La revolución bolivariana ya no es sólo "un proceso transformador de la sociedad venezolana", sino de la región. "Venezuela es ya un referente mundial.
Son demasiado jóvenes para recordar con detalle un gobierno distinto al de Hugo Chávez y se dicen dispuestos a "dar la vida por la revolución bolivariana": las nuevas generaciones socialistas de Venezuela desean contribuir activamente a una "victoria" en los comicios de noviembre.
Bajo el lema 'Ponte los zapatos del socialismo', estos jóvenes 'revolucionarios' han tejido en los últimos meses una red nacional de batallones para tener "voz y voto" en la campaña electoral que protagonizarán los "adultos". "Nuestro lema significa que hay que salir a la calle, romper los esquemas y no quedarse parado. En noviembre vamos a ganar la mayoría de alcaldías y más estados de los que poseemos ahora, incluido Zulia (oeste)", garantiza Heryck Rangel, de 22 años, uno de los líderes de las juventudes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, en el poder).
Actualmente, la oposición venezolana sólo gobierna en dos estados, Zulia y Nueva Esparta (norte). Otro pequeño grupo, como Sucre, Aragua o Guárico, están en manos de partidos o políticos que en los últimos cuatro años se escindieron del chavismo. Los sondeos recientes indican que la oposición podría ganar entre cinco y ocho estados en los comicios del 23 de noviembre.
La sangre nueva que se inyecta en el PSUV tiene un discurso apasionado y una admiración incondicional por Chávez, "quien es un camarada más de lucha". "Yo tenía una novia que me dijo: 'Dejas a Chávez o me dejas a mí. Y yo le dije: 'Mira, yo estoy con Chávez' y lo dejamos. En la oposición hay un gran rechazo a la persona del presidente. El problema es él, no se fijan en los logros de su gobierno", cuenta Rangel, estudiante de Ciencias Políticas y nacido en una familia que no es chavista.
Los jóvenes presumen de no tomarse vacaciones para trabajar sin tregua por el proyecto bolivariano, baten récords de visitas con su blog en internet y hasta inventaron unos "zapatos revolucionarios" de color rojo, muy parecidos a un conocido modelo deportivo estadounidense, que regalaron a Chávez y podrían fabricar en serie para financiarse.
"Chávez es un ser excepcional, demasiado avanzado para nuestro tiempo", explica María Gabriela Miquilareno, de 24 años, otra de las líderes de las juventudes del PSUV. "Él hace lo que dice. Es un soñador, tiene la suerte de contar con una juventud dispuesta a dar hasta la vida por este proceso, por la revolución bolivariana, porque no vamos a permitir que este país retroceda", agrega.
Estos jóvenes ven el socialismo como un proceso de "emancipación del hombre" y la revolución como la "dignificación del pueblo". Publicaron folletos para defender las 26 leyes recientemente promulgadas por Chávez, y denuncian la actitud de los empresarios que -según afirman- multiplica la inflación, y no dudan de sus ideas.
Tampoco imaginan su lucha sin Chávez, a quien desean ver en el poder hasta el 2021, aunque normalmente su segundo y último mandato termina en 2013. "Pero si le sucediera algo, Chávez ya no es un hombre, es una idea y esta revolución avanzará porque todos los que creemos en él seguiremos en la lucha", afirman.
Para Miquilareno, la revolución bolivariana ya no es sólo "un proceso transformador de la sociedad venezolana", sino de la región. "Venezuela es ya un referente mundial. No podemos aislar este proceso revolucionario en nuestro país, es un proceso de América Latina", asegura esta estudiante de odontología y miembro de la Comisión Presidencial.
Sobre la posibilidad de verse un día convertidos en oposición, los jóvenes dudan antes de responder. "Seríamos una oposición activa, con la verdad por delante y seguiríamos construyendo el socialismo desde las bases. Pero si la derecha llega al poder, sería como la dictadura de (Augusto) Pinochet (en Chile). Seríamos perseguidos, asesinados o condenados a exiliarnos", concluyen.
Son demasiado jóvenes para recordar con detalle un gobierno distinto al de Hugo Chávez y se dicen dispuestos a "dar la vida por la revolución bolivariana": las nuevas generaciones socialistas de Venezuela desean contribuir activamente a una "victoria" en los comicios de noviembre.
Bajo el lema 'Ponte los zapatos del socialismo', estos jóvenes 'revolucionarios' han tejido en los últimos meses una red nacional de batallones para tener "voz y voto" en la campaña electoral que protagonizarán los "adultos". "Nuestro lema significa que hay que salir a la calle, romper los esquemas y no quedarse parado. En noviembre vamos a ganar la mayoría de alcaldías y más estados de los que poseemos ahora, incluido Zulia (oeste)", garantiza Heryck Rangel, de 22 años, uno de los líderes de las juventudes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV, en el poder).
Actualmente, la oposición venezolana sólo gobierna en dos estados, Zulia y Nueva Esparta (norte). Otro pequeño grupo, como Sucre, Aragua o Guárico, están en manos de partidos o políticos que en los últimos cuatro años se escindieron del chavismo. Los sondeos recientes indican que la oposición podría ganar entre cinco y ocho estados en los comicios del 23 de noviembre.
La sangre nueva que se inyecta en el PSUV tiene un discurso apasionado y una admiración incondicional por Chávez, "quien es un camarada más de lucha". "Yo tenía una novia que me dijo: 'Dejas a Chávez o me dejas a mí. Y yo le dije: 'Mira, yo estoy con Chávez' y lo dejamos. En la oposición hay un gran rechazo a la persona del presidente. El problema es él, no se fijan en los logros de su gobierno", cuenta Rangel, estudiante de Ciencias Políticas y nacido en una familia que no es chavista.
Los jóvenes presumen de no tomarse vacaciones para trabajar sin tregua por el proyecto bolivariano, baten récords de visitas con su blog en internet y hasta inventaron unos "zapatos revolucionarios" de color rojo, muy parecidos a un conocido modelo deportivo estadounidense, que regalaron a Chávez y podrían fabricar en serie para financiarse.
"Chávez es un ser excepcional, demasiado avanzado para nuestro tiempo", explica María Gabriela Miquilareno, de 24 años, otra de las líderes de las juventudes del PSUV. "Él hace lo que dice. Es un soñador, tiene la suerte de contar con una juventud dispuesta a dar hasta la vida por este proceso, por la revolución bolivariana, porque no vamos a permitir que este país retroceda", agrega.
Estos jóvenes ven el socialismo como un proceso de "emancipación del hombre" y la revolución como la "dignificación del pueblo". Publicaron folletos para defender las 26 leyes recientemente promulgadas por Chávez, y denuncian la actitud de los empresarios que -según afirman- multiplica la inflación, y no dudan de sus ideas.
Tampoco imaginan su lucha sin Chávez, a quien desean ver en el poder hasta el 2021, aunque normalmente su segundo y último mandato termina en 2013. "Pero si le sucediera algo, Chávez ya no es un hombre, es una idea y esta revolución avanzará porque todos los que creemos en él seguiremos en la lucha", afirman.
Para Miquilareno, la revolución bolivariana ya no es sólo "un proceso transformador de la sociedad venezolana", sino de la región. "Venezuela es ya un referente mundial. No podemos aislar este proceso revolucionario en nuestro país, es un proceso de América Latina", asegura esta estudiante de odontología y miembro de la Comisión Presidencial.
Sobre la posibilidad de verse un día convertidos en oposición, los jóvenes dudan antes de responder. "Seríamos una oposición activa, con la verdad por delante y seguiríamos construyendo el socialismo desde las bases. Pero si la derecha llega al poder, sería como la dictadura de (Augusto) Pinochet (en Chile). Seríamos perseguidos, asesinados o condenados a exiliarnos", concluyen.
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