Un Grano de Maíz
LAS ELECCIONES TODO LO TIÑEN TODO LO TALLAN
A pocos días de las elecciones, la política gira signada por ellas. La prensa de oposición son boletines electorales, una cátedra de manipulación de masas, de construcción de las bases sociales del fascismo. La mentira, la exageración, la deformación tienen primera página en la prensa enemiga. Lo mismo pero multiplicado sucede en la televisión, verdaderos cañones de la infamia.
Las elecciones son vitales para la Revolución, y también para la contrarrevolución. Los gringos, que son en definitiva los que dirigen a la oposición, parece que decidieron esperar los resultados para tomar medidas drásticas contra nosotros. En las elecciones se decidirá el destino del país. Siendo así, las elecciones encierran una contradicción.
Tienen importancia para toda la sociedad, pero se decide en lo local, los candidatos se presentan por circuitos aparentemente aislados. La sociedad en estas elecciones se fragmenta en la mecánica electoral y, lo que es más importante, en la mente del elector. El mensaje es fragmentador, la causa social, lo universal, no aparece, y si lo hace es de forma marginal.
A los capitalistas les conviene esta desintegración, corresponde a la división de su economía, es reflejo de la gran división social que es, y sustenta al capitalismo.
Estamos obligados a batallar en este terreno oligarca, pero hacerlo con otra visión: los candidatos son por circuitos, pero también deben presentarse como representantes de un proyecto social, deben encarnar lo universal y lo local. Sólo así conseguiremos llevar a la masa la importancia de la decisión electoral.
En estos pocos días que restan se debe poner el énfasis en la importancia de las elecciones para la suerte del Comandante Chávez, de la Revolución, de la felicidad del pueblo.
No es posible que los candidatos anden por su circuito promocionándose aisladamente, muchas veces con contradicciones.
Ahora, es necesario unir a todos los candidatos en un solo bloque, a pelear juntos por Chávez, por la Revolución. Que la fuerza de unos compense la debilidad de otros, y que el pueblo entienda que se trata de una operación contra Chávez como resumen de las esperanzas del pueblo.
Explicar qué pasaría si la Revolución pierde, y qué pasaría si la Revolución gana. Combatir una a una las campañas de manipulación del enemigo oligarca.
Los revolucionarios debemos entender y hacerle entender al pueblo que se trata de un enfrentamiento entre dos enemigos, donde no cabe conciliación: el capitalismo no puede convivir pacíficamente con el Socialismo, la cohabitación forzada por la historia es en realidad una dura batalla por la sobrevivencia.
El tan cacareado “equilibrio” que los escuálidos promocionan para el parlamento no es posible: es una trampa para debilitar a la Revolución. Entre capitalismo y Socialismo no hay equilibrio, ni en lo económico y ni en lo político, no hay convivencia democrática posible, porque la razón de ser del capitalismo, su naturaleza, es la voracidad, su crecimiento constante no acepta ningún tipo de límite a su lucro, lo considera agresión, y arremete contra él.
¡Chávez es Socialismo!
LAS ELECCIONES TODO LO TIÑEN TODO LO TALLAN
A pocos días de las elecciones, la política gira signada por ellas. La prensa de oposición son boletines electorales, una cátedra de manipulación de masas, de construcción de las bases sociales del fascismo. La mentira, la exageración, la deformación tienen primera página en la prensa enemiga. Lo mismo pero multiplicado sucede en la televisión, verdaderos cañones de la infamia.
Las elecciones son vitales para la Revolución, y también para la contrarrevolución. Los gringos, que son en definitiva los que dirigen a la oposición, parece que decidieron esperar los resultados para tomar medidas drásticas contra nosotros. En las elecciones se decidirá el destino del país. Siendo así, las elecciones encierran una contradicción.
Tienen importancia para toda la sociedad, pero se decide en lo local, los candidatos se presentan por circuitos aparentemente aislados. La sociedad en estas elecciones se fragmenta en la mecánica electoral y, lo que es más importante, en la mente del elector. El mensaje es fragmentador, la causa social, lo universal, no aparece, y si lo hace es de forma marginal.
A los capitalistas les conviene esta desintegración, corresponde a la división de su economía, es reflejo de la gran división social que es, y sustenta al capitalismo.
Estamos obligados a batallar en este terreno oligarca, pero hacerlo con otra visión: los candidatos son por circuitos, pero también deben presentarse como representantes de un proyecto social, deben encarnar lo universal y lo local. Sólo así conseguiremos llevar a la masa la importancia de la decisión electoral.
En estos pocos días que restan se debe poner el énfasis en la importancia de las elecciones para la suerte del Comandante Chávez, de la Revolución, de la felicidad del pueblo.
No es posible que los candidatos anden por su circuito promocionándose aisladamente, muchas veces con contradicciones.
Ahora, es necesario unir a todos los candidatos en un solo bloque, a pelear juntos por Chávez, por la Revolución. Que la fuerza de unos compense la debilidad de otros, y que el pueblo entienda que se trata de una operación contra Chávez como resumen de las esperanzas del pueblo.
Explicar qué pasaría si la Revolución pierde, y qué pasaría si la Revolución gana. Combatir una a una las campañas de manipulación del enemigo oligarca.
Los revolucionarios debemos entender y hacerle entender al pueblo que se trata de un enfrentamiento entre dos enemigos, donde no cabe conciliación: el capitalismo no puede convivir pacíficamente con el Socialismo, la cohabitación forzada por la historia es en realidad una dura batalla por la sobrevivencia.
El tan cacareado “equilibrio” que los escuálidos promocionan para el parlamento no es posible: es una trampa para debilitar a la Revolución. Entre capitalismo y Socialismo no hay equilibrio, ni en lo económico y ni en lo político, no hay convivencia democrática posible, porque la razón de ser del capitalismo, su naturaleza, es la voracidad, su crecimiento constante no acepta ningún tipo de límite a su lucro, lo considera agresión, y arremete contra él.
¡Chávez es Socialismo!
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