OTAVALO, 25 junio 2010 (AFP) – La décima cumbre del ALBA concluyó el viernes en la ciudad ecuatoriana de Otavalo con una declaración en la cual los ocho países miembros se comprometieron a acelerar la consolidación de un tratado comercial y acabar con la exclusión de indígenas y negros.
En la cita participaron los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, Bolivia, Evo Morales, y Ecuador, Rafael Correa, así como delegados de los otros países miembros del ALBA: Cuba, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, y San Vicente y las Granadinas.
Los jefes de Estado y de Gobierno se reunieron con dirigentes de los pueblos indígenas y afrodescendientes, en la cual trataron la importancia de la presencia de estos pueblos en la vida de los países de América Latina y el Caribe, y aprobaron una declaración contra su exclusión y discriminación en nuestras sociedades.
El presidente Chávez, en sus palabras, insistió en la necesidad de conformar una muy fuerte unidad en un mundo amenazado por la agresividad del imperio de los Estados Unidos, ya que en el sistema de Naciones Unidas se ha convertido en una verdadera dictadura.
En la cita participaron los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, Bolivia, Evo Morales, y Ecuador, Rafael Correa, así como delegados de los otros países miembros del ALBA: Cuba, Nicaragua, Antigua y Barbuda, Dominica, y San Vicente y las Granadinas.
Los jefes de Estado y de Gobierno se reunieron con dirigentes de los pueblos indígenas y afrodescendientes, en la cual trataron la importancia de la presencia de estos pueblos en la vida de los países de América Latina y el Caribe, y aprobaron una declaración contra su exclusión y discriminación en nuestras sociedades.
El presidente Chávez, en sus palabras, insistió en la necesidad de conformar una muy fuerte unidad en un mundo amenazado por la agresividad del imperio de los Estados Unidos, ya que en el sistema de Naciones Unidas se ha convertido en una verdadera dictadura.
Los principales puntos de la Declaración de Otavalo son:
- El ALBA reitera su compromiso de avanzar en la construcción de sociedades incluyentes, culturalmente diversas y ambientalmente responsables, que excluyan la explotación del ser humano.
- Reconoce al Estado plurinacional como se ha dado en los procesos constituyentes de Ecuador y Bolivia como expresión de unidad en la diversidad.
- Ratifica el compromiso con la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la Declaración y el Programa de Acción de Durban contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia.
- Confirma el compromiso de hacer realidad el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) y la construcción de un modelo alternativo de soberanía económica expresado en una nueva arquitectura financiera con mecanismos como el Banco y Fondo del ALBA.
- Promueve una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra en el marco de Naciones Unidas para que la vida en plenitud sea escenario de armonía con la naturaleza y profundice la equidad y la autonomía.
- LLama a respetar a la Madre Tierra respaldando iniciativas como la del Yasuní-ITT propuesta por Ecuador, que se fundamenta en un mecanismo de compensación económica por contaminación evitada.
- Expresa que el manejo, administración y aprovechamiento de los recursos naturales no renovables corresponde al Estado, que garantizará la participación social y la distribución justa y equitativa de los beneficios.
- Apoya la revalorización de la práctica ancestral del masticado de la hoja de coca y la eliminación de su prohibición en los instrumentos internacionales.
- El ALBA reitera su compromiso de avanzar en la construcción de sociedades incluyentes, culturalmente diversas y ambientalmente responsables, que excluyan la explotación del ser humano.
- Reconoce al Estado plurinacional como se ha dado en los procesos constituyentes de Ecuador y Bolivia como expresión de unidad en la diversidad.
- Ratifica el compromiso con la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y la Declaración y el Programa de Acción de Durban contra el racismo, la xenofobia y la intolerancia.
- Confirma el compromiso de hacer realidad el Tratado de Comercio de los Pueblos (TCP) y la construcción de un modelo alternativo de soberanía económica expresado en una nueva arquitectura financiera con mecanismos como el Banco y Fondo del ALBA.
- Promueve una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra en el marco de Naciones Unidas para que la vida en plenitud sea escenario de armonía con la naturaleza y profundice la equidad y la autonomía.
- LLama a respetar a la Madre Tierra respaldando iniciativas como la del Yasuní-ITT propuesta por Ecuador, que se fundamenta en un mecanismo de compensación económica por contaminación evitada.
- Expresa que el manejo, administración y aprovechamiento de los recursos naturales no renovables corresponde al Estado, que garantizará la participación social y la distribución justa y equitativa de los beneficios.
- Apoya la revalorización de la práctica ancestral del masticado de la hoja de coca y la eliminación de su prohibición en los instrumentos internacionales.
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