.982, en un sector muy cerca de la población de Cantaura, en el estado Anzoátegui, conocido como “Los Changurriales del Morocho Evans”, donde las balas asesinas disparadas por las armas que manipularon los funcionarios y efectivos castrenses de los organismos policiales y militares del estado, llámense DISIP y Ejército de la época, acabaron con la vida de 23 soñadores y combatientes revolucionarios.
Indudablemente que debemos sentirnos animados en nuestro deseo por el que definitivamente y mediante este proceso judicial que se inicia, se comience a materializar, permítanme esa expresión, la justicia con relación a este hecho como uno más de los que se sucedieron en el desarrollo de los gobiernos adeco-copeyanos, a partir de la caída del régimen dictatorial presidido por Marcos Pérez Jiménez en 1.958 y que dichos gobiernos adoptaron como “Política de Estado”, con el objetivo de tratar de eliminar los movimientos o grupos e individualidades revolucionarias, violando a todas luces los Derechos Humanos y configurándose en “Crímenes o Delitos de Lesa Humanidad”.
Sentimos la obligación de apoyar a las Instituciones Judiciales del estado en este proceso con la esperanza que el mismo culmine dictándose la sentencia condenatoria que lleve a la cárcel a la mayoría de los autores del hecho.
Pero… de sucederse los acontecimientos con ese resultado… ¿se haría plena justicia respecto a la memoria de esos Mártires caídos en Cantaura?
Pienso que, como dice el Comandante-Presidente, para saber y entender el porqué hoy día estamos involucrados en este proceso revolucionario-socialista, debemos conocer nuestra historia. Ahora, ¿limitarnos sólo a nuestra heroica gesta de independencia liderada por el Padre Libertador, en el siglo XIX? Definitivamente creo que eso es muy importante porque mediante esos hechos se marcó el inicio de las luchas por nuestra liberación e independencia, sin olvidarnos, por supuesto, de la resistencia indígena desatada en nuestro continente a partir de la llegada de los navegantes europeos invasores, pero… ¿y qué hay de las luchas revolucionarias que siguieron a aquella en el siglo XX y que, indudablemente fueron su consecuencia?
¿Cómo entender nuestra revolución sin conocer el porqué en las décadas de los años 60, 70 y 80, hubo tanta represión por parte del estado en contra de nuestros compatriotas y Camaradas que, sin dejar apagar la llama de la esperanza socialista, generó innumerables víctimas y Mártires Revolucionarios? ¿Sabrán, por ejemplo, las generaciones de jóvenes nacidos a partir del año 80, quienes fueron y porqué lucharon hasta con sus propias vidas, hombres y mujeres como: Livia Governeur, Felipe Malaver, los hermanos Andrés y José Ramón Pasquier, Víctor Ramón Soto Rojas, Fabricio Ojeda, Alberto Lovera, el Chema Saher, Américo Silva, Jorge Rodríguez (Padre) y tantos otros?
De allí mi inquietud y me atrevo a decir, de muchos otros compatriotas de, no solamente recordar eventualmente y… como diría alguien por ahí, “como un cumplido”, a esos Camaradas que si bien es cierto ya no están físicamente con nosotros, su memoria y ejemplo de lucha nos acompañaran eternamente, sino, que nuestro gobierno Revolucionario asuma mediante un decreto y cuyo ente responsable pudiera ser el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, y fije una semana al año como “La Semana del Mártir Revolucionario” o de “Nuestros Luchadores Revolucionarios”.
En dicha semana, de concretarse la propuesta, deberían desarrollarse actos y eventos a nivel nacional, culturales, musicales, deportivos, etc., con apoyo de todos los medios alternativos y comunitarios, encuentros, asambleas populares en las comunidades con participación de los Camaradas Revolucionarios de esa época y que aun se mantienen consecuentes en la lucha por la conquista de un mundo mejor, donde reine la igualdad y la justicia… ¡el socialismo Pues!
Eventos donde se den a conocer la biografía, el pensamiento, las obras, etc., de nuestros Mártires Revolucionarios. Donde también se considere la edificación de un memorial en un sitio reconocido o plaza de la capital. También sugeriría se ordenase en el marco de ese posible decreto, un estudio de la condición económica y social de los Viejos Revolucionarios activos, así como de las familias de los Mártires, a fin de determinar posibles pensiones, mejora de viviendas o entrega de nuevas, etc.
Bueno…, mi humilde propuesta y creo sinceramente que de esta forma efectivamente estuviéramos haciendo plena justicia a la memoria de ellos… ¿no lo creen así?
Por: Omar A. Ramírez V.
El Ministerio Público investiga, aparentemente con voluntad y decisión, el hecho conocido como “Masacre de Cantaura”. ¡Realmente, qué bueno!
Como muchos compatriotas sabemos, ese hecho criminal ocurrió en el mes de octubre del año 1.982, en un sector muy cerca de la población de Cantaura, en el estado Anzoátegui, conocido como “Los Changurriales del Morocho Evans”, donde las balas asesinas disparadas por las armas que manipularon los funcionarios y efectivos castrenses de los organismos policiales y militares del estado, llámense DISIP y Ejército de la época, acabaron con la vida de 23 soñadores y combatientes revolucionarios.
Indudablemente que debemos sentirnos animados en nuestro deseo por el que definitivamente y mediante este proceso judicial que se inicia, se comience a materializar, permítanme esa expresión, la justicia con relación a este hecho como uno más de los que se sucedieron en el desarrollo de los gobiernos adeco-copeyanos, a partir de la caída del régimen dictatorial presidido por Marcos Pérez Jiménez en 1.958 y que dichos gobiernos adoptaron como “Política de Estado”, con el objetivo de tratar de eliminar los movimientos o grupos e individualidades revolucionarias, violando a todas luces los Derechos Humanos y configurándose en “Crímenes o Delitos de Lesa Humanidad”.
Sentimos la obligación de apoyar a las Instituciones Judiciales del estado en este proceso con la esperanza que el mismo culmine dictándose la sentencia condenatoria que lleve a la cárcel a la mayoría de los autores del hecho.
Pero… de sucederse los acontecimientos con ese resultado… ¿se haría plena justicia respecto a la memoria de esos Mártires caídos en Cantaura?
Pienso que, como dice el Comandante-Presidente, para saber y entender el porqué hoy día estamos involucrados en este proceso revolucionario-socialista, debemos conocer nuestra historia. Ahora, ¿limitarnos sólo a nuestra heroica gesta de independencia liderada por el Padre Libertador, en el siglo XIX? Definitivamente creo que eso es muy importante porque mediante esos hechos se marcó el inicio de las luchas por nuestra liberación e independencia, sin olvidarnos, por supuesto, de la resistencia indígena desatada en nuestro continente a partir de la llegada de los navegantes europeos invasores, pero… ¿y qué hay de las luchas revolucionarias que siguieron a aquella en el siglo XX y que, indudablemente fueron su consecuencia?
¿Cómo entender nuestra revolución sin conocer el porqué en las décadas de los años 60, 70 y 80, hubo tanta represión por parte del estado en contra de nuestros compatriotas y Camaradas que, sin dejar apagar la llama de la esperanza socialista, generó innumerables víctimas y Mártires Revolucionarios? ¿Sabrán, por ejemplo, las generaciones de jóvenes nacidos a partir del año 80, quienes fueron y porqué lucharon hasta con sus propias vidas, hombres y mujeres como: Livia Governeur, Felipe Malaver, los hermanos Andrés y José Ramón Pasquier, Víctor Ramón Soto Rojas, Fabricio Ojeda, Alberto Lovera, el Chema Saher, Américo Silva, Jorge Rodríguez (Padre) y tantos otros?
De allí mi inquietud y me atrevo a decir, de muchos otros compatriotas de, no solamente recordar eventualmente y… como diría alguien por ahí, “como un cumplido”, a esos Camaradas que si bien es cierto ya no están físicamente con nosotros, su memoria y ejemplo de lucha nos acompañaran eternamente, sino, que nuestro gobierno Revolucionario asuma mediante un decreto y cuyo ente responsable pudiera ser el Ministerio del Poder Popular para la Cultura, y fije una semana al año como “La Semana del Mártir Revolucionario” o de “Nuestros Luchadores Revolucionarios”.
En dicha semana, de concretarse la propuesta, deberían desarrollarse actos y eventos a nivel nacional, culturales, musicales, deportivos, etc., con apoyo de todos los medios alternativos y comunitarios, encuentros, asambleas populares en las comunidades con participación de los Camaradas Revolucionarios de esa época y que aun se mantienen consecuentes en la lucha por la conquista de un mundo mejor, donde reine la igualdad y la justicia… ¡el socialismo Pues!
Eventos donde se den a conocer la biografía, el pensamiento, las obras, etc., de nuestros Mártires Revolucionarios. Donde también se considere la edificación de un memorial en un sitio reconocido o plaza de la capital. También sugeriría se ordenase en el marco de ese posible decreto, un estudio de la condición económica y social de los Viejos Revolucionarios activos, así como de las familias de los Mártires, a fin de determinar posibles pensiones, mejora de viviendas o entrega de nuevas, etc.
Bueno…, mi humilde propuesta y creo sinceramente que de esta forma efectivamente estuviéramos haciendo plena justicia a la memoria de ellos… ¿no lo creen así?
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