martes, 7 de julio de 2009

ESCENAS DEL ENTIERRO DE UNO DE LOS ASESINADOS POR GORILETTI

Enterraron a uno de los jóvenes muerto ayer en Honduras
Hoy fue enterrado el joven Isis Obed Murillo, de 19 años, en su casa de la colonia Villeda Morales de Tegucigalpa, quien falleció ayer tras sufrir una herida de bala en la cabeza en el enfrentamiento, de este 5 de julio, entre militares y manifestantes en el aeropuerto internacional de Toncontín de la capital hondureña, cuando el presidente Manuel Zelaya intentó regresar al país
José Murillo, padre de Isis Obed Murillo, uno de los jóvenes asesinados por militares hondureños, aseguró que a su hijo lo mató un francotirador desde la pista del aeropuerto de Tegucigalpa.
Murillo, un pastor evangélico de 57 años, estuvo el domingo con tres de sus doce hijos en la manifestación con que miles de seguidores de Manuel Zelaya pretendían dar la bienvenida al depuesto presidente a su regreso a Tegucigalpa, una semana después de que los militares lo sacaron por la fuerza del poder y del país. Al final de la tarde y tras llamar insistentemente sin éxito al celular de su hijo, el teléfono de Isy por fin daba respuesta por medio de un trabajador de la morgue de un hospital cercano para confirmarle al hijo mayor de José que el joven, de 19 años, se encontraba sin vida en ese lugar.
"Yo miré cuando el francotirador tiró, pero no sabía a quién tiraba porque estábamos dispersados", dijo Murillo en la Colonia Villeda Morales de Tegucigalpa.
"El francotirador se agachó, puso dos escuderos (a los lados) y ahí no más tiró y salió este casquillo", relató, mostrando una bala que, dice, recogió en el lugar sin saber que era la que mató a su hijo. José Murillo enterrará a Isy mañana, martes, en el municipio de Guayape, departamento de Olancho (este), a donde se lo llevó hoy en un sobrio ataúd amarrado en la caja de una camioneta.
Afirmó que el tirador "andaba con un casco azul y era el que comandaba el pelotón de los verdeolivos", y que, en la marcha, algunos manifestantes le conocían: "decían que era un mayor". Hoy pido que al responsable se le haga una "demanda internacional" porque "aquí el Ejército está comandado por este Gobierno". "Que se haga justicia y no se siga derramando la sangre de inocentes en Honduras".
José Murillo dice que él fue a la manifestación para recibir a Zelaya movido por los "fines sociales" y que, además, fue a protestar contra la "explotación en Honduras".

Zelaya avisa que regresará a Honduras por sorpresa y sin avisar

“Voy a regresar a Honduras, en eso no debe haber duda. Ahora que no les voy a decir cómo, porque entonces se preparan, pero me pueden esperar en cualquier municipio o en cualquier departamento”, dijo Zelaya.
La presencia de Zelaya en Nicaragua era mantenida en secreto por el gobierno de Ortega, que le ha facilitado condiciones de seguridad.
El presidente dijo que había ido al centro comercial a comprar “un sombrero campesino, vaquero” pero que no lo había encontrado, y bromeó con los periodistas: “Voy para allá a buscarlo, a menos que usted me regale uno. ¿No tiene uno en la casa?”.
Zelaya consideró un “error” haber anunciado su retorno a Tegucigalpa el domingo, lo que resultó en un fracaso porque los militares pusieron obstáculos en la pista del aeropuerto de Toncontín, para impedir el aterrizaje del avión venezolano que lo trasladaba desde Washington.
A preguntas de si el nuevo intento de regresar sería terrestre, evadió confirmarlo, pero insistió que “voy a empezar a entrar a Honduras y hacer lo que siempre he hecho, manifestaciones públicas, democráticas, abiertas y amplias”.
Zelaya comentó que los esfuerzos por su retorno por parte de sus seguidores “no serán en vano” y prometió que las muertes de dos manifestantes el domingo no quedarán en la impunidad.
Al ser consultado por periodistas, se pronunció en contra de una eventual intervención militar extranjera en el conflicto en su país.
“Yo siempre me he pronunciado en mi vida por la no violencia y no acepto la injerencia de las armas de ninguna naturaleza (…). La violencia no se justifica ni para luchar por causas justas (…) es algo que no acepto de manera total”, subrayó.
Zelaya consideró que se puede luchar con “acciones pacíficas” como la desobediencia civil, huelgas y marchas, pues “yo no he dado el golpe, los que usaron la fuerza de las armas son ellos”, en alusión a las nuevas autoridades hondureñas

1 comentario:

Psuv El Hatillo dijo...

POR CULPA DE USTEDES ESCUÁLIDOS DEL MUNDO, LO QUE LE VIENE A LA HERMANA REPÚBLICA DE HONDURAS, ES HAMBRE PAREJO. ALLÁ NO HAY PETROLEO PARA QUE EL PUEBLO AGUANTE, COMO AGUANTÓ EL VENEZOLANO LOS DOS MES DE PARO PETROLERO DEL 2002. REVISEN SU CONCIENCIA, HAGAN UN HONDURAS-POTAZO PARA MANDARLE ALIMENTOS A ESA GENTE, TENGA CONCIENCIA POR PRIMERA VEZ EN SU TAN NEFASTA Y GRIS VIDA QUE LLEVAN A CUESTA, POR FAVOR ES HORA DE QUE REFLEXIONEN¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Gabriel Lopez

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