Derrotar la arremetida de la contra
La contrarrevolución anda en plan de acciones violentas contra el Gobierno Bolivariano porque considera que la alianza militar de Uribe con Estados Unidos, los efectos del golpe de los gorilas en Honduras y las dificultades creadas por la crisis económica mundial, le ofrecen una coyuntura favorable para un nuevo asalto a Miraflores.
La contrarrevolución sólo espera el regreso de los estudiantes a las clases a partir del próximo 17 de septiembre, al finalizar el período de vacaciones, para iniciar una nueva fase de su plan.
La contrarrevolución no tiene pueblo, pero cuenta con el apoyo de agresivos sectores de la pequeña burguesía ganados por viejos prejuicios de miedo al socialismo, subordinada a la ideología burguesa y envenenada por los medios de comunicación.
Manifestaciones de niños, niñas y adolescentes de las universidades y colegios privados serán utilizadas para crear una imagen de ingobernabilidad y provocar disturbios en las calles y agresiones a las autoridades encargadas de preservar el orden público.
La Revolución Bolivariana tiene la carta de triunfo para derrotar la arremetida de la oligarquía y la vieja política: es la movilización del pueblo en las calles en respaldo al Presidente Chávez.
El PSUV y los partidos de la unidad revolucionaria, la juventud, los estudiantes, las mujeres, los gremios profesionales y los sindicatos bolivarianos deben estar listos y alertas para cumplir su deber sagrado con la Patria y cerrar el camino al odio, a la aventura y a la violencia.
Unidad, organización y disciplina para defender la paz, la democracia y la independencia de Venezuela.
La contrarrevolución anda en plan de acciones violentas contra el Gobierno Bolivariano porque considera que la alianza militar de Uribe con Estados Unidos, los efectos del golpe de los gorilas en Honduras y las dificultades creadas por la crisis económica mundial, le ofrecen una coyuntura favorable para un nuevo asalto a Miraflores.
La contrarrevolución sólo espera el regreso de los estudiantes a las clases a partir del próximo 17 de septiembre, al finalizar el período de vacaciones, para iniciar una nueva fase de su plan.
La contrarrevolución no tiene pueblo, pero cuenta con el apoyo de agresivos sectores de la pequeña burguesía ganados por viejos prejuicios de miedo al socialismo, subordinada a la ideología burguesa y envenenada por los medios de comunicación.
Manifestaciones de niños, niñas y adolescentes de las universidades y colegios privados serán utilizadas para crear una imagen de ingobernabilidad y provocar disturbios en las calles y agresiones a las autoridades encargadas de preservar el orden público.
La Revolución Bolivariana tiene la carta de triunfo para derrotar la arremetida de la oligarquía y la vieja política: es la movilización del pueblo en las calles en respaldo al Presidente Chávez.
El PSUV y los partidos de la unidad revolucionaria, la juventud, los estudiantes, las mujeres, los gremios profesionales y los sindicatos bolivarianos deben estar listos y alertas para cumplir su deber sagrado con la Patria y cerrar el camino al odio, a la aventura y a la violencia.
Unidad, organización y disciplina para defender la paz, la democracia y la independencia de Venezuela.
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