La miel da vida
Vamos quemando la brisa, con soles de primavera...
Raúl Bracho
Comandante presidente: Venceremos!! En la recta final a las parlamentarias del 26S el potro revolucionario avanza victorioso a la meta y la tropelía opositora hace tropiezos y fustiga con sus látigos de odio en los metros finales. Esta es la última carrera para todos estos animales desalmados del pasado y de la supuesta izquierda extraviada con las gríngolas de aquella democracia mercantil en la que el poder era el centro de corrupción y de olvido a las necesidades populares, sin duda que la lección del pueblo venezolano dejará jadeantes a todos los que apuestan a que ocurra otra cosa. Más allá de todas las fallas y problemas de estos 11 años de revolución bolivariana, la claridad ya anuncia una conciencia de clase empoderada que trasciende por mucho los presagios de los derrotistas y frustrados.
Las apuestas a campañas porno mortuorias, a cábalas y santeros, a premoniciones y velas encendidas, a collares y estampas de 7 cruces, no pudieron mellar la supremacía de la conciencia de un pueblo que reconoce los cambios que ya son hechos palpables en nuestra vida diaria, la educación, que hoy es reconocida por la UNESCO, colocando a Venezuela como quinto país en matrícula universitaria en su población, superando a China y a EE.UU. son el pan de cada día en la familia venezolana que ve a sus hijos tener acceso a los saberes, la salud preventiva, basada en los avances de la medicina cubana, ya le da garantía de atención a los más recónditos pobladores de nuestra patria, los índices de trabajo, que dejaron bien atrás a aquella Venezuela plagada de buhoneros, que llena nuestra geografía de empresas socialistas de producción, las cooperativas y la organización comunal y las comunas como organización que abre el camino al verdadero poder popular no son poca cosa, no son triunfos que se puedan opacar con sortilegios de fantasmas y presagios de ultratumba.
El comandante nos pide que no seamos triunfalistas y así debe ser, la lucha debe seguir hasta el final de la jornada de este glorioso 26S, cada uno de nosotros debe salir a hablar y convocar a cada compatriota a la participación, a la toma de conciencia del valor que cada uno de nosotros tiene en esta hora que definirá nuestro futuro, el de nuestros hijos y el de esta bella patria: Venezuela socialista y bolivariana, ejemplo para el mundo en transformación a una nueva vida.
La campaña liderada por Hugo Chávez Frías está llena de sonrisas de pueblo, de ojos de mujeres que le gritan al paso: ¡te amo Chávez!, caras llenas de frescura y de futuro, dibujando esperanzas, sembrando rodillas sobre esta tierra de compromisos, esta batalla suena a victorias más allá del 26, su tronar retumba hasta el 2.012, hasta la victoria definitiva que garantice la irreversibilidad de este camino duro y difícil pero del que siempre, la sabiduría de este pueblo, ha salido victorioso.
La canalla mediática ha intentado todas sus opulentas y truculentas formas de derrumbar esta victoria y es el mundo entero quien está apostando a ver de nuevo al pueblo de Venezuela dar ejemplo de lucha con su presencia masiva en las elecciones parlamentarias de 26. Toda la patria ha escuchado el llamado, hay que seguir adelante, camaradas, cada minuto mas ventaja, cada minuto más victoria. Ellos se esconden ya en la angustia de una derrota para intentar denunciar sus cantos de fraude, como es costumbre, y ya saben que ni adentro ni fuera de esta patria su llanto de derrota encontrará eco.
Por sobre toda su tétrica maraña publicitaria se impuso de punta a punta la voz temible de un comandante que se crece como un huracán y que de nuevo despierta y convoca a su pueblo al campo de batalla, por sobre todos sus tarifados asesores ha sido superior la voz de cientos de líderes nacidos de estos largos años de lucha. Si no pudieron cuando lograron dar su golpe de estado, ni menos con el golpe petrolero, esta vez, camaradas, les puedo asegurar, con toda confianza que les quedará en la boca este sabor tan dulce que produce un pueblo unido, que parece miel, aunque a ustedes, de seguro, les sabrá a otra cosa.
Patria socialista ¡Venceremos
Vamos quemando la brisa, con soles de primavera...
Raúl Bracho
Comandante presidente: Venceremos!! En la recta final a las parlamentarias del 26S el potro revolucionario avanza victorioso a la meta y la tropelía opositora hace tropiezos y fustiga con sus látigos de odio en los metros finales. Esta es la última carrera para todos estos animales desalmados del pasado y de la supuesta izquierda extraviada con las gríngolas de aquella democracia mercantil en la que el poder era el centro de corrupción y de olvido a las necesidades populares, sin duda que la lección del pueblo venezolano dejará jadeantes a todos los que apuestan a que ocurra otra cosa. Más allá de todas las fallas y problemas de estos 11 años de revolución bolivariana, la claridad ya anuncia una conciencia de clase empoderada que trasciende por mucho los presagios de los derrotistas y frustrados.
Las apuestas a campañas porno mortuorias, a cábalas y santeros, a premoniciones y velas encendidas, a collares y estampas de 7 cruces, no pudieron mellar la supremacía de la conciencia de un pueblo que reconoce los cambios que ya son hechos palpables en nuestra vida diaria, la educación, que hoy es reconocida por la UNESCO, colocando a Venezuela como quinto país en matrícula universitaria en su población, superando a China y a EE.UU. son el pan de cada día en la familia venezolana que ve a sus hijos tener acceso a los saberes, la salud preventiva, basada en los avances de la medicina cubana, ya le da garantía de atención a los más recónditos pobladores de nuestra patria, los índices de trabajo, que dejaron bien atrás a aquella Venezuela plagada de buhoneros, que llena nuestra geografía de empresas socialistas de producción, las cooperativas y la organización comunal y las comunas como organización que abre el camino al verdadero poder popular no son poca cosa, no son triunfos que se puedan opacar con sortilegios de fantasmas y presagios de ultratumba.
El comandante nos pide que no seamos triunfalistas y así debe ser, la lucha debe seguir hasta el final de la jornada de este glorioso 26S, cada uno de nosotros debe salir a hablar y convocar a cada compatriota a la participación, a la toma de conciencia del valor que cada uno de nosotros tiene en esta hora que definirá nuestro futuro, el de nuestros hijos y el de esta bella patria: Venezuela socialista y bolivariana, ejemplo para el mundo en transformación a una nueva vida.
La campaña liderada por Hugo Chávez Frías está llena de sonrisas de pueblo, de ojos de mujeres que le gritan al paso: ¡te amo Chávez!, caras llenas de frescura y de futuro, dibujando esperanzas, sembrando rodillas sobre esta tierra de compromisos, esta batalla suena a victorias más allá del 26, su tronar retumba hasta el 2.012, hasta la victoria definitiva que garantice la irreversibilidad de este camino duro y difícil pero del que siempre, la sabiduría de este pueblo, ha salido victorioso.
La canalla mediática ha intentado todas sus opulentas y truculentas formas de derrumbar esta victoria y es el mundo entero quien está apostando a ver de nuevo al pueblo de Venezuela dar ejemplo de lucha con su presencia masiva en las elecciones parlamentarias de 26. Toda la patria ha escuchado el llamado, hay que seguir adelante, camaradas, cada minuto mas ventaja, cada minuto más victoria. Ellos se esconden ya en la angustia de una derrota para intentar denunciar sus cantos de fraude, como es costumbre, y ya saben que ni adentro ni fuera de esta patria su llanto de derrota encontrará eco.
Por sobre toda su tétrica maraña publicitaria se impuso de punta a punta la voz temible de un comandante que se crece como un huracán y que de nuevo despierta y convoca a su pueblo al campo de batalla, por sobre todos sus tarifados asesores ha sido superior la voz de cientos de líderes nacidos de estos largos años de lucha. Si no pudieron cuando lograron dar su golpe de estado, ni menos con el golpe petrolero, esta vez, camaradas, les puedo asegurar, con toda confianza que les quedará en la boca este sabor tan dulce que produce un pueblo unido, que parece miel, aunque a ustedes, de seguro, les sabrá a otra cosa.
Patria socialista ¡Venceremos
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