“Fue un allanamiento brutal. La Universidad fue cerrada; le aumentaron el sueldo a los profesores durante ese año que estuvo cerrada, y la lucha la dieron los obreros y estudiantes.Una Pancarta decía:
Policía Militar, si quieres entrar a la UCV: ¡ Estudia!
Ahí se castra la UCV y se convierte en una universidad dócil, ahora en manos de la derecha que se ha ido apoderando de ella progresivamente”
Tal día como ayer pero hace 40 años, en horas de la noche, las fuerzas de seguridad del presidente Rafael Caldera allanaron la casa de la familia Bianco.
Uno de los hijos del rector Jesús María Bianco, el médico sexólogo Fernando Bianco, señala que esta acción ocurrió por una “supuesta” equivocación; pero era el preludio de lo que sucedería al día siguiente: el allanamiento de la UCV.
Durante dos años, y apoyado por los medios de comunicación -que difamaron el proceso de Renovación-, Rafael Caldera cerró la Universidad Central de Venezuela, emulando lo hecho por los dictadores Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez.
El Presidente de la República, además, borró a la Escuela Técnica Industrial y cambió a la mayoría de los decanos por quienes militaban con las ideas de AD y Copei.
Caldera destituyó al rector Jesús María Bianco, quien con mucha dignidad se negó a sentarse junto a un Consejo de Universidades que sólo pretendía cercenar lo que la UCV ya estaba logrando: estar a la par de los cambios globales. El rector prometió no regresar más a la UCV mientras tuviera vigencia la Ley de Universidades; sólo volvió tras la tragedia de las Azores, en la que perdió la vida todo el Orfeón Universitario y el asesinato de Jorge Rodríguez.
Muchas son las causas que se adjudican a la pérdida de este movimiento renovador: la invasión silenciosa del Imperialismo en las aulas de clases, la torpeza de factores de ultraizquierda que desconocían este movimiento.
La UCV “fue vencida por la sombra”. Donald no tiene claro si su Universidad sigue venciendo la sombra pero no duda que debe haber un trabajo político, provocar la discusión y empezar a cuestionar. Marcou piensa que la UCV “vence las sombras pero pudiese hacerlo mejor”. Carlos considera que la Universidad “es la casa que produce sombras y que opaca la realidad”.
“A veces los procesos tardan en regresar.
Tarde o temprano la UCV tiene que vencer la sombra y reencontrar su camino”.
Tal día como ayer pero hace 40 años, en horas de la noche, las fuerzas de seguridad del presidente Rafael Caldera allanaron la casa de la familia Bianco.
Uno de los hijos del rector Jesús María Bianco, el médico sexólogo Fernando Bianco, señala que esta acción ocurrió por una “supuesta” equivocación; pero era el preludio de lo que sucedería al día siguiente: el allanamiento de la UCV.
Durante dos años, y apoyado por los medios de comunicación -que difamaron el proceso de Renovación-, Rafael Caldera cerró la Universidad Central de Venezuela, emulando lo hecho por los dictadores Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez.
El Presidente de la República, además, borró a la Escuela Técnica Industrial y cambió a la mayoría de los decanos por quienes militaban con las ideas de AD y Copei.
Caldera destituyó al rector Jesús María Bianco, quien con mucha dignidad se negó a sentarse junto a un Consejo de Universidades que sólo pretendía cercenar lo que la UCV ya estaba logrando: estar a la par de los cambios globales. El rector prometió no regresar más a la UCV mientras tuviera vigencia la Ley de Universidades; sólo volvió tras la tragedia de las Azores, en la que perdió la vida todo el Orfeón Universitario y el asesinato de Jorge Rodríguez.
Muchas son las causas que se adjudican a la pérdida de este movimiento renovador: la invasión silenciosa del Imperialismo en las aulas de clases, la torpeza de factores de ultraizquierda que desconocían este movimiento.
La UCV “fue vencida por la sombra”. Donald no tiene claro si su Universidad sigue venciendo la sombra pero no duda que debe haber un trabajo político, provocar la discusión y empezar a cuestionar. Marcou piensa que la UCV “vence las sombras pero pudiese hacerlo mejor”. Carlos considera que la Universidad “es la casa que produce sombras y que opaca la realidad”.
“A veces los procesos tardan en regresar.
Tarde o temprano la UCV tiene que vencer la sombra y reencontrar su camino”.
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