Más del Centro Docente La Trinidad
En relación a lo que publicamos el pasado 10 de septiembre, relacionado a la mala atención que reciben los usuarios del Centro Docente La Trinidad, de Caracas, un empleado de dicha institución -quien solicitó no ser identificado por temor a represalias- nos escribió un correo electrónico, en el que sostenía hablar por muchos de sus compañeros de trabajo, donde reconocía las fallas que explicábamos en nuestro anterior artículo.
En relación a lo que publicamos el pasado 10 de septiembre, relacionado a la mala atención que reciben los usuarios del Centro Docente La Trinidad, de Caracas, un empleado de dicha institución -quien solicitó no ser identificado por temor a represalias- nos escribió un correo electrónico, en el que sostenía hablar por muchos de sus compañeros de trabajo, donde reconocía las fallas que explicábamos en nuestro anterior artículo.
Sobre lo comentado acerca de lo que sufren quienes buscan obtener los servicios del Centro Docente La Trinidad, con mucho respeto y cortesía, dijo que “que haga la salvedad de que ese mal servicio no se debe en su totalidad al personal que trabaja en dicho establecimiento”. Igualmente nos da a conocer una serie de problema que ellos viven diariamente, siendo su trabajo desmejorado debido al poco personal con que cuenta ese centro de salud. No solo habla del exceso de trabajo que le corresponde hacer cada uno de ellos por la falta de personal, sino que también se trata de las condiciones económicas que no se ajustan a la verdadera realidad del costo de vida de hoy y de su desempeño en la cantidad de pacientes que deben atender diariamente.
En cuanto a la seguridad del personal, presuntamente, tampoco se ajusta a las realidades que exige la actual Ley del Trabajo y el peligro de contaminación que supuestamente siempre está presente en lugar tan concurrido por pacientes con diversas enfermedades. “Se debe tener claro que por el exceso de pacientes que ahí se atienden diariamente, principalmente en las áreas donde se realizan los exámenes de Laboratorio y de Rayos X, es lógico que no se pueda prestar un servicio de primera. Más aún si además de tener que trabajar en exceso hay que recibir malos tratos de los supervisores de ambos departamento, pero especialmente en la área de Laboratorio”, que según describe el informante, se trata, supuestamente, de la misma persona que hacíamos referencia en nuestro artículo anterior, cuando hablamos de su actitud grosera con lo del televisor.
Creemos que no esto no es asunto de individualidades sino más bien de política de la empresa. Igualmente nos solicita, con mucho respeto y cortesía, que aclaremos el punto de la mala atención y de la muchedumbre que acude a realizarse los exámenes que se prestan en ese lugar, lo cual se debe al desmedido y mal planificado exceso de personas que acuden diariamente al Centro Médico Docente La Trinidad, Caracas, y que la directiva de ese centro no ha calculado la forma negativa que eso incide en la prestación de los servicios. Lo grave es que cada días se abren más consultas y hay más pacientes y ya hay servicio de hospitalización lo que realmente muy pronto será el caos del Centro Médico Docente La Trinidad, de Caracas, si no se toman las medidas del caso. Los empleados temen que por estás denuncias las represalias caerán sobre ellos y alegarán que se debe a la incompetencia de los trabajadores en el cumplimiento de sus obligaciones, algo que realmente no se ajusta a la realidad, acordémonos que siempre la soga revienta por lo más delgado. Si hay algo que compartimos es que la mayoría de esos empleados son cumplidores y corteses a la hora de realizar sus obligaciones profesionales. Lo malo es el exceso de trabajo que recae en cada uno de ellos, lo cual, por supuesto daña su labor.
En otros correos recibidos de usuarios del Centro Docente La Trinidad, Caracas, se reafirman los otros hechos denunciados en cuanto a los servicios complementarios que prestan y que no tiene que ver con el área de la salud y ellos son: la viveza de los cobradores del estacionamiento y el cobro de más por la prestación del servicio, lo caro que son los concesionarios que ofrecen alimentos y bebidas ya que todos, al parecer, pertenecen a cadenas de comidas rápida que cobran por el nombre y no por lo que sirven.
Sea propicia esta oportunidad para invitar a los encargados de velar por la salud del pueblo venezolano, el Ministerio del Poder Popular para la Salud, con el fin de que envíe a algún inspector a comprobar la calidad de los servicios que ahí se prestan y a justificar el valor de los mismos así como su realidad en el mercado nacional, recuerden que con la salud no se juega y es además una cuestión de Estado y que son ustedes lo que deben velar por su justo cumplimiento.
Salomón Benshimol R.
Salomón Benshimol R.
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