El acuerdo militar entre Estados Unidos y Colombia “equivale a la anexión” del país sudamericano y pretende enfrentar a Bogotá con Venezuela, Ecuador y Bolivia, por lo cual los políticos de la región tienen “el deber” de pronunciarse, afirmó este viernes el líder cubano Fidel Castro.
“No es honesto guardar silencio ahora y hablar después sobre soberanía, democracia, derechos humanos, libertad de opinión y otras delicias, cuando un país es devorado por el imperio con la misma facilidad con que un lagarto captura una mosca”, señala Castro en su artículo publicado en el sitio digital Cubatebate.
Añade que “los políticos de América Latina tienen ahora ante sí un delicado problema: el deber elemental de explicar sus puntos de vista sobre el documento de anexión”.
El Acuerdo complementario para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos firmado el 30 de octubre, equivale a la anexión de Colombia a Estados Unidos“, señala.
“Lo que el imperio pretende ahora es enviarlos (a los colombianos) a luchar contra sus hermanos venezolanos, ecuatorianos y otros pueblos bolivarianos y del ALBA, para aplastar la Revolución Venezolana”, dice el líder de 83 años.
Estados Unidos tendrá medios de guerra y sus tropas en Colombia, “no sólo como una amenaza para Venezuela sino para todos los Estados de Centro y Suramérica”, añade.
Afirma que “es realmente cínico proclamar que el infame acuerdo es una necesidad de la lucha contra el tráfico de drogas y el terrorismo internacional”.
“La lectura del documento demuestra que no sólo las bases aéreas colombianas se ponen en manos de los yankis, sino también los aeropuertos civiles y en definitiva cualquier instalación útil a sus fuerzas armadas”, indica.
Castro opinó, en base al texto, que “en cualquier parte de Colombia los ocupantes pueden cometer delitos contra las familias, los bienes y las leyes colombianas, sin tener que responder ante las autoridades del país”.
“No albergo la menor duda sobre la reacción de los pueblos; sentirán el puñal que se clava en lo más profundo de sus sentimientos, en especial el de Colombia: ¡se opondrán, jamás se resignarán a tal infamia!“, concluye Castro.
“No es honesto guardar silencio ahora y hablar después sobre soberanía, democracia, derechos humanos, libertad de opinión y otras delicias, cuando un país es devorado por el imperio con la misma facilidad con que un lagarto captura una mosca”, señala Castro en su artículo publicado en el sitio digital Cubatebate.
Añade que “los políticos de América Latina tienen ahora ante sí un delicado problema: el deber elemental de explicar sus puntos de vista sobre el documento de anexión”.
El Acuerdo complementario para la Cooperación y Asistencia Técnica en Defensa y Seguridad entre los gobiernos de Colombia y Estados Unidos firmado el 30 de octubre, equivale a la anexión de Colombia a Estados Unidos“, señala.
“Lo que el imperio pretende ahora es enviarlos (a los colombianos) a luchar contra sus hermanos venezolanos, ecuatorianos y otros pueblos bolivarianos y del ALBA, para aplastar la Revolución Venezolana”, dice el líder de 83 años.
Estados Unidos tendrá medios de guerra y sus tropas en Colombia, “no sólo como una amenaza para Venezuela sino para todos los Estados de Centro y Suramérica”, añade.
Afirma que “es realmente cínico proclamar que el infame acuerdo es una necesidad de la lucha contra el tráfico de drogas y el terrorismo internacional”.
“La lectura del documento demuestra que no sólo las bases aéreas colombianas se ponen en manos de los yankis, sino también los aeropuertos civiles y en definitiva cualquier instalación útil a sus fuerzas armadas”, indica.
Castro opinó, en base al texto, que “en cualquier parte de Colombia los ocupantes pueden cometer delitos contra las familias, los bienes y las leyes colombianas, sin tener que responder ante las autoridades del país”.
“No albergo la menor duda sobre la reacción de los pueblos; sentirán el puñal que se clava en lo más profundo de sus sentimientos, en especial el de Colombia: ¡se opondrán, jamás se resignarán a tal infamia!“, concluye Castro.
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