DOS PELIGROS ENFRENTA EL PSUV, según opinión de sus propios asesores: la abstención y el triunfalismo. Chávez se refirió recientemente al tema y en el Buró Político se ventiló con insistencia. Razones culturales hacen más factible la abstención en las capas más pobres de la población y menos en la clase media. La abstención castiga más al PSUV que a la oposición. Las razones son obvias, hay una larga tradición de exclusión de la política en los sectores populares, mientras la clase media ha mostrado siempre más inclinación a la política. Además de esta tendencia, la oposición lleva ventaja porque sus mesas de votación están en lugares de fácil acceso y tiene medios de transportes que le aseguran llegar al sitio. Estos factores, tanto los culturales como los físicos, deben obligar al PSUV a aguzar la acción política, de organización y movilización, a fin de derrotar la abstención en el seno del votante popular. Es importante la movilización. En los barrios se debe contar con vehículos para llevar al votante a su mesa.
EL TRIUNFALISMO Y LA ABSTENCIÓN jugaron un papel determinante en la derrota del 2 de diciembre. No debe repetirse. El triunfalismo es un elemento paralizante de la iniciativa política. Quien se deja embriagar por la idea de ¡haber ganado ya! no tiene espíritu para ganar votos porque, ¿para qué? Es cierto que las encuestas hablan a favor de los candidatos del PSUV; sin embargo, la victoria no la dan las encuestas sino los escrutinios en las mesas de votación. Es irresponsable sepultarse en las encuestas y dejar los espacios a la contrarrevolución. El PSUV está en la obligación de detectar dónde ha penetrado el veneno del triunfalismo para extirparlo con prontitud.
CUANDO CHÁVEZ INTERROGA a los dirigentes y militantes del PSUV sobre aspectos puntuales de la organización y de los batallones, busca educar al partido en la idea de que no es suficiente establecer una tarea sino debe irse más allá: controlar su ejecución. Muchas veces en los batallones se toman decisiones, pero quedan en el aire, no se vigila su ejecución, no se controlan sus resultados. Cada tarea electoral o de organización debe estar acompañada de una efectiva labor de seguimiento, de control de su ejecución, de revisar sus resultados. Ninguna tarea debe quedar en el aire.
AHORA, CUANDO FALTAN POCOS DÍAS para el 23 de noviembre, la organización juega un papel fundamental. Los batallones y las patrullas deben precisar las tareas de manera concreta y efectiva. Cada patrullero debe precisar sus votantes, debe decidir las medidas para revisar el registro electoral de éstos, garantizar la movilización hacia la mesa electoral y comprobar si tiene su “chuleta”. Estas cosas no deben dejarse a la improvisación y a la espontaneidad. Organización, organización y organización es la victoria.-
EL TRIUNFALISMO Y LA ABSTENCIÓN jugaron un papel determinante en la derrota del 2 de diciembre. No debe repetirse. El triunfalismo es un elemento paralizante de la iniciativa política. Quien se deja embriagar por la idea de ¡haber ganado ya! no tiene espíritu para ganar votos porque, ¿para qué? Es cierto que las encuestas hablan a favor de los candidatos del PSUV; sin embargo, la victoria no la dan las encuestas sino los escrutinios en las mesas de votación. Es irresponsable sepultarse en las encuestas y dejar los espacios a la contrarrevolución. El PSUV está en la obligación de detectar dónde ha penetrado el veneno del triunfalismo para extirparlo con prontitud.
CUANDO CHÁVEZ INTERROGA a los dirigentes y militantes del PSUV sobre aspectos puntuales de la organización y de los batallones, busca educar al partido en la idea de que no es suficiente establecer una tarea sino debe irse más allá: controlar su ejecución. Muchas veces en los batallones se toman decisiones, pero quedan en el aire, no se vigila su ejecución, no se controlan sus resultados. Cada tarea electoral o de organización debe estar acompañada de una efectiva labor de seguimiento, de control de su ejecución, de revisar sus resultados. Ninguna tarea debe quedar en el aire.
AHORA, CUANDO FALTAN POCOS DÍAS para el 23 de noviembre, la organización juega un papel fundamental. Los batallones y las patrullas deben precisar las tareas de manera concreta y efectiva. Cada patrullero debe precisar sus votantes, debe decidir las medidas para revisar el registro electoral de éstos, garantizar la movilización hacia la mesa electoral y comprobar si tiene su “chuleta”. Estas cosas no deben dejarse a la improvisación y a la espontaneidad. Organización, organización y organización es la victoria.-
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