GLOBOVISIÓN LE DEBE UN REALERO A CARACAS… ¿ÚNICAMENTE?

GLOBOVISIÓN LE DEBE UN REALERO A CARACAS… ¿ÚNICAMENTE?
Hoy nos enteramos mediante una noticia difundida por el diario “Ciudad Caracas”, que existe una deuda con el Municipio Libertador y por motivos tributarios de Globovisión y que la misma se remonta al año 2.006. Según la reseña, el Sumat, que es el órgano encargado de la recaudación de impuestos de dicho municipio, va a realizar una auditoría al respecto. Por supuesto que inmediatamente surgen las interrogantes: -¿Por qué, aparentemente, este ente “recaudador de impuestos municipales” se desentendió del cobro de tributos a esa planta televisora desde el año 2.006? ¿Acaso para el momento en que, aparentemente, se dejó de cobrar el impuesto dicho organismo no era administrado por una Alcaldía Revolucionaria? Y… sería interesante saber también, ¿cuántas otras televisoras, radios y medios de ¿comunicación?, especialmente los que están en manos del oposicionismo enfermizo, están igualmente en mora?
Las anteriores interrogantes no surgen solamente producto de una posición ideológica, que innegablemente es así, sino que también debemos preocuparnos porque nuestro Municipio cuente con los recursos suficientes para cubrir todos los gastos e inversiones, especialmente en el aspecto social y que debe realizar el mismo a fin de lograr la mejor calidad de vida de todos los ciudadanos que habitamos dicha jurisdicción.
Pero, lo que quisiera resaltar o darle mayor significación a raíz de esta problemática surgida, es que este medio o… ¿empresa de comunicación?... no solamente tiene una deuda monetaria producto de esa morosidad en sus tributos, sino, y creo sinceramente que es la más grave, una deuda a la “Salud Mental”, no solamente a los habitantes del municipio Libertador, ya que la misma indudablemente afecta a todo el país y, me atrevo a decir, fuera del mismo también, producto del “terrorismo mediático”, así como de su violación constante y permanente a nuestra Constitución Bolivariana, a la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, así como al Código de Ética del Periodismo… ¿practican el mismo?.
Ya para nadie es un secreto que esta “empresa de comunicación” representa el bastión del oposicionismo y que utiliza el sagrado derecho de la Libertad de Expresión para implementar su terrorismo mediático y psicológico a las personas que ven dicho canal, con las graves consecuencias que les generan en lo referente a su afectación mental y que les ocasionan problemas nerviosos y de conducta, los cuales han sido científicamente comprobados.
Ahora, esa situación que perfectamente pudiéramos calificarla como un problema de “Salud Pública” y, en consecuencia, de grave violación a los Derechos Humanos, se fundamenta en la más descarada manipulación de la verdad de los hechos y la información, en abierta y sistemática violación, igualmente, de nuestra Constitución que consagra el derecho que tenemos todos los ciudadanos a recibir… léase bien por favor… “una información veraz y oportuna”.
Según la reseña de “Ciudad Caracas”, esa ilegalidad en que incurre el mencionado canal de televisión le puede generar, entre otras, la sanción de cierre administrativo. Nuevamente… otra interrogante, ¿Cuántos motivos e irregularidades más se deben esperar y que se sumen a la larga lista que ostenta dicha empresa, para asumir la sanción que muchos ciudadanos y ciudadanas esperan?
Y pensar que esta situación se da en el marco del proceso Revolucionario nuestro, que se expresa en la guerra psicológica, mediante ese terrorismo mediático y que representa para la oligarquía capitalista, su principal arma que logra la manipulación y adicción de las mentes de sus seguidores y de muchos incautos, con el resultado, y no es primera vez que se dice, que las víctimas del capitalismo, vale decir, los pobres y explotados, defiendan ciegamente y a costa, a veces hasta de sus propias vidas, a sus victimarios.
Vale aquí sugerir en consecuencia, la creación de organismos comunitarios, pueden ser adscritos a los Consejos Comunales o que los impulsen las patrullas del PSUV, que se integren a los medios alternativos y comunitarios, con la guía y asesoría de los medios de comunicación del estado, así como del Ministerio respectivo, que sean de discusión, análisis y tratamiento permanente de la guerra mediática, para posteriormente ofrecer a las comunidades mediante foros, asambleas, conversatorios, programas de radio y televisión, reseñas periodísticas, etc., la orientación debida para neutralizar los efectos nocivos y criminales de esa guerra mediática capitalista.
Recordemos siempre las palabras de nuestro máximo guía y líder, el Padre Libertador… “Por la ignorancia nos han dominado más que por la fuerza”… ¡Qué palabras tan sabias y tan vigentes!
Digo yo… ¿no?