Por: Juan Azocar.
Si hablamos de la célula como base organizativa del partido, tengan la seguridad que allí, a ese nivel encontramos el sentimiento y la razón de esta revolución. Si funcionan como debe ser, hay revolución y Chávez para rato.
Ocurre que a diez años de este proceso es incipiente el grado o nivel organizativo que no cuaja precisamente por un mal advertido mil veces por los teóricos y prácticos de las revoluciones que hasta hoy han existido. Se trata del burocratismo. Flagelo que se ha apoderado de muchos dirigentes al término del comportamiento típico de adecos y copeyanos. Mezcla de oportunismo, demagogia y clientelismo. Patiquines engreídos. Preocupante que estén distanciados
de unas bases esperanzadas, que no pierden oportunidad para criticarlos de manera abierta y franca. Menos mal que el Presidente Chávez conoce esta realidad y junto a la dirigencia se ha percatado de implementar mecanismos para frenar esta notoria derechización.
La excelente iniciativa del Sistema de Formación Socialista Simón Rodríguez y sus jornadas de pensamiento y reflexión crítica, bien implementadas, estamos seguros se convertirán en punta de lanza del nuevo y necesario revolucionario del socialismo del siglo XXI.
Si hablamos de la célula como base organizativa del partido, tengan la seguridad que allí, a ese nivel encontramos el sentimiento y la razón de esta revolución. Si funcionan como debe ser, hay revolución y Chávez para rato.
Ocurre que a diez años de este proceso es incipiente el grado o nivel organizativo que no cuaja precisamente por un mal advertido mil veces por los teóricos y prácticos de las revoluciones que hasta hoy han existido. Se trata del burocratismo. Flagelo que se ha apoderado de muchos dirigentes al término del comportamiento típico de adecos y copeyanos. Mezcla de oportunismo, demagogia y clientelismo. Patiquines engreídos. Preocupante que estén distanciados
de unas bases esperanzadas, que no pierden oportunidad para criticarlos de manera abierta y franca. Menos mal que el Presidente Chávez conoce esta realidad y junto a la dirigencia se ha percatado de implementar mecanismos para frenar esta notoria derechización.
La excelente iniciativa del Sistema de Formación Socialista Simón Rodríguez y sus jornadas de pensamiento y reflexión crítica, bien implementadas, estamos seguros se convertirán en punta de lanza del nuevo y necesario revolucionario del socialismo del siglo XXI.
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