Un SOS desde El Hatillo
En este espacio los miembros del Consejo de Lectores escriben sobre los temas que afectan a la comunidad y cómo hacer un mejor periodismo para la ciudad.
La magna razón por la cual en El Hatillo se ha construido de manera tan anárquica es la falta de un plan rector de desarrollo urbanístico, situación que ha permitido que funcionarios inconscientes en el ejercicio de cargos decisorios se hayan aprovechado a través de criterios acomodaticios y hayan permitido tal cantidad de construcciones en cualquier sitio, sin importar que hayan grandes árboles, si es zona protectora, si es zona para casas, si hay servicios, si hay capacidad vial.
De allí ese desorden, en el cual se anda por donde se puede y se ve lo inaudito: edificios arriba y casas abajo.
La tendencia es al deterioro de lo existente y de la calidad de vida debido a ese crecimiento desmedido de la población y de centros comerciales. Todo ello está sucediendo sin ningún orden y de manera automizada, en detrimento de los pobladores que adquirimos hace años bajo unas condiciones ideales y que ahora vemos impávidos que se nos están deteriorando por esa avalancha depredadora del medio ambiente.
Los que vienen a vivir acá no se crean que van a conseguir la paz y el clima que hicieron famoso a este sector. Si la situación sigue así, tanto los que vienen como los que estamos nos encontraremos en muy pocos años luchando porque el carro ruede y por los servicios; padeciendo la superpoblación y la contaminación, como sucede en cualquier avenida del centro de la ciudad.
Recientemente, el Presidente le dedicó un buen segmento de su programa a la problemática de El Hatillo, a raíz de un titular de Últimas Noticias, y ordenó crear una comisión de alto nivel. Como suele suceder con cierta frecuencia, la encomienda ha tardado y sus declaraciones se han quedado, al menos hasta ahora, en un saludo a la bandera. Alertamos sobre la situación y reclamamos atención perentoria a las instrucciones del Jefe de Estado.
JOSÉ DURABIO MOROS Ingeniero, residente de El Hatillo.
En este espacio los miembros del Consejo de Lectores escriben sobre los temas que afectan a la comunidad y cómo hacer un mejor periodismo para la ciudad.
La magna razón por la cual en El Hatillo se ha construido de manera tan anárquica es la falta de un plan rector de desarrollo urbanístico, situación que ha permitido que funcionarios inconscientes en el ejercicio de cargos decisorios se hayan aprovechado a través de criterios acomodaticios y hayan permitido tal cantidad de construcciones en cualquier sitio, sin importar que hayan grandes árboles, si es zona protectora, si es zona para casas, si hay servicios, si hay capacidad vial.
De allí ese desorden, en el cual se anda por donde se puede y se ve lo inaudito: edificios arriba y casas abajo.
La tendencia es al deterioro de lo existente y de la calidad de vida debido a ese crecimiento desmedido de la población y de centros comerciales. Todo ello está sucediendo sin ningún orden y de manera automizada, en detrimento de los pobladores que adquirimos hace años bajo unas condiciones ideales y que ahora vemos impávidos que se nos están deteriorando por esa avalancha depredadora del medio ambiente.
Los que vienen a vivir acá no se crean que van a conseguir la paz y el clima que hicieron famoso a este sector. Si la situación sigue así, tanto los que vienen como los que estamos nos encontraremos en muy pocos años luchando porque el carro ruede y por los servicios; padeciendo la superpoblación y la contaminación, como sucede en cualquier avenida del centro de la ciudad.
Recientemente, el Presidente le dedicó un buen segmento de su programa a la problemática de El Hatillo, a raíz de un titular de Últimas Noticias, y ordenó crear una comisión de alto nivel. Como suele suceder con cierta frecuencia, la encomienda ha tardado y sus declaraciones se han quedado, al menos hasta ahora, en un saludo a la bandera. Alertamos sobre la situación y reclamamos atención perentoria a las instrucciones del Jefe de Estado.
JOSÉ DURABIO MOROS Ingeniero, residente de El Hatillo.
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