El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, encabezó desde el Palacio de Miraflores los actos conmemorativos del Bicentenario y del Día de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
En un contacto a través de la televisión, el Jefe de Estado junto al Alto Mando Militar lidera los actos formales, saluda a los invitados y al pueblo, antes de autorizar el inicio del desfile del 5 de julio.
“Día jubiloso, día de la patria grande, de la patria independiente, del Bicentenario. Desde acá transmito, acompañado de mis ilustres, de mis camaradas, Comandantes, Generales del Ejército, de la Marina, de la Aviación, de la Guardia y Milicia venezolana (…) Un abrazo a todo este pueblo”, anunció Chávez.
Saludó al heroico pueblo que está desbordado en el Paseo de Los Próceres: “De manera especial un saludo al heroico pueblo venezolano que está desbordando del paseo Los Ilustres y más allá desbordando todos los espacios de la Patria venezolana, con ustedes estoy en cuerpo, nervio, alma y espíritu”.
“No teníamos mejor manera para conmemorar este día que celebrándolo siendo independientes como lo somos, ya no somos colonia de imperio alguno ni lo seremos nunca jamás”, acotó.
“Queridos hermanos y hermanas estaba recordando aquella frase de Bolívar, con la que terminaba su discurso al último congreso, la repetiré: Me ruborizo al decirlo la Independencia es el único bien que hemos adquirido a cuesta de todos los demás, pero ella es la puerta abierta que nos permitirá conquistar todos los demás bienes para la Patria, con todo el esplendor de la gloria y de la libertad”, explicó el Mandatario.
En Los Próceres, el desfile estuvo encabezado por el vicepresidente Ejecutivo de la República, Elías Jaua, máximos líderes de los Poder Públicos y miembros del gabinete.
Están presentes los mandatarios de Bolivia, Evo Morales; Paraguay, Fernando Lugo; y Uruguay, José Mujica, así como representantes de demás países latinoamericanos y caribeños.
Se celebra también este martes 5 de julio el Día de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb).
“En estos últimos 10 años hemos recuperado la independencia y esa es la puerta que debemos mantener abierta para recuperar todos los demás bienes”, declaró el Presidente.
“Debemos vencer los divisionismos y las conspiraciones, derrotando en 1000 batallas a quienes pretenden desde dentro y desde fuera debilitar y echar abajo a la Patria y su Independencia. Debemos derrotarlos y derrotarlos en paz”, concluyó.
La emotividad marcó el desfile cívico militar
Concurrido, eufórico y emotivo. Así fue el desfile popular militar que desbordó ayer el Paseo Los Próceres en la celebración del bicentenario de la Independencia venezolana y día de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Bajo un sol duro, implacable, casi hiriente, una marea humana alegre y emocionada contemplaba las representaciones del Poder Popular y de la FANB.
A las once y media, mientras ocurrían desmayos entre los asistentes, ocho aviones supersónicos Sukhoi-30 dieron inicio al acto al pasar por encima de las tribunas dejando una estela tricolor que arrancó gritos de júbilo a las más de 30 mil personas.
Ni el calor, la falta de espacio o la sed aplacaron las intenciones de miles de ciudadanos que esperaban ver al presidente Chávez luego de su sorpresivo regreso de Cuba.
Al paso de cada componente de la Fuerza Armada, los más experimentados comentaban: “ahí vienen los cazadores, ahora la naval”, A cada componente el saludo y los vivas de los asistentes que saludaron con conciencia libertaria a los distintos batallones.
Lo propio hacían las mujeres que expresaron su admiración por los hombres uniformados, quienes tampoco escatimaron esfuerzos para felicitar al paso de los componentes femeninos de la Fuerza Armada Bolivariana.
Mientras, los más pequeños eran asombrados por las representaciones históricas de los ejércitos independentistas, así como la marcha de los pueblos indígenas.
Los lazos de hermandad, soñada por el Libertador, se plasmaron en los saludos de los espectadores a las 18 delegaciones militares internacionales presentes en el acto.
Entre ellas, las más aplaudidas fueron las de China y Rusia que destacaron por la precisión de su marcha. Al llegar la delegación cubana, más de treinta mil personas corearon el nombre de la isla caribeña en señal de solidaria gratitud.
Las tribunas estaban al máximo y seguía llegando gente. Efectivos, megáfono en mano, exhortaron sin éxito a que se abandonaran los espacios ocupados para dejar paso a los tanques.
Los niños, con ojos ingenuos esperaban ver la llegada a caballo del presidente Chávez.
“¿Ahí viene Chávez?”, preguntó un chico de 8 años a su madre, al ver llegar el plato fuerte del evento: los tanques T-72B1. Mientras, los adultos se apretaban como niños para ver el paso de los blindados.
Un rumor de aspas y rotores sacudiría entonces el espacio. Era el sonido de los helicópteros que a vuelo rasante pasaron sobre las tribunas. Seguirían los aviones de caza y combate tanto rusos como chinos.
Teniente Coronel Orlando Romero
Representar a El Libertador, más que un honor es un compromiso infinito
Para el encargado de representar al Padre de la Patria, es importante ilustrarle a los niños la importancia de la historia para que éstos sientan y vean lo que hoy podemos llamar Independencia
Grande fue la emoción que sintió el Teniente Coronel del Ejército Bolivariano, Orlando Romero, cuando le fue asignado el honor de representar nada más y nada menos que a el Padre de la Patria, Simón Bolívar, durante los actos conmemorativos a la celebración de los 200 años de la Independencia de la República, en el Paseo Los Próceres, este 5 de julio.
Vestido con toda la indumentaria correspondiente al más grande hombre de esta América, para Romero, encarnar a Simón Bolívar este día representa el honor más grande. Con la visible emoción que demostraban sus ojos, afirmó estar seguro que “no viviré jamás ni volveré a vivir ni a sentir en mi vida algo así. Es el poder representar al hombre ilustre al padre de la Patria”
Al culminar su tránsito, un rumor estalló a una sola voz: “Uh, ah, Chávez no se va”.
En el ambiente quedó entonces una sensación emotiva. Algunos lloraban en silencio. Al viento, serpenteaba un gran tricolor sobre los monolitos de Los Próceres.
Así pues, una voz sobre las demás se alzó para gritar: “Viva la Independencia, carajo”.
De esta manera, culminó el acto central del Bicentenario celebrado bajo el mismo sol, a orillas del mismo río Guaire y el mismo cielo que acompañó al pueblo de Caracas el 5 de julio de 1811 cuando formalizó su emancipación del poder español
En un contacto a través de la televisión, el Jefe de Estado junto al Alto Mando Militar lidera los actos formales, saluda a los invitados y al pueblo, antes de autorizar el inicio del desfile del 5 de julio.
“Día jubiloso, día de la patria grande, de la patria independiente, del Bicentenario. Desde acá transmito, acompañado de mis ilustres, de mis camaradas, Comandantes, Generales del Ejército, de la Marina, de la Aviación, de la Guardia y Milicia venezolana (…) Un abrazo a todo este pueblo”, anunció Chávez.
Saludó al heroico pueblo que está desbordado en el Paseo de Los Próceres: “De manera especial un saludo al heroico pueblo venezolano que está desbordando del paseo Los Ilustres y más allá desbordando todos los espacios de la Patria venezolana, con ustedes estoy en cuerpo, nervio, alma y espíritu”.
“No teníamos mejor manera para conmemorar este día que celebrándolo siendo independientes como lo somos, ya no somos colonia de imperio alguno ni lo seremos nunca jamás”, acotó.
“Queridos hermanos y hermanas estaba recordando aquella frase de Bolívar, con la que terminaba su discurso al último congreso, la repetiré: Me ruborizo al decirlo la Independencia es el único bien que hemos adquirido a cuesta de todos los demás, pero ella es la puerta abierta que nos permitirá conquistar todos los demás bienes para la Patria, con todo el esplendor de la gloria y de la libertad”, explicó el Mandatario.
En Los Próceres, el desfile estuvo encabezado por el vicepresidente Ejecutivo de la República, Elías Jaua, máximos líderes de los Poder Públicos y miembros del gabinete.
Están presentes los mandatarios de Bolivia, Evo Morales; Paraguay, Fernando Lugo; y Uruguay, José Mujica, así como representantes de demás países latinoamericanos y caribeños.
Se celebra también este martes 5 de julio el Día de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb).
“En estos últimos 10 años hemos recuperado la independencia y esa es la puerta que debemos mantener abierta para recuperar todos los demás bienes”, declaró el Presidente.
“Debemos vencer los divisionismos y las conspiraciones, derrotando en 1000 batallas a quienes pretenden desde dentro y desde fuera debilitar y echar abajo a la Patria y su Independencia. Debemos derrotarlos y derrotarlos en paz”, concluyó.
La emotividad marcó el desfile cívico militar
Concurrido, eufórico y emotivo. Así fue el desfile popular militar que desbordó ayer el Paseo Los Próceres en la celebración del bicentenario de la Independencia venezolana y día de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Bajo un sol duro, implacable, casi hiriente, una marea humana alegre y emocionada contemplaba las representaciones del Poder Popular y de la FANB.
A las once y media, mientras ocurrían desmayos entre los asistentes, ocho aviones supersónicos Sukhoi-30 dieron inicio al acto al pasar por encima de las tribunas dejando una estela tricolor que arrancó gritos de júbilo a las más de 30 mil personas.
Ni el calor, la falta de espacio o la sed aplacaron las intenciones de miles de ciudadanos que esperaban ver al presidente Chávez luego de su sorpresivo regreso de Cuba.
Al paso de cada componente de la Fuerza Armada, los más experimentados comentaban: “ahí vienen los cazadores, ahora la naval”, A cada componente el saludo y los vivas de los asistentes que saludaron con conciencia libertaria a los distintos batallones.
Lo propio hacían las mujeres que expresaron su admiración por los hombres uniformados, quienes tampoco escatimaron esfuerzos para felicitar al paso de los componentes femeninos de la Fuerza Armada Bolivariana.
Mientras, los más pequeños eran asombrados por las representaciones históricas de los ejércitos independentistas, así como la marcha de los pueblos indígenas.
Los lazos de hermandad, soñada por el Libertador, se plasmaron en los saludos de los espectadores a las 18 delegaciones militares internacionales presentes en el acto.
Entre ellas, las más aplaudidas fueron las de China y Rusia que destacaron por la precisión de su marcha. Al llegar la delegación cubana, más de treinta mil personas corearon el nombre de la isla caribeña en señal de solidaria gratitud.
Las tribunas estaban al máximo y seguía llegando gente. Efectivos, megáfono en mano, exhortaron sin éxito a que se abandonaran los espacios ocupados para dejar paso a los tanques.
Los niños, con ojos ingenuos esperaban ver la llegada a caballo del presidente Chávez.
“¿Ahí viene Chávez?”, preguntó un chico de 8 años a su madre, al ver llegar el plato fuerte del evento: los tanques T-72B1. Mientras, los adultos se apretaban como niños para ver el paso de los blindados.
Un rumor de aspas y rotores sacudiría entonces el espacio. Era el sonido de los helicópteros que a vuelo rasante pasaron sobre las tribunas. Seguirían los aviones de caza y combate tanto rusos como chinos.
Teniente Coronel Orlando Romero
Representar a El Libertador, más que un honor es un compromiso infinito
Para el encargado de representar al Padre de la Patria, es importante ilustrarle a los niños la importancia de la historia para que éstos sientan y vean lo que hoy podemos llamar Independencia
Grande fue la emoción que sintió el Teniente Coronel del Ejército Bolivariano, Orlando Romero, cuando le fue asignado el honor de representar nada más y nada menos que a el Padre de la Patria, Simón Bolívar, durante los actos conmemorativos a la celebración de los 200 años de la Independencia de la República, en el Paseo Los Próceres, este 5 de julio.
Vestido con toda la indumentaria correspondiente al más grande hombre de esta América, para Romero, encarnar a Simón Bolívar este día representa el honor más grande. Con la visible emoción que demostraban sus ojos, afirmó estar seguro que “no viviré jamás ni volveré a vivir ni a sentir en mi vida algo así. Es el poder representar al hombre ilustre al padre de la Patria”
Al culminar su tránsito, un rumor estalló a una sola voz: “Uh, ah, Chávez no se va”.
En el ambiente quedó entonces una sensación emotiva. Algunos lloraban en silencio. Al viento, serpenteaba un gran tricolor sobre los monolitos de Los Próceres.
Así pues, una voz sobre las demás se alzó para gritar: “Viva la Independencia, carajo”.
De esta manera, culminó el acto central del Bicentenario celebrado bajo el mismo sol, a orillas del mismo río Guaire y el mismo cielo que acompañó al pueblo de Caracas el 5 de julio de 1811 cuando formalizó su emancipación del poder español
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