Unas 25 mil personas corearon junto a Ska-P lemas contra el Imperialismo yanqui y la cúpula de la Iglesia Católica, a favor de la revolución bolivariana y en solidaridad con el proletariado obrero. Paul Gillman y The Wailers también tuvieron excelente receptividad.
Aproximadamente unas 25 mil personas disfrutaron este sábado del imponente cierre de la Caravana de la Alegría, con Paul Gillman, The Wailers, Molotov, los Van Van, Etnia Family, y como principales a Ska-P.
El concierto se realizó en la Av. Miranda, adyancente a la plaza Miranda en Los Dos Caminos. Jóvenes de todas las tendencias (aunque principalmente afectos al proceso) compartieron en el lugar.
Paul Gillman, Molotov y The Wailers estuvieron entre las bandas que mejor receptividad tuvieron. Peor suerte corrieron Etnia Family y, sobre todo, Tego Calderón, que fue puesto a cantar después de Molotov. Una audiencia hechizada por la banda mexicana y que esperaba ansionsa a Ska-P no hizo menos sino abuchear al reggaetonero y lanzarle botellas de plástico, por lo que Tego Calderón ordenó detener la música de la primera canción que entonaba y dijo: "yo sabía que ustedes no me querían aquí. Esta es mi última canción, así que nos vemos. ¡Respeto, los quiero, Venezuela!", y se marchó.
A la una de la madrugada llegó Ska-P. Gillman anunció al grupo, indicando que él tuvo el honor de contactarlos e invitarlos. Explicó que Ska-P no cobró ni un bolívar por venir, que ellos mismos se pagaron sus pasajes y que están aquí para conocer de cerca esa revolución bolivariana de la que tanto han investigado.
Una falla de sonido impidió escuchar al vocalista Pulpul en las dos primeras canciones. Eso no impidió que miles de personas bailaran ská con una suerte de versión instrumental de el Gato López, mientras una bandera de la República de España (roja, amarilla y violeta) ondeaba entre los que estaban más cerca de la tarima.
Con El Niño Soldado, la segunda canción, aún el audio de Pulpul no se escuchaba bien, pero eso no impidió que miles de personas corearan el estribillo principal de esta pieza dedicada a miles de menores de edad que son forzados a entrar a conflictos armados, y a la aparente indiferencia de la población causada por estar distraida por los medios de entretenimiento: "¡Ey, no! tu indiferencia no tiene perdón! ¿Quién te robó el corazón? ¡Apaga la televisión!", dice el coro.
Ska-P es un grupo con claras convicciones políticas, algo que en particular molesta a medios de oposición como Noticias24 o Tal Cual. Es anti-imperialista, anti-guerrerista y está contra la cúpula del Vaticano. "En Irak, ¡la guerra continúa! Malditos yanquis asesinos. ¡Toda nuestra repulsa al imperialismo, a los señores de la guerra, los señores de la muerte!", dijo Pulpul antes de entonar Tío Sam, una pieza dedicada a atacar la guerra en Irak. Y obviamente, letas como esta deben sacarles la piedra:
Siempre en la vanguardia militar
son los aliados de la OTAN
máquinas perfectas de matar
asesinan en el nombre de la paz.
Y nos venden sus mentiras por televisión
engañando al personal, yendo de salvador
no hay acuerdo, procedamos a la destrucción
mataremos sin piedad.
Mil muertos más. ¡Qué más da, es mi guerra!
Voy a lanzar mi arsenal a la tierra
Los muertos los ponen los demás, la miseria
Yo tengo licencia pa' matar, ¡a la mierda!
Asesinos del Tratado Atlántico: os saludan los muertos de Irak.
Antes de entonar "Welcome to hell", canción dedicada a atacar la pena de muerte en USA y los casos de ejecuciones de mexicanos y afrodescendientes, Pulpul exclamó: "EEUU dice estar en la vanguardia de la democracia y la libertad. ¡Tócame los cojones! Aún siguen friendo en la silla eléctrica a sus conciudadanos.
Aproximadamente unas 25 mil personas disfrutaron este sábado del imponente cierre de la Caravana de la Alegría, con Paul Gillman, The Wailers, Molotov, los Van Van, Etnia Family, y como principales a Ska-P.
El concierto se realizó en la Av. Miranda, adyancente a la plaza Miranda en Los Dos Caminos. Jóvenes de todas las tendencias (aunque principalmente afectos al proceso) compartieron en el lugar.
Paul Gillman, Molotov y The Wailers estuvieron entre las bandas que mejor receptividad tuvieron. Peor suerte corrieron Etnia Family y, sobre todo, Tego Calderón, que fue puesto a cantar después de Molotov. Una audiencia hechizada por la banda mexicana y que esperaba ansionsa a Ska-P no hizo menos sino abuchear al reggaetonero y lanzarle botellas de plástico, por lo que Tego Calderón ordenó detener la música de la primera canción que entonaba y dijo: "yo sabía que ustedes no me querían aquí. Esta es mi última canción, así que nos vemos. ¡Respeto, los quiero, Venezuela!", y se marchó.
A la una de la madrugada llegó Ska-P. Gillman anunció al grupo, indicando que él tuvo el honor de contactarlos e invitarlos. Explicó que Ska-P no cobró ni un bolívar por venir, que ellos mismos se pagaron sus pasajes y que están aquí para conocer de cerca esa revolución bolivariana de la que tanto han investigado.
Una falla de sonido impidió escuchar al vocalista Pulpul en las dos primeras canciones. Eso no impidió que miles de personas bailaran ská con una suerte de versión instrumental de el Gato López, mientras una bandera de la República de España (roja, amarilla y violeta) ondeaba entre los que estaban más cerca de la tarima.
Con El Niño Soldado, la segunda canción, aún el audio de Pulpul no se escuchaba bien, pero eso no impidió que miles de personas corearan el estribillo principal de esta pieza dedicada a miles de menores de edad que son forzados a entrar a conflictos armados, y a la aparente indiferencia de la población causada por estar distraida por los medios de entretenimiento: "¡Ey, no! tu indiferencia no tiene perdón! ¿Quién te robó el corazón? ¡Apaga la televisión!", dice el coro.
Ska-P es un grupo con claras convicciones políticas, algo que en particular molesta a medios de oposición como Noticias24 o Tal Cual. Es anti-imperialista, anti-guerrerista y está contra la cúpula del Vaticano. "En Irak, ¡la guerra continúa! Malditos yanquis asesinos. ¡Toda nuestra repulsa al imperialismo, a los señores de la guerra, los señores de la muerte!", dijo Pulpul antes de entonar Tío Sam, una pieza dedicada a atacar la guerra en Irak. Y obviamente, letas como esta deben sacarles la piedra:
Siempre en la vanguardia militar
son los aliados de la OTAN
máquinas perfectas de matar
asesinan en el nombre de la paz.
Y nos venden sus mentiras por televisión
engañando al personal, yendo de salvador
no hay acuerdo, procedamos a la destrucción
mataremos sin piedad.
Mil muertos más. ¡Qué más da, es mi guerra!
Voy a lanzar mi arsenal a la tierra
Los muertos los ponen los demás, la miseria
Yo tengo licencia pa' matar, ¡a la mierda!
Asesinos del Tratado Atlántico: os saludan los muertos de Irak.
Antes de entonar "Welcome to hell", canción dedicada a atacar la pena de muerte en USA y los casos de ejecuciones de mexicanos y afrodescendientes, Pulpul exclamó: "EEUU dice estar en la vanguardia de la democracia y la libertad. ¡Tócame los cojones! Aún siguen friendo en la silla eléctrica a sus conciudadanos.
En su mayoría chicanos, afroamericanos. ¡No a la pena de muerte! En ningún lugar del mundo. Venezuela, defendamos los derechos humanos, ¡como aquí sí se hace!" El público emitió una gran ovación.
"Dicen que hay crisis, ¡ejejey! ¡Brindo por la crisis económica!", dijo antes de tocar "El imperio caerá".
"Dicen que hay crisis, ¡ejejey! ¡Brindo por la crisis económica!", dijo antes de tocar "El imperio caerá".
Cualquier duda que pudiera haber quedado entre fanáticos de la banda sobre si Ska-P es apolítico se vieron dilucidadas durante el concierto. "Es un verdadero placer estar colaborando con la revolución bolivariana aquí en Caracas", dijo antes de cantar Crimen Sollicitationis. Cuando cantó "Simpático holgazán", canción dedicada al Rey de España, no dudó en darle un mensaje a Chávez: "Comandante, ¡que no lo calle nadie!". Los gritos de apoyo del público se hicieron sentir.
La canción que definitivamente causó más alegría fue "El Libertador", dedicada a la Revolución Bolivariana y a Chávez. La alegría de la gente era innegable al bailar ská unos contra otros. El inmenso coro del público al cantar "¡Adelante, comandante, ponte al frente, con honestidad!" tuvo una gran fuerza que, lamentablemente, no fue registrada al no tener un micrófono que grabara al público. Pero sí mostraron a las muchachas en la primera fila cantaban la estrofa "Aires de rebelión en Latinoamérica" con lágrimas en los ojos.
"¡Que nadie os pare, Venezuela! ¡Viva la Revolución Bolivariana! Esto acaba de comenzar. ¡Venceremos!", exclamó Pulpul al terminar la canción, mientras el público gritaba "¡Uh, ah, Chávez no se va!" un buen rato... sonido que también quedó fuera de los micrófonos.
Contra el Vaticano
Pulpul entonó también Crimen Sollicitationis, canción dedicada a un decreto aprobado por el papa Ratzinger (Benedicto XVI) que permite descartar cualquier denuncia de abuso sexual que no haya sido formalizada por las víctimas 30 días después del acto, e incluso a aquellas que sí se formalicen sólo otorga, como castigo máximo y en casos excepcionales, el ser "rebajado" al estado laico. Explicó Pulpul: "Esto se llama Crimen Sollicitationis. Es un decreto formalizado por el Vaticano para tapar, encubrir los casos de abusos sexuales y pederastía. ¡Han encubierto a los violadores de los niños! ¿Sabes quién fue? Un tal Benedicto XVI".
Pipi, además de cantar, era parte íntegra del espectáculo de Ska-P. Interpretó como zanquero al Tío Sam cuando se entonaba la canción del mismo nombre. Se disfrazó de excéntrico millonario mientras tocaban "Simpático holgazán".
Finalmente, el Vals del Obrero -canción que puso a cantar a 20 mil jóvenes lo orgullosos que deben sentirse de ser obreros y proletarios- terminó el espectacular concierto de Ska-P. Los rockeros abandonaron el lugar, y Los Van Van cerraron el concierto hacia las 4 de la madrugada.
La canción que definitivamente causó más alegría fue "El Libertador", dedicada a la Revolución Bolivariana y a Chávez. La alegría de la gente era innegable al bailar ská unos contra otros. El inmenso coro del público al cantar "¡Adelante, comandante, ponte al frente, con honestidad!" tuvo una gran fuerza que, lamentablemente, no fue registrada al no tener un micrófono que grabara al público. Pero sí mostraron a las muchachas en la primera fila cantaban la estrofa "Aires de rebelión en Latinoamérica" con lágrimas en los ojos.
"¡Que nadie os pare, Venezuela! ¡Viva la Revolución Bolivariana! Esto acaba de comenzar. ¡Venceremos!", exclamó Pulpul al terminar la canción, mientras el público gritaba "¡Uh, ah, Chávez no se va!" un buen rato... sonido que también quedó fuera de los micrófonos.
Contra el Vaticano
Pulpul entonó también Crimen Sollicitationis, canción dedicada a un decreto aprobado por el papa Ratzinger (Benedicto XVI) que permite descartar cualquier denuncia de abuso sexual que no haya sido formalizada por las víctimas 30 días después del acto, e incluso a aquellas que sí se formalicen sólo otorga, como castigo máximo y en casos excepcionales, el ser "rebajado" al estado laico. Explicó Pulpul: "Esto se llama Crimen Sollicitationis. Es un decreto formalizado por el Vaticano para tapar, encubrir los casos de abusos sexuales y pederastía. ¡Han encubierto a los violadores de los niños! ¿Sabes quién fue? Un tal Benedicto XVI".
Pipi, además de cantar, era parte íntegra del espectáculo de Ska-P. Interpretó como zanquero al Tío Sam cuando se entonaba la canción del mismo nombre. Se disfrazó de excéntrico millonario mientras tocaban "Simpático holgazán".
Finalmente, el Vals del Obrero -canción que puso a cantar a 20 mil jóvenes lo orgullosos que deben sentirse de ser obreros y proletarios- terminó el espectacular concierto de Ska-P. Los rockeros abandonaron el lugar, y Los Van Van cerraron el concierto hacia las 4 de la madrugada.
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