Al celebrarse ayer viernes 21 de noviembre el Día del Estudiante Universitario, el ministro del Despacho de la Presidencia, Héctor Rodríguez, destacó el papel fundamental y la importancia que han jugado los movimientos estudiantiles en la historia venezolana.
Explicó que durante los años 60, 70 y 80 hubo una gran participación estudiantil en el proceso guerrillero, "esta proeza nacía en toda América Latina, pero en Venezuela tuvo una participación inmensa de los movimientos estudiantiles, que se convirtieron en focos de resistencia en contra del sistema neoliberal".
Posteriormente, en la década de los 90, caracterizada por una apatía hacia la política, "los movimientos estudiantiles y las universidades fueron símbolos de resistencia y de lucha que permitió el despertar comunitario", agregó.
El ministro Rodríguez manifestó que, con la llegada de la revolución "Hemos tenido un movimiento estudiantil que desde sus inicios ha venido participando, tal vez no en una lucha de protesta, sino en una lucha de construcción".
Al respecto, destacó el papel que jugaron los jóvenes, al incorporarse como facilitadores del programa de alfabetización, denominado Misión Robinson, gracias al cual más de un millón y medio de venezolanas y venezolanos aprendieron a leer y escribir.
Desafiando el terror de la dictadura, los estudiantes van a huelga por la convocatoria a elecciones y la libertad de los presos políticos. Las acciones del 21 de noviembre de 1957 estimularon los preparativos de la insurrección popular
El 21 de noviembre de 1957, un día como hoy, los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV, Caracas) se declararon en huelga general en protesta contra la dictadura, por la convocatoria a elecciones y la libertad de los presos políticos.
La huelga fue convocada por la Junta Patriótica y el Frente Estudiantil, desde la clandestinidad y en medio de la persecución de sus dirigentes. Un comando formado, entre otros, por los jóvenes Héctor Rodríguez Bauza, José Rafael Núñez Tenorio, Mercedes (“Chela”) Vargas, Alfredo Maneiro, José de la Cruz Fuentes, Rodríguez Mudarro, Antonio José Urbina y Alba Illamarandi, encabezó la organización de la huelga en la UCV.
La protesta estalló en la Universidad Central y se extendió a otras universidades. Los estudiantes quemaron un retrato del presidente Marcos Pérez Jiménez. Numerosos volantes alusivos a la causa de la huelga estudiantil fueron distribuidos y repartidos en toda la ciudad. Agentes de Seguridad Nacional (SN) tomaron la Ciudad Universitaria desde las primeras horas de la mañana con armas largas y el apoyo de la Policía de Caracas. Sin embargo, en el recinto universitario, en desafío a la represión, los estudiantes manifestaron su protesta. Varios oradores estudiantiles interrumpieron las sesiones del I Congreso Venezolano de Cardiología, que se llevaba a cabo en esos días en la UCV, para denunciar la situación de los presos políticos y la censura a la prensa.
La huelga estudiantil del 21 de noviembre de 1957 es considerada como uno de los detonantes más importantes de los sucesos que culminaron con la caída de Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958. En efecto, a partir del 21 de noviembre de 1957 se acentuaron las protestas en la calle. Numerosos estudiantes se sumaron a las organizaciones de combate creados por la Junta Patriótica para desarrollar el plan insurreccional contra la dictadura, y se fortaleció el Frente Estudiantil como centro unitario de las luchas estudiantiles.
A la vanguardia de las luchas estudiantiles de 1957 se encontraba la izquierda estudiantil, cuyas organizaciones, principalmente la Juventud Comunista y los jóvenes de la izquierda de Acción Democrática (AD), se habían desarrollado en las aulas universitarias y en los liceos. Estas organizaciones difundían una elevada conciencia política entre sus miembros y un alto grado de espíritu de lucha y sacrificio. Gracias a este trabajo ideológico no fue extraño que los jóvenes encabezaran las luchas en la calle durante la insurrección popular de enero de 1958.
El 21 de noviembre quedó consagrado como el Día del Estudiante Venezolano en honor a la gesta histórica de los estudiantes de 1957.
Explicó que durante los años 60, 70 y 80 hubo una gran participación estudiantil en el proceso guerrillero, "esta proeza nacía en toda América Latina, pero en Venezuela tuvo una participación inmensa de los movimientos estudiantiles, que se convirtieron en focos de resistencia en contra del sistema neoliberal".
Posteriormente, en la década de los 90, caracterizada por una apatía hacia la política, "los movimientos estudiantiles y las universidades fueron símbolos de resistencia y de lucha que permitió el despertar comunitario", agregó.
El ministro Rodríguez manifestó que, con la llegada de la revolución "Hemos tenido un movimiento estudiantil que desde sus inicios ha venido participando, tal vez no en una lucha de protesta, sino en una lucha de construcción".
Al respecto, destacó el papel que jugaron los jóvenes, al incorporarse como facilitadores del programa de alfabetización, denominado Misión Robinson, gracias al cual más de un millón y medio de venezolanas y venezolanos aprendieron a leer y escribir.
Desafiando el terror de la dictadura, los estudiantes van a huelga por la convocatoria a elecciones y la libertad de los presos políticos. Las acciones del 21 de noviembre de 1957 estimularon los preparativos de la insurrección popular
El 21 de noviembre de 1957, un día como hoy, los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV, Caracas) se declararon en huelga general en protesta contra la dictadura, por la convocatoria a elecciones y la libertad de los presos políticos.
La huelga fue convocada por la Junta Patriótica y el Frente Estudiantil, desde la clandestinidad y en medio de la persecución de sus dirigentes. Un comando formado, entre otros, por los jóvenes Héctor Rodríguez Bauza, José Rafael Núñez Tenorio, Mercedes (“Chela”) Vargas, Alfredo Maneiro, José de la Cruz Fuentes, Rodríguez Mudarro, Antonio José Urbina y Alba Illamarandi, encabezó la organización de la huelga en la UCV.
La protesta estalló en la Universidad Central y se extendió a otras universidades. Los estudiantes quemaron un retrato del presidente Marcos Pérez Jiménez. Numerosos volantes alusivos a la causa de la huelga estudiantil fueron distribuidos y repartidos en toda la ciudad. Agentes de Seguridad Nacional (SN) tomaron la Ciudad Universitaria desde las primeras horas de la mañana con armas largas y el apoyo de la Policía de Caracas. Sin embargo, en el recinto universitario, en desafío a la represión, los estudiantes manifestaron su protesta. Varios oradores estudiantiles interrumpieron las sesiones del I Congreso Venezolano de Cardiología, que se llevaba a cabo en esos días en la UCV, para denunciar la situación de los presos políticos y la censura a la prensa.
La huelga estudiantil del 21 de noviembre de 1957 es considerada como uno de los detonantes más importantes de los sucesos que culminaron con la caída de Pérez Jiménez el 23 de enero de 1958. En efecto, a partir del 21 de noviembre de 1957 se acentuaron las protestas en la calle. Numerosos estudiantes se sumaron a las organizaciones de combate creados por la Junta Patriótica para desarrollar el plan insurreccional contra la dictadura, y se fortaleció el Frente Estudiantil como centro unitario de las luchas estudiantiles.
A la vanguardia de las luchas estudiantiles de 1957 se encontraba la izquierda estudiantil, cuyas organizaciones, principalmente la Juventud Comunista y los jóvenes de la izquierda de Acción Democrática (AD), se habían desarrollado en las aulas universitarias y en los liceos. Estas organizaciones difundían una elevada conciencia política entre sus miembros y un alto grado de espíritu de lucha y sacrificio. Gracias a este trabajo ideológico no fue extraño que los jóvenes encabezaran las luchas en la calle durante la insurrección popular de enero de 1958.
El 21 de noviembre quedó consagrado como el Día del Estudiante Venezolano en honor a la gesta histórica de los estudiantes de 1957.
No hay comentarios:
Publicar un comentario