domingo, 22 de febrero de 2009

SE NOS FUE UNO DE LOS IMPRESCINDIBLES, EL NEGRO VILLAFAÑA

Al Negro Villafaña: Se fue uno de los imprescindibles de nuestras luchas
Nos deja el hombre, quedan sus luchas, queda el verbo y las ideas, la fecunda cosecha de amor de pueblo rebelde, la tarea pendiente
Esta tarde fría de febrero, a apenas 3 días de la última batalla en la que se batió como siempre del lado del pueblo rebelde, falleció de una crisis respiratoria el luchador Luís Villafaña – mejor conocido como el Negro Villafaña para todas y todos los que compartimos con él alguna trocha en su larga trayectoria de lucha revolucionaria: uno de los imprescindibles.
Rebelde desde la cuna, líder estudiantil, militante de la izquierda radical, adelantado de luchas clandestinas, maestro de incontables luchadores, fecundo protagonista del parto colectivo de mil y una expresiones de la organización popular revolucionaria del pueblo venezolano: no hay trinchera de dignidad de las últimas décadas de la historia política venezolana en la que pasara desapercibida la figura maciza de ese hombre de pueblo y de letras, de acción y de verbo, de poesía y de rabia creadora.
Instigador del proyecto de la desobediencia, impulsor del Proyecto colectivo Nuestra América, motor fundamental del Frente Antifascista de Venezuela. En la insurrección popular de febrero de 1989, en los preparativos para golpear a la impostura de democracia que soportó el pueblo durante décadas, en las discusiones preparatorias de la asonada electoral de la revolución bolivariana, y luego, desde 1999, año tras año de rebeldías y estrategias para enfrentar las conspiraciones fascistas.
Dando continuanidad a esa larga trayectoria de lucha, no se cansaba de proponer estrategias y acciones, siempre de la mano del pueblo organizado, para consolidar el proyecto abierto con el liderazgo histórico del comandante Chávez – en quien siempre confió para liderar esta fase de la liberación latinoamericana.
Filósofo, lector ávido de todos los libertadores, apóstol del socialismo latinoamericano delineado por Mariátegui, defensor a ultranza de retomar las raíces populares, indoamericanas, afroamericanas y libertarias de todas las luchas de Nuestra América, el Negro era un conversador fabuloso, una enciclopedia coloquial de las luchas y esperanzas de los pueblos de América toda, un hombre de pueblo y rumba, un polemista intransigente con las flaquezas y aleccionador en sus enseñanzas.
Desde hace tiempo, compaginó su permanente llamado a la organización y la presencia en cuanto espacio de construcción requiriera su acción y su presencia, con una brutal enfermedad respiratoria crónica, que le tuvo varias veces al borde del precipicio. No obstante, su enconada esperanza en las luchas del pueblo por su liberación y su obstinada y tozuda personalidad de aguante le llevaron a superar una y otra crisis, siempre de la mano de la bombona de mano con la que socorría sus asmas y contracciones pulmonares.
En una de las curvas que parecía anunciar el no retorno, el Negro regresó al sendero de amor y de lucha gracias a la posibilidad abierta por la revolución bolivariana de contar con la solidaridad enorme del pueblo cubano y la alta tecnología en salud de la revolución. Una intervención de los hermanos cubanos en extremo le dejó virtualmente sin pulmones, pero pronto regresó el aliento y de nuevo retomó la militancia natural del luchador de todos los días, del imprescindible, impulsando entre otras iniciativas colectivas el Frente Antifascista de Venezuela, como propuesta de articulación del pueblo revolucionario para enfrentar las arremetidas de la oligarquía y el imperio.
Desde el Frente, el Negro fortaleció la convicción ideológica de hombres y mujeres de diversas edades y comunidades, comandando estrategias para la toma de conciencia del pueblo acerca de los desafíos abiertos con la revolución bolivariana, y las consecuencias que se podrían derivar de la derrota o el retroceso en cada uno de los escenarios de batalla.
Ese mensaje no pasó desapercibido para la mayoría del pueblo humilde en la contienda del domingo - batalla en la que a pesar de la salud quebrantada, tuvo de nuevo al Negro dando un paso al frente, y a cuya victoria celebró el domingo, en las calles de la rebelión permanente. Es además un mensaje que se proyecta en el futuro de la revolución liderada por Chávez, con su llamado de alerta a profundizar la transformación efectiva, a asegurar la superación de los vicios que entorpecen la marcha del pueblo, que atentan contra la consolidación del proyecto socialista que abanderamos
Un proyecto que hasta el último momento fue el motivo principal de vida del hombre que esta tarde, en una crisis que esta vez sí, fue definitiva, nos dijo adiós, dejando atrás un legado de amor y de lucha incalculable a los ojos de los que nos quedamos, para honrar su memoria y su ejemplo. Para acometer, colectivamente, la tarea pendiente.
Por su larga vida de luchas, por su entrega, por su ejemplo y su amor inmenso: Al Negro Villafaña, todos los honores del pueblo revolucionario, de sus militantes
Vives en las luchas y corazones del pueblo rebelde de Bolívar, que insurgió del ejemplo de tantos hombres y mujeres que lucharon por abrir sendero, y en todos los senderos de lucha de nuestros pueblos americanos
A sus familiares, sus más cercanos, toda la solidaridad en estos momentos: el Negro vive en su verbo de pueblo, en el amor cosechado en ustedes.

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