El Comandante de la Nación suramericana es puro coraje, es el nervio y el latir rabioso de la sangre del continente entero. Abre las puertas con la audacia de un gran héroe, eso es pura Venezuela!
Raul Bracho.
Anda por el mundo haciendo bulla, alharaca de todos los que andamos en el diario combatir en nuestra patria. Hoy reúne a África junto a la América, viene de incendiar el Norte, antes estuvo en medio oriente, hasta Rusia fue a despertar conciencias.
Hoy tuve una jornada fuerte en mi lucha, hermosa y llena de victorias, al llegar y sentarme a escribir mi artículo diario para ustedes, encontré que un amigo me había mandado el siguiente correo sobre mi querido Comandante y me parece tan excelente que le cederé mi espacio, no creo que yo lo pudiera hacer mejor, espero lo disfruten camaradas:
Carta pública a la gente de izquierda sobre Hugo Chávez, que también puede leer la derecha
Por: Frank David Bedoya Muñoz
Antes de comenzar mi disertación, voy a citar algunas consideraciones sobre Venezuela, que algún día expresó nuestro filósofo Fernando González.
“En Suramérica lo más original y representativo es Venezuela. […] En Venezuela apareció ya el tipo suramericano. Todos son iguales, tienen egoencia admirable, desfachatez y capacidad dominadora. Biológica e históricamente Caracas es la capital suramericana. […] Venezuela tiene capacidad de impertinencia y Suramérica será venezolana o nada. […] Todo venezolano es dictador. […] El orgullo del venezolano es incalculable. Se cree único. Tiene aspecto de importancia y de capaz de hacerse matar. Es el porvenir de Suramérica.” (Mi compadre, 1934)
“Venezuela es la que tiene más personalidad en Suramérica. No quiero decir que sea más rica, que esté mejor gobernada, más organizada, etc. Hablo desde el punto de vista biológico. Ella produce hombres originales, gobiernos originales, modos propios. En otras palabras, en Venezuela es donde tienen menos vergüenza. […] En la guerra de independencia, Venezuela dio los héroes y Colombia los juristas; dio muchos Santanderes, gente apegada a la vida, a los libros, a las clasificaciones. Venezuela dio a Bolívar, primer hombre cósmico cuyos orígenes están oscuros para el sociólogo.” (Los negroides, 1936)
Es perfectamente comprensible que toda la derecha en Suramérica deteste a Hugo Chávez; es elemental, que las oligarquías de los países suramericanos junto con los gobiernos norteamericanos, aborrezcan a ese engendro del demonio. Es comprensible además que la población colombiana enajenada y manipulada por el régimen mafioso y criminal que actualmente padecemos en Colombia, también sienta desprecio por tan abominable personaje, más aún si se atreve a criticar los honorables, puros, honrados, y además blancos políticos uribistas, que están haciendo en Colombia un paraíso de seguridad democrática. Es comprensible que los periodistas colombianos, grandes “genios iluminados por la razón”, que le explican a Colombia día a día como entender el mundo, como Claudia Gurisatti, Vicky Dávila y Darío Arismendi, hayan develado la crueldad de ese tirano. Pero lo que no puedo comprender es que algunos hombres de izquierda en Colombia, lo detesten también, por su impertinencia y su desfachatez, y le critiquen su falta de diplomacia y talante democrático, aquel que si tienen sus oponentes de derecha, que podrán ser unos ladrones, pero, eso si, que son bien educados, bien demócratas y bien mesurados.
Yo lo que creo, es que nadie, ha comprendido, que Chávez es tan impulsivo, apasionado, contradictorio, arrojado, desfachatado, impertinente, tal cual como son los hombres de Suramérica, los hombres del pueblo, los del trópico, los hijos de los pueblos condenados a vivir en cien años de soledad… Pero no, todos reclaman la diplomacia democrática de los estadistas que han gobernado a Suramérica, bajo la obediencia estricta de la democracia capitalista norteamericana. Nadie, se ha dado cuenta, que Chávez se parece a su pueblo, así como Fidel al suyo, Evo al suyo…. Y así como la Colombia goda de Laureano Gómez, señaló a Gaitán como un simio, un negro comunista con la jeta hinchada, así hoy, quieren también, acabar con ese hombre de color y mal hablado, boquitrompom, que no blanco y de ojos azules, se está atreviendo a pensar a Suramérica de una manera distinta.
En el año 2003 tuve la oportunidad de conocer a Hugo Chávez, escuché en una reunión de no más de 200 personas, una charla sobre la revolución Bolivariana, y en verdad allí descubrí a un hombre, sensible, apasionado, honesto, que sabia y creía lo que estaba diciendo. Escuché un discurso sin hipocresía, algo raro en nuestras tierras. Luego me fui para Venezuela y recorrí gran parte de su territorio para ver con mis propios ojos los que estaba ocurriendo allá. Y constaté en sus hombres y mujeres, lo que ya había descrito Fernando González, gente brusca, impertinente, dictadora, en verdad un pueblo desfachatado… Con muchos problemas, pero eso sí, todos con una voluntad estremecedora. Entendí que la Revolución Bolivariana, aún le faltaba mucho para alcanzar sus propósitos, y que los escollos inevitables de las malas prácticas políticas, que se han dado en toda América Latina durante toda su historia, serían muy difícil de erradicar…. Y luego, regresé a Colombia, a ver como la gente, algunos cultos otros ignorantes, se atrevían a señalar los defectos de Venezuela, como si los colombianos tuviéremos mucha autoridad moral.
No voy a referirme acá a los logros, y dificultades de la Revolución Bolivariana, simplemente voy a recordar las palabras que pronuncié en una conferencia en la Casa Museo Otraparte en el año 2006. Decía: “En su libro sobre Juan Vicente Gómez, Mi compadre, Fernando González dijo: «Mientras Olaya vende a Colombia… Venezuela es convertida de nuevo, por Gómez, en la cuna de Suramérica.» Hoy después de 77 años podemos decir lo mismo, sólo cambiando los apellidos: Mientras Uribe vende a Colombia… Venezuela es convertida de nuevo, por Chávez, en la cuna de Suramérica.”
Y hoy agrego: tal vez, muchos hombres de izquierda, no estemos de acuerdo con muchos procedimientos de Chávez, yo mismo no estado de acuerdo con varias cosas. Pero eso, no indica que Chávez, no represente hoy, el espíritu de Suramérica, una Suramérica libre y bolivariana… El problema, para la oligarquía, no es tanto la impertinencia de Chávez, sino lo que él representa en la geopolítica latinoamericana. Hay gente que todavía en Colombia le tiene miedo al espíritu bolivariano, hasta muchos en la izquierda. Porque Bolívar, era ante todo, revolución, unidad suramericana, libertad… Nada parecido a la América Latina que construyeron los vende patrias de las oligarquías. Por eso cuando, Chávez habla de la unión de las patrias de Bolívar, todos palidecen, defendiendo las “soberanías” de sus republiquitas. Los países de Europa han buscado formas, de unión. Pero eso es normal… el horror, es que busquemos en algún momento la unión de Suramérica, en temas esenciales de la geopolítica del siglo XXI.
Fidel apoya a Chávez, gran cantidad de intelectuales en el mundo lo apoyan, esta semana nada más, lo visitó Noam Chomsky. Sólo en Colombia, donde cada uno se cree un sabio en la política, reniega de este ser político, suramericano por excelencia, que ha vuelto, con sus arrebatos y sueños, a conmover a todo un continente. Acá en Colombia, sólo tenemos dos políticos de talla nacional e internacional, con la altura, la decencia, la inteligencia, la autonomía, y toda la autoridad moral para hablar sobre política y geopolítica, me refiero a Carlos Gaviria y a Jorge Robledo. Y ellos, no son como los atrevidos, e irrespetuosos, seudo-políticos, o seudo-periodistas colombianos que aprovechan cada vez que se encuentran con una cámara y un micrófono, para rasgarse las vestiduras y exaltar una patrioterismo de cajón.
Chávez es un hombre desgarradoramente honesto, lo que piensa lo hace. Y ha vuelto a poner a Suramérica a pensarse en sí misma. Es un buen hijo de Bolívar, estoy seguro de esto. Y yo conozco tanto a Bolívar como para no tener duda de ello. Yo no sé, porque mis colegas de izquierda le reclaman tanto a Chávez, acaso se les olvido que los hombres de izquierda tenemos defectos, que nuestros procesos siempre tendrán dificultades, y que con todo y nuestros errores, nuestra lucha siempre es por la equidad, la dignidad y la libertad, así nos equivoquemos hasta el último aliento. Pues que si vamos a hablar de métodos, que alguien diga pues cual es la verdad revelada para hacer política en la izquierda. No seamos tan carajos y no repliquemos los discursos de la derecha. Primero tomémonos el poder acá, en Colombia, ensayemos un gobierno verdadero de izquierda y luego, ahí si, pretendamos dar alguna lección.
Raul Bracho.
Anda por el mundo haciendo bulla, alharaca de todos los que andamos en el diario combatir en nuestra patria. Hoy reúne a África junto a la América, viene de incendiar el Norte, antes estuvo en medio oriente, hasta Rusia fue a despertar conciencias.
Hoy tuve una jornada fuerte en mi lucha, hermosa y llena de victorias, al llegar y sentarme a escribir mi artículo diario para ustedes, encontré que un amigo me había mandado el siguiente correo sobre mi querido Comandante y me parece tan excelente que le cederé mi espacio, no creo que yo lo pudiera hacer mejor, espero lo disfruten camaradas:
Carta pública a la gente de izquierda sobre Hugo Chávez, que también puede leer la derecha
Por: Frank David Bedoya Muñoz
Antes de comenzar mi disertación, voy a citar algunas consideraciones sobre Venezuela, que algún día expresó nuestro filósofo Fernando González.
“En Suramérica lo más original y representativo es Venezuela. […] En Venezuela apareció ya el tipo suramericano. Todos son iguales, tienen egoencia admirable, desfachatez y capacidad dominadora. Biológica e históricamente Caracas es la capital suramericana. […] Venezuela tiene capacidad de impertinencia y Suramérica será venezolana o nada. […] Todo venezolano es dictador. […] El orgullo del venezolano es incalculable. Se cree único. Tiene aspecto de importancia y de capaz de hacerse matar. Es el porvenir de Suramérica.” (Mi compadre, 1934)
“Venezuela es la que tiene más personalidad en Suramérica. No quiero decir que sea más rica, que esté mejor gobernada, más organizada, etc. Hablo desde el punto de vista biológico. Ella produce hombres originales, gobiernos originales, modos propios. En otras palabras, en Venezuela es donde tienen menos vergüenza. […] En la guerra de independencia, Venezuela dio los héroes y Colombia los juristas; dio muchos Santanderes, gente apegada a la vida, a los libros, a las clasificaciones. Venezuela dio a Bolívar, primer hombre cósmico cuyos orígenes están oscuros para el sociólogo.” (Los negroides, 1936)
Es perfectamente comprensible que toda la derecha en Suramérica deteste a Hugo Chávez; es elemental, que las oligarquías de los países suramericanos junto con los gobiernos norteamericanos, aborrezcan a ese engendro del demonio. Es comprensible además que la población colombiana enajenada y manipulada por el régimen mafioso y criminal que actualmente padecemos en Colombia, también sienta desprecio por tan abominable personaje, más aún si se atreve a criticar los honorables, puros, honrados, y además blancos políticos uribistas, que están haciendo en Colombia un paraíso de seguridad democrática. Es comprensible que los periodistas colombianos, grandes “genios iluminados por la razón”, que le explican a Colombia día a día como entender el mundo, como Claudia Gurisatti, Vicky Dávila y Darío Arismendi, hayan develado la crueldad de ese tirano. Pero lo que no puedo comprender es que algunos hombres de izquierda en Colombia, lo detesten también, por su impertinencia y su desfachatez, y le critiquen su falta de diplomacia y talante democrático, aquel que si tienen sus oponentes de derecha, que podrán ser unos ladrones, pero, eso si, que son bien educados, bien demócratas y bien mesurados.
Yo lo que creo, es que nadie, ha comprendido, que Chávez es tan impulsivo, apasionado, contradictorio, arrojado, desfachatado, impertinente, tal cual como son los hombres de Suramérica, los hombres del pueblo, los del trópico, los hijos de los pueblos condenados a vivir en cien años de soledad… Pero no, todos reclaman la diplomacia democrática de los estadistas que han gobernado a Suramérica, bajo la obediencia estricta de la democracia capitalista norteamericana. Nadie, se ha dado cuenta, que Chávez se parece a su pueblo, así como Fidel al suyo, Evo al suyo…. Y así como la Colombia goda de Laureano Gómez, señaló a Gaitán como un simio, un negro comunista con la jeta hinchada, así hoy, quieren también, acabar con ese hombre de color y mal hablado, boquitrompom, que no blanco y de ojos azules, se está atreviendo a pensar a Suramérica de una manera distinta.
En el año 2003 tuve la oportunidad de conocer a Hugo Chávez, escuché en una reunión de no más de 200 personas, una charla sobre la revolución Bolivariana, y en verdad allí descubrí a un hombre, sensible, apasionado, honesto, que sabia y creía lo que estaba diciendo. Escuché un discurso sin hipocresía, algo raro en nuestras tierras. Luego me fui para Venezuela y recorrí gran parte de su territorio para ver con mis propios ojos los que estaba ocurriendo allá. Y constaté en sus hombres y mujeres, lo que ya había descrito Fernando González, gente brusca, impertinente, dictadora, en verdad un pueblo desfachatado… Con muchos problemas, pero eso sí, todos con una voluntad estremecedora. Entendí que la Revolución Bolivariana, aún le faltaba mucho para alcanzar sus propósitos, y que los escollos inevitables de las malas prácticas políticas, que se han dado en toda América Latina durante toda su historia, serían muy difícil de erradicar…. Y luego, regresé a Colombia, a ver como la gente, algunos cultos otros ignorantes, se atrevían a señalar los defectos de Venezuela, como si los colombianos tuviéremos mucha autoridad moral.
No voy a referirme acá a los logros, y dificultades de la Revolución Bolivariana, simplemente voy a recordar las palabras que pronuncié en una conferencia en la Casa Museo Otraparte en el año 2006. Decía: “En su libro sobre Juan Vicente Gómez, Mi compadre, Fernando González dijo: «Mientras Olaya vende a Colombia… Venezuela es convertida de nuevo, por Gómez, en la cuna de Suramérica.» Hoy después de 77 años podemos decir lo mismo, sólo cambiando los apellidos: Mientras Uribe vende a Colombia… Venezuela es convertida de nuevo, por Chávez, en la cuna de Suramérica.”
Y hoy agrego: tal vez, muchos hombres de izquierda, no estemos de acuerdo con muchos procedimientos de Chávez, yo mismo no estado de acuerdo con varias cosas. Pero eso, no indica que Chávez, no represente hoy, el espíritu de Suramérica, una Suramérica libre y bolivariana… El problema, para la oligarquía, no es tanto la impertinencia de Chávez, sino lo que él representa en la geopolítica latinoamericana. Hay gente que todavía en Colombia le tiene miedo al espíritu bolivariano, hasta muchos en la izquierda. Porque Bolívar, era ante todo, revolución, unidad suramericana, libertad… Nada parecido a la América Latina que construyeron los vende patrias de las oligarquías. Por eso cuando, Chávez habla de la unión de las patrias de Bolívar, todos palidecen, defendiendo las “soberanías” de sus republiquitas. Los países de Europa han buscado formas, de unión. Pero eso es normal… el horror, es que busquemos en algún momento la unión de Suramérica, en temas esenciales de la geopolítica del siglo XXI.
Fidel apoya a Chávez, gran cantidad de intelectuales en el mundo lo apoyan, esta semana nada más, lo visitó Noam Chomsky. Sólo en Colombia, donde cada uno se cree un sabio en la política, reniega de este ser político, suramericano por excelencia, que ha vuelto, con sus arrebatos y sueños, a conmover a todo un continente. Acá en Colombia, sólo tenemos dos políticos de talla nacional e internacional, con la altura, la decencia, la inteligencia, la autonomía, y toda la autoridad moral para hablar sobre política y geopolítica, me refiero a Carlos Gaviria y a Jorge Robledo. Y ellos, no son como los atrevidos, e irrespetuosos, seudo-políticos, o seudo-periodistas colombianos que aprovechan cada vez que se encuentran con una cámara y un micrófono, para rasgarse las vestiduras y exaltar una patrioterismo de cajón.
Chávez es un hombre desgarradoramente honesto, lo que piensa lo hace. Y ha vuelto a poner a Suramérica a pensarse en sí misma. Es un buen hijo de Bolívar, estoy seguro de esto. Y yo conozco tanto a Bolívar como para no tener duda de ello. Yo no sé, porque mis colegas de izquierda le reclaman tanto a Chávez, acaso se les olvido que los hombres de izquierda tenemos defectos, que nuestros procesos siempre tendrán dificultades, y que con todo y nuestros errores, nuestra lucha siempre es por la equidad, la dignidad y la libertad, así nos equivoquemos hasta el último aliento. Pues que si vamos a hablar de métodos, que alguien diga pues cual es la verdad revelada para hacer política en la izquierda. No seamos tan carajos y no repliquemos los discursos de la derecha. Primero tomémonos el poder acá, en Colombia, ensayemos un gobierno verdadero de izquierda y luego, ahí si, pretendamos dar alguna lección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario