Estrategia de la oposición 2010-2012
Ramón Rodríguez Chacín
Ya el enemigo del proceso Bolivariano, el capitalismo mundial con el imperio yanqui a la cabeza, ha dado a conocer la estrategia política que empleará en los próximos dos años para tratar de sacar del poder a nuestro líder y derrotar el proyecto Bolivariano, suplantándolo con un gobierno neoliberal y capitalista, sumiso al consenso de Washington y servil a los intereses de los grandes capitales que dominan el mundo, revirtiendo así el proceso de inclusión del pueblo venezolano para de esa manera, apropiarse de las riquezas de nuestro país para beneficio exclusivo del gran capital transnacional y de la burguesía nacional.
La estrategia que empleará el imperialismo mundial contra los intereses del pueblo venezolano no es otra que el fomento de la ingobernabilidad para cobrar dividendos el 2012, o antes, si se presenta la oportunidad. La oposición política al proyecto Bolivariano, la derecha autóctona, es la encargada de ejecutar nacionalmente las operaciones tácticas que buscan lograr el objetivo estratégico que establecieron sus amos del norte, la ingobernabilidad para el 2012. Ya empezaron, allí se inscribe las matrices de opinión que están tratando de imponer: que ganaron las parlamentarias, que nuestro líder ha perdido popularidad, inclusive barbaridades jurídicas como que el actual parlamento está caduco y que los diputados electos deben incorporarse inmediatamente al parlamento. Igualmente vendrán nuevas acciones, objetivas y mediáticas, que buscarán desacreditar el liderazgo revolucionario y desestabilizar las instituciones revolucionarias.
Se incrementara la injerencia extranjera en la política venezolana, la guerra de cuarta generación dirigida desde Washington, la subvención clandestina de la CIA a los lacayos en Venezuela y la guerra sucia mediática. Todo ello dirigido a conseguir descontento y ganarse la mente de nuestra gente mediante el engaño y la mentira. Al mismo tiempo, estarán preparando el terreno para desmontar lo que ellos llaman el “Estado Benefactor” y privatizar toda la actividad venezolana en educación, salud, alimentación, cultura, deportes, comunicación, tecnología y cualquier otra actividad que pueda ser rentable para el capitalismo. Es decir, eliminar las misiones y revertir la democratización de los medios de producción; eliminar la ley de tierras, la de pesca, la de seguridad en el trabajo, la ley del trabajo y todo lo que huela a beneficio del pueblo. Ese es su proyecto de gobierno, excluir la mayoría del pueblo y que sólo un reducido grupo disfrute de poder, riquezas y privilegios. Al resto solo le queda el embobamiento que produce la alienación capitalista.
No importa si no hay embajador yanqui, porque las relaciones con Venezuela no las manejará el departamento de Estado sino la CIA y el pentágono a través de los apátridas de la derecha venezolana.
Ese es su plan estratégico, por supuesto, si se les presenta la oportunidad de un golpe de estado institucional, magnicidio o cualquier forma leguleya de llegar al poder, trataran de explotar esa oportunidad.
Los revolucionarios tenemos el deber de estar alertas, de profundizar nuestra revolución, de ser mejores comunicadores, de escoger y preparar mejor nuestros cuadros, de excluir a los oportunistas y de execrar algunas lacras que nos pesan mucho: la corrupción, el burocratismo
Ramón Rodríguez Chacín
Ya el enemigo del proceso Bolivariano, el capitalismo mundial con el imperio yanqui a la cabeza, ha dado a conocer la estrategia política que empleará en los próximos dos años para tratar de sacar del poder a nuestro líder y derrotar el proyecto Bolivariano, suplantándolo con un gobierno neoliberal y capitalista, sumiso al consenso de Washington y servil a los intereses de los grandes capitales que dominan el mundo, revirtiendo así el proceso de inclusión del pueblo venezolano para de esa manera, apropiarse de las riquezas de nuestro país para beneficio exclusivo del gran capital transnacional y de la burguesía nacional.
La estrategia que empleará el imperialismo mundial contra los intereses del pueblo venezolano no es otra que el fomento de la ingobernabilidad para cobrar dividendos el 2012, o antes, si se presenta la oportunidad. La oposición política al proyecto Bolivariano, la derecha autóctona, es la encargada de ejecutar nacionalmente las operaciones tácticas que buscan lograr el objetivo estratégico que establecieron sus amos del norte, la ingobernabilidad para el 2012. Ya empezaron, allí se inscribe las matrices de opinión que están tratando de imponer: que ganaron las parlamentarias, que nuestro líder ha perdido popularidad, inclusive barbaridades jurídicas como que el actual parlamento está caduco y que los diputados electos deben incorporarse inmediatamente al parlamento. Igualmente vendrán nuevas acciones, objetivas y mediáticas, que buscarán desacreditar el liderazgo revolucionario y desestabilizar las instituciones revolucionarias.
Se incrementara la injerencia extranjera en la política venezolana, la guerra de cuarta generación dirigida desde Washington, la subvención clandestina de la CIA a los lacayos en Venezuela y la guerra sucia mediática. Todo ello dirigido a conseguir descontento y ganarse la mente de nuestra gente mediante el engaño y la mentira. Al mismo tiempo, estarán preparando el terreno para desmontar lo que ellos llaman el “Estado Benefactor” y privatizar toda la actividad venezolana en educación, salud, alimentación, cultura, deportes, comunicación, tecnología y cualquier otra actividad que pueda ser rentable para el capitalismo. Es decir, eliminar las misiones y revertir la democratización de los medios de producción; eliminar la ley de tierras, la de pesca, la de seguridad en el trabajo, la ley del trabajo y todo lo que huela a beneficio del pueblo. Ese es su proyecto de gobierno, excluir la mayoría del pueblo y que sólo un reducido grupo disfrute de poder, riquezas y privilegios. Al resto solo le queda el embobamiento que produce la alienación capitalista.
No importa si no hay embajador yanqui, porque las relaciones con Venezuela no las manejará el departamento de Estado sino la CIA y el pentágono a través de los apátridas de la derecha venezolana.
Ese es su plan estratégico, por supuesto, si se les presenta la oportunidad de un golpe de estado institucional, magnicidio o cualquier forma leguleya de llegar al poder, trataran de explotar esa oportunidad.
Los revolucionarios tenemos el deber de estar alertas, de profundizar nuestra revolución, de ser mejores comunicadores, de escoger y preparar mejor nuestros cuadros, de excluir a los oportunistas y de execrar algunas lacras que nos pesan mucho: la corrupción, el burocratismo
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