Nace en Caracas el 2 de Agosto de 1884
Es celebrado en Venezuela y en muchos países del mundo el nacimiento del maestro Rómulo Gallegos.
Cuya obra literaria y significación nacional le han valido el titulo de Maestro de la Juventud venezolana.
Su primer libro de cuentos Los Aventureros le abrió la ruta para la más extraordinaria producción literaria que se haría verdad con las novelas Reinaldo Solar, Doña Bárbara, Cantaclaro, Sobre la Misma Tierra, Pobre Negro, La Trepadora, La Brasa en el pico del Cuervo y La Brizna de Paja en el viento que definen a Rómulo Gallegos como un autor excepcional, dueño de una impresionante cultura venezolana ciento por ciento. Fue además de escritor, Maestro de aula, Ministro de Educación, Senador, Diputado y Presidente Constitucional de Venezuela.
“Un bongo remonta el Arauca bordeando las barrancas de la margen derecha …..
El Presidente Chavez decía: Vamos a leer a Gallegos, un insigne venezolano, y meternos más en esta tierra de la sabana. Gallegos recogió el alma de esta tierra», recalca siempre el Presidente de la República.
Doña Bárbara, y la profundidad del concepto que ahí recoge el gran escritor Gallegos en aquella gran novela; él habla de Cantaclaro, otra novela, luego, pero ya él menciona a Florentino, Cantaclaro. ¿Doña Bárbara?, ¡Doña Bárbara es el atraso! Doña
Bárbara es el atraso. Doña Bárbara es el latifundio. Doña Bárbara es la ignorancia. Doña Bárbara son esas fuerzas oscuras que desde hace muchos años aquí llegaron a imperar, a imponerse contra los seres humanos; y Santos Luzardo son ustedes los jóvenes que fueron a estudiar, se capacitaron y regresaron, pero al regresar a luchar por la igualdad, por el ser humano, chocaron con Doña Bárbara y las fuerzas que dominaban, chocaron con Mister Danger, aquel personaje traído del concepto imperialista que ya los Estados Unidos eran, el imperio en 1926, 1930, cuando Rómulo Gallegos vino por estas tierras y recogió las leyendas, incluso, de la bola de fuego; las leyendas de el Bramador, las leyendas del caimán Patrullero vamos a leer todos otra vez Doña Bárbara para meternos en el alma de esta tierra, las costumbres más profundas de esta tierra, vamos a leer Doña Bárbara, vamos a leer Cantaclaro, Pobre negro, Sobre la misma tierra, Canaima; las grandes novelas de Rómulo Gallegos.
Hay algunos revolucionarios que yo sé que tienen alguna precaución de hablar de Rómulo Gallegos, yo no, porque cuando Rómulo Gallegos fue adeco era otro tiempo, era otra época, era Acción Democrática un partido de izquierda, ¡de izquierda!; y ahí estaba también Andrés Eloy Blanco, Andrés Eloy Blanco fue de Acción Democrática, pero estamos hablando de 1940-45, a Rómulo Gallegos lo derrocaron los militares aliados de la oligarquía.
Giacopini Zárraga me contó que cuando estaban derrocando a Gallegos él estaba en Miraflores y al frente, en el Palacio Blanco, cruzando la avenida Urdaneta, estaban los golpistas exigiéndole al Presidente que se rindiera; y Giacopini trataba de salvar a Gallegos, iba y venía, cruzaba la calle pues, tratando de buscar un punto de acuerdo.
Los militares le exigían a Gallegos que sacara a Betancourt del país. Betancourt entonces era de la corriente comunista, de izquierda —al menos lo decía—, y el partido Acción Democrática tenía a hombres como Domingo Alberto Rangel, Luis Beltrán Prieto Figueroa, socialistas con peso en el partido y eran jóvenes.
Los militares exigían que se acabara el discurso y que sacaran del país a estos dirigentes de izquierda, de la izquierda de entonces. Gallegos no aceptaba, pero este hombre trataba de buscar un acuerdo. Al final, cuando ya Giacopini no hizo más esfuerzos, se rindió, fue cuando Gallegos le dijo... él trajo el pliego de peticiones hecho a mano por los militares Pérez Jiménez y compañía y lee las peticiones. Me cuenta Giacopini que Rómulo Gallegos tiró el papel y le dijo:
“Mire, Giacopini, vaya y dígale a esos traidores que ellos son Doña Bárbara, yo soy Santos Luzardo y no negocio con Doña Bárbara”.
Bueno, y se fue del país, se entregó preso pues, no aceptó negociación ni nada, tuvo dignidad, Gallegos, creo que fue un hombre digno Rómulo Gallegos.
Entonces vamos a leer a Gallegos, vamos a tomar el nombre de Rómulo Gallegos, un insigne venezolano, y vamos a meternos más en el alma de esta tierra de las sabanas y no sólo de las sabanas: Canaima, Pobre negro, Sobre la misma tierra. Gallegos recogió el alma venezolana, Cantaclaro, imagínense ustedes cuántas maravillosas creaciones,
Desde el llano adentro vengo,
tremolando este cantar,
Cantaclaro me han llamado
quién se atreve a replicar
Sobre la tierra la palma
sobre la palma los cielos,
sobre mi caballo yo
y sobre yo mi sombrero.
¡Ah, malaya!, quién pudiera
con esta soga enlazar
al viento que se ha llevado
lo mejor de mi cantar.
Eso es Cantaclaro. Y Cantaclaro es Florentino y Florentino es un socialista, es Santos Luzardo peleando contra Doña Bárbara, contra la barbarie, contra el latifundio, contra Mister Danger, contra el colonialismo, buscando las vías para el desarrollo que por fin aparecen en el estado
Como lo describe Rómulo Gallegos De aquel encontronazo con el otro mundo de su patria, mundo de Marisela y Doña Bárbara, de Santos Luzardo y Míster Danger, salieron las páginas más penetrantes con que se ha descrito alguna vez ese indefinible llano venezolano:
“La llanura es bella y terrible a la vez; en ella caben, holgadamente, hermosa vida y muerte atroz….Tierra abierta y tendida, buena para el esfuerzo y para la hazaña; toda horizontes, como la esperanza; toda caminos, como la voluntad”.
Es celebrado en Venezuela y en muchos países del mundo el nacimiento del maestro Rómulo Gallegos.
Cuya obra literaria y significación nacional le han valido el titulo de Maestro de la Juventud venezolana.
Su primer libro de cuentos Los Aventureros le abrió la ruta para la más extraordinaria producción literaria que se haría verdad con las novelas Reinaldo Solar, Doña Bárbara, Cantaclaro, Sobre la Misma Tierra, Pobre Negro, La Trepadora, La Brasa en el pico del Cuervo y La Brizna de Paja en el viento que definen a Rómulo Gallegos como un autor excepcional, dueño de una impresionante cultura venezolana ciento por ciento. Fue además de escritor, Maestro de aula, Ministro de Educación, Senador, Diputado y Presidente Constitucional de Venezuela.
“Un bongo remonta el Arauca bordeando las barrancas de la margen derecha …..
El Presidente Chavez decía: Vamos a leer a Gallegos, un insigne venezolano, y meternos más en esta tierra de la sabana. Gallegos recogió el alma de esta tierra», recalca siempre el Presidente de la República.
Doña Bárbara, y la profundidad del concepto que ahí recoge el gran escritor Gallegos en aquella gran novela; él habla de Cantaclaro, otra novela, luego, pero ya él menciona a Florentino, Cantaclaro. ¿Doña Bárbara?, ¡Doña Bárbara es el atraso! Doña
Bárbara es el atraso. Doña Bárbara es el latifundio. Doña Bárbara es la ignorancia. Doña Bárbara son esas fuerzas oscuras que desde hace muchos años aquí llegaron a imperar, a imponerse contra los seres humanos; y Santos Luzardo son ustedes los jóvenes que fueron a estudiar, se capacitaron y regresaron, pero al regresar a luchar por la igualdad, por el ser humano, chocaron con Doña Bárbara y las fuerzas que dominaban, chocaron con Mister Danger, aquel personaje traído del concepto imperialista que ya los Estados Unidos eran, el imperio en 1926, 1930, cuando Rómulo Gallegos vino por estas tierras y recogió las leyendas, incluso, de la bola de fuego; las leyendas de el Bramador, las leyendas del caimán Patrullero vamos a leer todos otra vez Doña Bárbara para meternos en el alma de esta tierra, las costumbres más profundas de esta tierra, vamos a leer Doña Bárbara, vamos a leer Cantaclaro, Pobre negro, Sobre la misma tierra, Canaima; las grandes novelas de Rómulo Gallegos.
Hay algunos revolucionarios que yo sé que tienen alguna precaución de hablar de Rómulo Gallegos, yo no, porque cuando Rómulo Gallegos fue adeco era otro tiempo, era otra época, era Acción Democrática un partido de izquierda, ¡de izquierda!; y ahí estaba también Andrés Eloy Blanco, Andrés Eloy Blanco fue de Acción Democrática, pero estamos hablando de 1940-45, a Rómulo Gallegos lo derrocaron los militares aliados de la oligarquía.
Giacopini Zárraga me contó que cuando estaban derrocando a Gallegos él estaba en Miraflores y al frente, en el Palacio Blanco, cruzando la avenida Urdaneta, estaban los golpistas exigiéndole al Presidente que se rindiera; y Giacopini trataba de salvar a Gallegos, iba y venía, cruzaba la calle pues, tratando de buscar un punto de acuerdo.
Los militares le exigían a Gallegos que sacara a Betancourt del país. Betancourt entonces era de la corriente comunista, de izquierda —al menos lo decía—, y el partido Acción Democrática tenía a hombres como Domingo Alberto Rangel, Luis Beltrán Prieto Figueroa, socialistas con peso en el partido y eran jóvenes.
Los militares exigían que se acabara el discurso y que sacaran del país a estos dirigentes de izquierda, de la izquierda de entonces. Gallegos no aceptaba, pero este hombre trataba de buscar un acuerdo. Al final, cuando ya Giacopini no hizo más esfuerzos, se rindió, fue cuando Gallegos le dijo... él trajo el pliego de peticiones hecho a mano por los militares Pérez Jiménez y compañía y lee las peticiones. Me cuenta Giacopini que Rómulo Gallegos tiró el papel y le dijo:
“Mire, Giacopini, vaya y dígale a esos traidores que ellos son Doña Bárbara, yo soy Santos Luzardo y no negocio con Doña Bárbara”.
Bueno, y se fue del país, se entregó preso pues, no aceptó negociación ni nada, tuvo dignidad, Gallegos, creo que fue un hombre digno Rómulo Gallegos.
Entonces vamos a leer a Gallegos, vamos a tomar el nombre de Rómulo Gallegos, un insigne venezolano, y vamos a meternos más en el alma de esta tierra de las sabanas y no sólo de las sabanas: Canaima, Pobre negro, Sobre la misma tierra. Gallegos recogió el alma venezolana, Cantaclaro, imagínense ustedes cuántas maravillosas creaciones,
Desde el llano adentro vengo,
tremolando este cantar,
Cantaclaro me han llamado
quién se atreve a replicar
Sobre la tierra la palma
sobre la palma los cielos,
sobre mi caballo yo
y sobre yo mi sombrero.
¡Ah, malaya!, quién pudiera
con esta soga enlazar
al viento que se ha llevado
lo mejor de mi cantar.
Eso es Cantaclaro. Y Cantaclaro es Florentino y Florentino es un socialista, es Santos Luzardo peleando contra Doña Bárbara, contra la barbarie, contra el latifundio, contra Mister Danger, contra el colonialismo, buscando las vías para el desarrollo que por fin aparecen en el estado
Como lo describe Rómulo Gallegos De aquel encontronazo con el otro mundo de su patria, mundo de Marisela y Doña Bárbara, de Santos Luzardo y Míster Danger, salieron las páginas más penetrantes con que se ha descrito alguna vez ese indefinible llano venezolano:
“La llanura es bella y terrible a la vez; en ella caben, holgadamente, hermosa vida y muerte atroz….Tierra abierta y tendida, buena para el esfuerzo y para la hazaña; toda horizontes, como la esperanza; toda caminos, como la voluntad”.
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