Los estudiantes venezolanos fueron quizás los más sorprendidos con la rebelión militar del 4 de febrero de 1992, por cuanto este sector históricamente fue víctima de la represión más feroz por parte de los militares, además tuvo más muertos a manos de los integrantes de la Fuerza Armada.
Por ello, la sorpresa fue ver a un militar uniformado, desconocido, pero mestizo, asumiendo la responsabilidad de un movimiento fallido con toda la honestidad que nunca tuvo la clase política de la democracia representativa.
“El 4 de febrero reivindicó a un pueblo que anhelaba ser libre y tener un camino propio, pero también le trajo problemas a algunos estudiantes de la Universidad del Zulia, que por participar o por querer participar en eso que no se sabía muy bien qué era, pero que reflejaba muchos anhelos legítimos del pueblo, fueron detenidos y perseguidos”, declaró el entonces líder estudiantil de LUZ y actual diputado al Consejo Legislativo del estado Zulia, José Luis Acosta.
El dirigente político agregó que “entonces éramos un grupo de jóvenes universitarios, de soñadores, de poetas, de estudiantes que estábamos vinculados de alguna manera con las luchas estudiantiles, que siempre nos inscribimos en la izquierda revolucionaria; y el 4 de febrero, indudablemente, marcó esa generación”.
Según el legislador, la rebelión militar liderada por el entonces teniente coronel Hugo Chávez Frías significó la oportunidad de comenzar el camino del cambio, de las transformaciones de un país que por años estuvo sumido en la pobreza y en la corrupción.
“Desde entonces estamos tercamente empeñados en construir, a partir de esa referencia histórica, la esperanza bolivariana y latinoamericana”, manifestó.
Dijo que los que militaban en la izquierda en ese momento “estábamos ansiosos de que algo así pasara y que lo haya hecho un militar nos causó una impresión brutal, porque los militares causaban, con razón, desconfianza y hasta temor en nuestras filas, pero cuando vimos a Chávez reivindicando, no la gesta militar sino la del pueblo civil que lo acompañó, nos dio la esperanza de que nos encontraríamos más adelante”.
Igualmente, expresó que la integración del pueblo venezolano, que estaba disperso en mil pedazos, también empezó con el 4 de febrero de 1992.
Añadió: 'Los indígenas que estaban olvidados, los estudiantes sin cupo y los que estaban encerrados en las universidades, los que creían en la izquierda, los campesinos que no tenían tierras, en fin, todos esos sectores marginados nos pudimos encontrar para construir este movimiento bolivariano y socialista”.
El impacto social más importante de esa fecha para Acosta es que el pueblo venezolano se haya reencontrado con su identidad, con sus raíces, lo que le ha dado forma a este movimiento.
“La guanábana bipartidista adeco-copeyana impuesta por el Pacto de Punto Fijo, se derrumbó como un castillo de naipes con el 'Por ahora', además surgieron nuevos liderazgos, tanto civiles como militares, que fueron construyendo esta propuesta”, refirió.
Entretanto, la líder estudiantil de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Yekuana Martínez, no formó parte activa de los sucesos del 4 de febrero.
“Muchos de nosotros éramos adolescentes o niños, sin embargo, creo que a todos se nos quedó grabada en la memoria la imagen del (actual) presidente (Hugo) Chávez asumiendo su responsabilidad en aquella rebelión”, precisó.
También agregó:“Yo estudiaba bachillerato y recuerdo que casi todos los días había movilizaciones reivindicativas, los pensionados del Seguro Social, los estudiantes sin cupo, los estudiantes sin beca, los maestros. Todos se movilizaron”.
Por primera vez en la historia de la cuarta República fue cuestionada la democracia representativa, así como los mecanismos antidemocráticos del Pacto de Punto Fijo.
“El 4 F de 1992 tiene como referencia y es producto del Caracazo del 27 de febrero de 1989, y ambas fechas representan el despertar y la esperanza de un pueblo. Chávez logra concentrar en ese momento todas las esperanzas de construir un país diferente”, agregó Martínez.
Según la estudiante, durante la campaña electoral de 1998 se vio a Chávez en las plazas de Venezuela, “muy modesto, llevando un mensaje revolucionario a cada rincón del país, y esto demuestra que el 4 F de 1992 comenzó un camino de movilización y de activación de los movimientos sociales”.
Dijo que a partir de ese día, “el pueblo venezolano se dio cuenta de que no todos los militares eran sus enemigos, que dentro de las FAN había militares patriotas que estaban con su pueblo.
“El 4 de febrero representa una pequeña derrota militar, pero una grandísima victoria política que todavía da mucha materia para el análisis y la investigación histórica”, precisó.
Por ello, la sorpresa fue ver a un militar uniformado, desconocido, pero mestizo, asumiendo la responsabilidad de un movimiento fallido con toda la honestidad que nunca tuvo la clase política de la democracia representativa.
“El 4 de febrero reivindicó a un pueblo que anhelaba ser libre y tener un camino propio, pero también le trajo problemas a algunos estudiantes de la Universidad del Zulia, que por participar o por querer participar en eso que no se sabía muy bien qué era, pero que reflejaba muchos anhelos legítimos del pueblo, fueron detenidos y perseguidos”, declaró el entonces líder estudiantil de LUZ y actual diputado al Consejo Legislativo del estado Zulia, José Luis Acosta.
El dirigente político agregó que “entonces éramos un grupo de jóvenes universitarios, de soñadores, de poetas, de estudiantes que estábamos vinculados de alguna manera con las luchas estudiantiles, que siempre nos inscribimos en la izquierda revolucionaria; y el 4 de febrero, indudablemente, marcó esa generación”.
Según el legislador, la rebelión militar liderada por el entonces teniente coronel Hugo Chávez Frías significó la oportunidad de comenzar el camino del cambio, de las transformaciones de un país que por años estuvo sumido en la pobreza y en la corrupción.
“Desde entonces estamos tercamente empeñados en construir, a partir de esa referencia histórica, la esperanza bolivariana y latinoamericana”, manifestó.
Dijo que los que militaban en la izquierda en ese momento “estábamos ansiosos de que algo así pasara y que lo haya hecho un militar nos causó una impresión brutal, porque los militares causaban, con razón, desconfianza y hasta temor en nuestras filas, pero cuando vimos a Chávez reivindicando, no la gesta militar sino la del pueblo civil que lo acompañó, nos dio la esperanza de que nos encontraríamos más adelante”.
Igualmente, expresó que la integración del pueblo venezolano, que estaba disperso en mil pedazos, también empezó con el 4 de febrero de 1992.
Añadió: 'Los indígenas que estaban olvidados, los estudiantes sin cupo y los que estaban encerrados en las universidades, los que creían en la izquierda, los campesinos que no tenían tierras, en fin, todos esos sectores marginados nos pudimos encontrar para construir este movimiento bolivariano y socialista”.
El impacto social más importante de esa fecha para Acosta es que el pueblo venezolano se haya reencontrado con su identidad, con sus raíces, lo que le ha dado forma a este movimiento.
“La guanábana bipartidista adeco-copeyana impuesta por el Pacto de Punto Fijo, se derrumbó como un castillo de naipes con el 'Por ahora', además surgieron nuevos liderazgos, tanto civiles como militares, que fueron construyendo esta propuesta”, refirió.
Entretanto, la líder estudiantil de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Yekuana Martínez, no formó parte activa de los sucesos del 4 de febrero.
“Muchos de nosotros éramos adolescentes o niños, sin embargo, creo que a todos se nos quedó grabada en la memoria la imagen del (actual) presidente (Hugo) Chávez asumiendo su responsabilidad en aquella rebelión”, precisó.
También agregó:“Yo estudiaba bachillerato y recuerdo que casi todos los días había movilizaciones reivindicativas, los pensionados del Seguro Social, los estudiantes sin cupo, los estudiantes sin beca, los maestros. Todos se movilizaron”.
Por primera vez en la historia de la cuarta República fue cuestionada la democracia representativa, así como los mecanismos antidemocráticos del Pacto de Punto Fijo.
“El 4 F de 1992 tiene como referencia y es producto del Caracazo del 27 de febrero de 1989, y ambas fechas representan el despertar y la esperanza de un pueblo. Chávez logra concentrar en ese momento todas las esperanzas de construir un país diferente”, agregó Martínez.
Según la estudiante, durante la campaña electoral de 1998 se vio a Chávez en las plazas de Venezuela, “muy modesto, llevando un mensaje revolucionario a cada rincón del país, y esto demuestra que el 4 F de 1992 comenzó un camino de movilización y de activación de los movimientos sociales”.
Dijo que a partir de ese día, “el pueblo venezolano se dio cuenta de que no todos los militares eran sus enemigos, que dentro de las FAN había militares patriotas que estaban con su pueblo.
“El 4 de febrero representa una pequeña derrota militar, pero una grandísima victoria política que todavía da mucha materia para el análisis y la investigación histórica”, precisó.
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